Prevención y cuidado de infantes en crisis asmáticas
DOI:
https://doi.org/10.26820/reciamuc/3.(4).octubre.2019.244-258Keywords:
Asma, Farmacología, Directrices de tratamiento del asma, NiñosAbstract
El asma es un trastorno inflamatorio crónico común de las vías respiratorias inferiores en la infancia. El tratamiento de las exacerbaciones del asma y el control de enfermedades son las principales preocupaciones para la práctica clínica. La Estrategia Mundial para la Gestión y prevención del asma son documentos ampliamente aceptados, implementados con frecuencia, con consejos contradictorios y diferentes conclusiones sobre la definición y el tratamiento del asma. El objetivo de este trabajo es describir los tratamientos convencionales y algunos nuevos enfoques terapéuticos para el asma pediátrica según las directrices, destacando los aspectos clave, y las diferencias en las recomendaciones clínicas propuestas para el manejo del asma. Terapia específica según edad se proponen en los pasos, de acuerdo con la gravedad clínica y el nivel de control de la enfermedad. Si el control no se alcanza dentro de los 3 meses, un paso arriba debe ser considerado; de lo contrario, si se logra el control después de 3 meses, un paso hacia abajo puede ser considerado. Las clases de fármacos más usados de medicamentos para el asma son agonistas beta-2 adrenérgicos, corticosteroides, y modificadores de leucotrienos. La triamcinolona intramuscular se ha utilizado para el tratamiento del asma grave. Cromonas y xantinas se han utilizado ampliamente en el pasado, pero han mostrado los límites relacionados con su perfil de eficacia y seguridad. Omalizumab, un anticuerpo monoclonal contra IgE, es un agente biológico inmunomodulador, usado como nuevo fármaco en pacientes con asma alérgica mediada por IgE confirmado, sólo para intervalo específico del paciente del nivel de IgE total. Hay evidencias bajas en la eficacia del metotrexato, así como antibióticos macrólidos en los niños con asma. Los agentes antifúngicos tampoco se recomiendan en pacientes asmáticos. Las medidas no farmacológicas que pueden mejorar la calidad de vida del paciente también deben ser intentadas.