Carcinoma de vesícula biliar
DOI:
https://doi.org/10.26820/reciamuc/8.(1).ene.2024.569-583Keywords:
Cáncer de Vesícula Biliar, Factores de Riesgo, Diagnóstico, Síntomas, EnfermedadAbstract
El cáncer de vesícula biliar es una neoplasia agresiva con alta mortalidad y variabilidad geográfica en su incidencia, influenciada por factores como la litiasis biliar, la obesidad y la infección por Helicobacter pylori. A menudo, este cáncer no muestra síntomas hasta etapas avanzadas, aunque en algunos casos puede manifestarse tempranamente con dolor abdominal, náuseas, vómitos e ictericia. Su diagnóstico tardío se debe a síntomas poco específicos, siendo el dolor abdominal el más común. El diagnóstico se dificulta en etapas tempranas, pero la ecografía abdominal es útil, especialmente en grupos de alto riesgo. La tomografía axial computarizada (TAC) y la resonancia magnética nuclear (RMN) son sensibles para detectar masas y evaluar la profundidad de la infiltración. A nivel mundial, se estima que en 2020 se diagnosticaron 115,949 casos, con unas 4,400 muertes previstas en los Estados Unidos para el mismo año. A pesar de avances en diagnóstico y tratamiento, la supervivencia sigue siendo limitada. La investigación es crucial para entender mejor la enfermedad y desarrollar terapias más efectivas. Se realizó una revisión bibliográfica exhaustiva sobre aspectos metodológicos de la investigación en cáncer de vesícula biliar, utilizando bases de datos como PubMed, Scopus y Web of Science. Se identificaron 50 estudios relevantes, mostrando una variabilidad en la metodología empleada. Resultados muestran que el cáncer de vesícula biliar es una neoplasia común, con alta incidencia en ciertas regiones como Melanesia, Asia oriental y Sudamérica, donde Chile, Bolivia y Perú tienen tasas más altas. Se asocia con factores de riesgo como género, geografía, anomalías congénitas, obesidad, antecedentes de cálculos biliares, infecciones crónicas y alteraciones genéticas. En conclusión, el cáncer de vesícula biliar presenta desafíos diagnósticos y terapéuticos significativos, con un diagnóstico frecuentemente tardío debido a la falta de síntomas específicos en etapas tempranas. La investigación metodológica es esencial para mejorar la comprensión y el manejo de esta enfermedad devastadora.