Manejo quirúrgico de las ulceras por presión
DOI:
https://doi.org/10.26820/reciamuc/5.(1).ene.2021.282-298Palabras clave:
Ulcera de presión, grados, tratamiento quirúrgico, complicacionesResumen
El presente artículo de revisión, busca detallar el tratamiento de las ulceras de presión y cuando necesitan de la cirugía reconstructiva. Partimos por conceptualizar que una Ulcera de Presión es una herida que se produce sobre una prominencia ósea en las diversas partes corporales donde exista el compromiso de la Presión prolongada sobre los tejidos blandos subyacentes los cuales sufren la disminución de la microcirculación y sus cambios degenerativos consecuentes. Esta presión ejercida por la prominencia ósea puede ser aumentada por factores como el estado nutricional, las fuerzas de cizallamiento y fricción, la humedad de la piel, y la edad del paciente. Las Ulceras de Presión se clasifican en 4 grados definidos, de los cuales los tratamientos médicos como los cambios posturales cada dos horas, el uso de colchones neumáticos, uso de curaciones con cremas y apósitos, entre otros son de utilidad como medidas preventivas en los grados iniciales. Sin embargo las Ulceras de grado III y IV, deben ser manejados quirúrgicamente siempre y cuando el estado físico y la calidad de vida a futuro así lo permita. Si hablamos de localizaciones a nivel pélvico, las ulceraciones más frecuentes son las de la región Sacra y trocantéricas cuando el paciente está en decúbito prolongado, sin embargo son más frecuentes isquiáticas si permanece por largos periodos de tiempo sentados. El manejo quirúrgico es importante para evitar la complicación más peligrosa que es la osteomielitis. Los cirujanos plásticos en estos casos no preferimos usar colgajos Libres ni los injertos de piel, sin embargo podrían usarse en casos específicos. Los métodos de cobertura quirúrgica más frecuentes son los colgajos locales dermo-grasos y musculo-cutáneos, dependiendo de la experiencia de cada caso.