Dermatitis atópica (ECCEMA) infantil
DOI:
https://doi.org/10.26820/reciamuc/3.(3).julio.2019.192-207Palabras clave:
Atópica, Piel, Sensible, Niños, PrevenciónResumen
La dermatitis atópica es uno de los tipos más comunes de eccema, siendo este último término el usado para referirse a varios tipos distintos de hinchazón de la piel, mismos que en su mayoría, causan sequedad, comezón, sarpullido en la cara, al interior de los codos y detrás de las rodillas, en las manos y/o en los pies, no obstante, esta condición no es contagiosa. Su prevalencia en niños pequeños se ha reportado en cifras inclusive superiores al 20 % en países como Estados Unidos, y su incidencia va en aumento en todo el mundo, afectando indistintamente de la raza y la geografía. Cerca del 65 % de los pacientes desarrollan síntomas antes cumplir un año de edad y cerca del 90 % de ellos desarrollan síntomas antes de los 5 años. Algunos niños superan el eczema cuando llegan a ser adultos jóvenes, aunque su piel continúa siendo seca y sensible. El desarrollo de este artículo se llevó a cabo en el marco de una investigación documental, limitado a la búsqueda de material bibliográfico por medio del uso de diversas bases de datos, tales como: MedlinePlus, PubMed, Portal Regional de la BVS, SciELO y ELSEVIER, de las que se fueron seleccionando los materiales bibliográficos que fundamentalmente guardaron mayor relevancia, y además respondieran a los criterios de vigencia y transcripción en los idiomas español e inglés. El objetivo se centra en exponer de manera resumida las conceptualizaciones elementales que la literatura científica más reciente que se encuentra disponible respecto a la dermatitis atópica o eccema atópico en niños, y para ello, se hizo referencia a las definiciones de esta patología, sus causas, características, síntomas, comportamiento infantil, tratamiento farmacológico y cuidados preventivos en el hogar. Se concluye destacando la importancia de las acciones de prevención por parte de adulto responsable del niño teniendo como perspectiva el persistente incremento de su prevalencia, independientemente de que se sigan desarrollando alternativas medicamentosas para mejorar los síntomas y la prevención de esta particular enfermedad.