Pablo
Emilio Saltos Arteaga a; Yuly Vanessa Reyes Sánchez b; María José Hidrovo Arteaga c; María José Mero Landa d; Nora
Elizabeth Chele Chumo e; Marjorie Lisbeth Cedeño Velasquez
f Tratamiento y cuidados de pacientes sometidos a
diálisis Treatment and care of patients undergoing dialysis Revista
Científica de Investigación actualización del mundo de las Ciencias. Vol. 3
núm., 4, octubre: 2588-0748, 2019, pp. 259-282 DOI: 10.26820/reciamuc/3.(4).octubre.2019.259-282 URL: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/418
Código
UNESCO: 3205 Medicina Interna Tipo
de Investigación: Artículo de Revisión © RECIAMUC; Editorial Saberes del Conocimiento, 2019 Recibido: 15/05/2019 Aceptado:
07/08/2019 Publicado: 01/10/2019 Correspondencia: payiyo91@hotmail.com
a.
Médico Cirujano; Médico Residente del
Hospital IESS de Portoviejo; Portoviejo – Ecuador; payiyo91@hotmail.com
b. Médico; Médico General
Asistencial del Hospital General Rodríguez Zambrano de Manta; Manta – Ecuador; yuvaresa@gmail.com
c.
Médico Cirujano; Médico Residente en Hospital IESS de Manta; Manta –
Ecuador; majito_87med@hotmail.com
d. Médico Cirujano; Médico
Residente Hospital IESS de Manta; Manta – Ecuador; majitomerlan@hotmail.com
e. Médico Cirujano; Médico
General Asistencial - Hospital Rodríguez Zambrano de Manta; Manta – Ecuador; norelyz22_91@hotmail.es
f.
Médica Cirujana; Médico residente
del Centro de salud Santa Ana 24h; Santa Ana - Ecuador; wwwdiemar@hotmail.com
RESUMEN
El paciente afecto de IRC y en tratamiento por su especial idiosincrasia, por el cambio de vida tan intenso, tanto en el aspecto físico como en el psíquico y social en el que se ve involucrado, necesita de unos cuidados muy específicos y en constante actualización y mejora. Este plan de cuidados está destinado al grupo de pacientes relacionados por “Insuficiencia Renal Crónica” (IRC) en Tratamiento Renal Sustitutivo mediante Hemodiálisis. Se puede definir la insuficiencia renal como la pérdida total o parcial de la capacidad de la funcionalidad renal. Es decir, la insuficiencia renal crónica (IRC) se define como la perdida irreversible del filtrado glomerular (FG). El tratamiento y cuidados de esta patología se basa en un proceso médico-quirúrgico por el que un paciente afecto de insuficiencia renal crónica avanzada es evaluado e incluido, si procede, en diálisis y/o lista de espera para recibir un trasplante renal de donante vivo o cadáver y seguido de manera continua con los objetivos de aumentar su supervivencia y mejorar su calidad de vida. Es por esta razón, que es necesario que el paciente afectado con esta patología logre ajustarse a los cambios de su vida, es decir, ajustarse a los efectos de la insuficiencia renal; aceptar esta nueva realidad puede ser difícil para el enfermo y su familia, por ello, se recomienda un consejero o trabajador social que le pueda contestar sus preguntas y ayudarle, considerando que, muchos pacientes se deprimen cuando comienzan la diálisis o después de varios meses de tratamiento. Es de vital importancia entonces que se eduque al paciente sobre el tema y cómo enfrentarlo, ayudándolo de esa forma, a mejorar los resultados, crear actitudes positivas en cuanto a su tratamiento, y ser más independientes.
Palabras Claves: Tratamiento; Cuidados; Diálisis; Hemodiálisis; Actitud Positiva; Enfermedad
Renal Crónica.
ABSTRACT
The patient affected by CRF and in treatment for his special
idiosyncrasy, for the change of life so intense, both in the physical aspect
and in the psychic and social in which he is involved, needs very specific care
and in constant updating and improvement. This care plan is intended for the
group of patients related to "Chronic Renal Failure" (CRI) in
Substitute Renal Treatment by Hemodialysis. Renal insufficiency can be defined
as the total or partial loss of renal functional capacity. That is, chronic
renal failure (CRF) is defined as the irreversible loss of glomerular
filtration rate (GFR). The treatment and care of this pathology is based on a
medical-surgical process whereby a patient with advanced chronic renal failure
is evaluated and included, if appropriate, on dialysis and / or waiting list to
receive a living donor kidney transplant or corpse and followed continuously
with the objectives of increasing their survival and improving their quality of
life. It is for this reason that it is necessary for the patient affected with
this pathology to adjust to the changes in his life, that is, adjust to the
effects of renal failure; Accepting this new reality can be difficult for the
patient and his family, so a counselor or social worker is recommended to answer
your questions and help you, considering that many patients become depressed
when they start dialysis or after several months of treatment. It is of vital
importance then that the patient be educated on the subject and how to face it,
helping him in this way, to improve the results, create positive attitudes
regarding his treatment, and be more independent.
Key Words:
Treatment; Care; Dialysis; Hemodialysis; Positive Attitude; Chronic Renal
Disease.
Introducción.
La Insuficiencia Renal Crónica (IRC) es un proceso fisiopatológico cuya
consecuencia es la pérdida inexorable del número y funcionamiento de nefronas,
lo que conlleva clínicamente a la pérdida irreversible de la función renal, en
una magnitud suficiente como para que el paciente dependa, de forma permanente,
del tratamiento sustitutivo renal, trasplante o diálisis. Esta última en sus modalidades de
hemodiálisis y diálisis peritoneal. En países latinoamericanos esta representa
la décima causa mortalidad y constituye una de las principales causas de
atención en hospitalización y en los servicios de urgencias. (Camejo, 2016)
La
insuficiencia renal crónica se encuentra dentro de las diez primeras causas de
mortalidad en países latinoamericanos, donde las enfermedades cardiovasculares
constituyen las principales complicaciones y motivan el 40% de los
fallecimientos. (Camejo, 2016). La
supervivencia media de estos pacientes es del 58% a los 12 meses y del 4% a los
48 meses. Esto constituye un problema de atención médica e infraestructura,
conllevando así una repercusión social y económica importante.
La
calidad de vida de estos pacientes es conceptualizada como la percepción que un
individuo tiene sobre la satisfacción subjetiva y objetiva de sus respectivas
necesidades, que comprenden desde la salud física del sujeto, su estado
psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, su lugar en la
existencia, en el contexto de la cultura y del sistema axiológico en el que
vive. (Camejo, 2016). En efecto, la IRC constituye una de las enfermedades
capaces de generar un mayor deterioro en la calidad de vida de los pacientes,
repercutiendo en el aspecto emocional, físico, funcional y psicosocial; lo que
se encuentra estrechamente relacionado con las distintas fases de la patología y
con su respectivo tratamiento.
Se
logra entender entonces que, la IRC, en la mayoría de los casos, es el
resultado del tratamiento inadecuado de otros padecimientos. Sus principales
factores etiológicos son: diabetes mellitus e hipertensión arterial. El tratamiento
de diálisis y hemodiálisis solo logra sustituir la actividad depurativa y ultra
filtradora de los riñones, pero no otras de sus importantes funciones para el
organismo, lo que favorece la aparición de complicaciones que, a largo plazo,
inciden de manera negativa en el estado de salud y emocional, y que deteriora
el entorno social de estos enfermos. (Camejo, 2016)
Por
ende, conocer la calidad de vida de esta población requiere conocer el impacto
que la Insuficiencia Renal Crónica y su consecuente tratamiento tiene sobre la
percepción que el paciente posee sobre su bienestar. Esto permitirá interpretar
al individuo de una forma holística e integral, tomando en cuenta sus
características y la situación de vida por la que atraviesa; para así posibilitar
intervenciones médicas que se adhieran al tratamiento donde los cuidados de
enfermería se centren también en ayudar a los usuarios para optimizar sus
necesidades, incrementar el conocimiento de las alternativas que existen en
relación a su salud y así determinar la orientación adecuada y de valor para
cada uno de ellos. (Camejo, 2016).
Desde
esta perspectiva, se debe señalar que en las últimas décadas se ha producido un
avance espectacular en el diagnóstico, cuidados, prevención y atención a la
enfermedad renal, siendo las terapias sustitutivas de la función renal formas
habituales de tratamiento. El aumento de la esperanza de vida y la alta
incidencia de patología cardiovascular (hipertensión, diabetes, insuficiencia
cardiaca, etc.) en la población general conlleva a un incremento de pacientes
incluidos en programa de diálisis y trasplante renal. (Valbuena, 2016)
Según
lo descrito, se debe referir que la hemodiálisis representa el método más común
para tratar la insuficiencia renal avanzada y permanente. Desde la década de
los sesenta, cuando la hemodiálisis se convirtió por primera vez en un
tratamiento práctico para la insuficiencia renal, esto ha logrado que se haya
aprendido mucho sobre cómo hacer que los tratamientos de hemodiálisis sean más
eficaces y cómo minimizar sus efectos secundarios. (Valbuena, 2016)
En
los últimos años, los aparatos para diálisis más compactos y simples han hecho
que la diálisis en el hogar sea cada vez una opción más accesible, pero incluso
con mejores procedimientos y equipos, la hemodiálisis sigue siendo una terapia
complicada e incómoda que requiere un esfuerzo coordinado de todo su equipo de
profesionales de la salud, incluyendo su nefrólogo, enfermero de diálisis,
técnico de diálisis, dietista y trabajador social. (Valbuena, 2016). Los miembros más
importantes de su equipo de profesionales de la salud son usted y su familia.
Al aprender sobre su tratamiento, podrá trabajar con su equipo para obtener los
mejores resultados posibles y poder llevar una vida plena y activa.
Uno
de los grandes factores que van en contra del tratamiento de esta enfermedad,
es el impacto socioeconómico que producen las enfermedades crónicas, también
limitan o ponen en riesgo la existencia y la calidad de vida de quien las
tiene, y de todo el sistema de relaciones interpersonales en que está implicada
la persona y su familia, que ve seriamente afectada toda su dinámica y
funcionamiento. (Valbuena, 2016). Por
ello, la atención de esta patología debe ser considerada como una condición que
requiere un ambiente humanístico para su cuidado, así como un abordaje integral
encaminado a un diálogo y trabajo colaborativo entre los profesionales que
brindan sus cuidados al individuo con la enfermedad y su familia.
Se
puede decir entonces que, el paciente con insuficiencia renal se somete a
cambios en su vida cotidiana, y el conocimiento sobre esta enfermedad es
necesario para que el paciente entienda las complicaciones, restricciones en
alimentos, líquidos, uso de medicamentos, amenaza de su propia imagen, que
generan estrés, conflicto y ansiedad, lo que interfiere con la adherencia a la
terapia. Todos estos conocimientos interfieren con el auto-cuidado, dado que el individuo es el principal
responsable de su calidad de vida, vivir con diálisis. (Valbuena, 2016)
Los
efectos beneficiosos de la intervención de cuidados médicos, promueve un cambio
positivo significativo en el autocuidado en comportamiento tales como la dieta,
la presión arterial, control del peso, ejercicio y descanso, que los pacientes
evidencian difíciles de controlar. Por lo tanto, el conocimiento dado por el
médico tratante (especialista) se debe utilizar activamente en la práctica
clínica, a fin de que los pacientes de diálisis realicen autocuidado a través
de la retroalimentación continua.
(Valbuena, 2016). De ahí, la importancia del presente artículo el cual
pretende describir la importancia que tiene el tratamiento y cuidados de
pacientes sometidos a diálisis.
Fuentes Documentales
El
análisis correspondiente a las características que predomina en el tema
seleccionado, llevan a incluir diferentes fuentes
documentales encargadas de darle el respectivo apoyo y en ese sentido cumplir
con la valoración de los hechos a fin de generar nuevos criterios que sirven de
referencia a otros procesos investigativos. Para (Arias, 2010), las fuentes
documentales incorporadas en la investigación documental o bibliográfica,
“representa la suma de materiales sistemáticos que son revisados en forma rigurosa
y profunda para llegar a un análisis del fenómeno”. (p.41). Por lo tanto, se
procedió a cumplir con la realización de una lectura previa determinada por
encontrar aquellos aspectos estrechamente vinculados con el “TRATAMIENTO Y
CUIDADOS DE PACIENTES SOMETIDOS A DIALISIS” para luego explicar mediante un
desarrollo las respectivas apreciaciones generales de importancia.
Técnicas para la Recolección de la Información
La
conducción de la investigación para ser realizada en función a las
particularidades que determinan a los estudios documentales,
tiene como fin el desarrollo de un conjunto de acciones encargadas de llevar a
la selección de técnicas estrechamente vinculadas con las características del
estudio. En tal sentido, (Arias Ob cit) refiere, que es “una técnica particular para aportar
ayuda a los procedimientos de selección de las ideas primarias y secundarias”.
(p. 71).
Por
ello, se procedió a la utilización del subrayado, resúmenes, fichaje, como
parte básica para la revisión y selección de los documentos que presentan el
contenido teórico. Es decir, que mediante su aplicación de estas técnicas se
pudo llegar a recoger informaciones en cuanto a la revisión bibliográfica de
los diversos elementos encargados de orientar el proceso de investigación. Tal
como lo expresa, (Arias Ob cit)
“las técnicas documentales proporcionan las herramientas esenciales y
determinantes para responder a los objetivos formulados y llegar a resultados
efectivos” (p. 58). Es decir, para responder con eficiencia a las necesidades
investigativas, se introdujeron como técnica de recolección el método
inductivo, que hizo posible llevar a cabo una valoración de los hechos de forma
particular para llegar a la explicación desde una visión general.
Asimismo,
se emplearon las técnicas de análisis de información para la realización de la
investigación que fue ejecutada bajo la dinámica de aplicar diversos elementos
encargados de determinar el camino a recorrer por el estudio, según, (Arias, Ob cit) las técnicas de
procesamiento de datos en los estudios documentales “son las encargadas de
ofrecer al investigador la visión o pasos que debe cumplir durante su ejercicio,
cada una de ellas debe estar en correspondencia con el nivel a emplear” (p.
123). Esto indica, que, para llevar a cabo el procesamiento de los datos
obtenidos, es necesario establecer las técnicas que serán seleccionadas,
destacándose en este caso, de manera particular: fichas de resumen, textual,
registros descriptivos entre otros, los mismos se deben ajustar al nivel que ha
sido seleccionado.
Resultados.
Paciente con Insuficiencia
Renal
El
riñón tiene entre sus funciones las siguientes: Formación de orina. Control
hemodinámico de la presión arterial. Mantener el equilibrio hidroelectrolítico
(sodio, potasio) y regular el equilibrio ácido base. Regular la actividad de la
vitamina D y participar en el metabolismo del calcio. Estimular la producción de
eritrocitos mediante la secreción de eritropoyetina Sintetizar glucosa a partir
de aminoácidos durante el ayuno prolongado y participar en el catabolismo de la
insulina. (Barrera, 2016)
La
valoración y el estudio de signos y síntomas como hipertensión arterial, edema,
proteinúria, hematuria y cambios en la regulación y
composición de los líquidos corporales se hace mediante el examen físico, las pruebas
de función renal, radio diagnóstica y biopsia renal para confirmar la causa y
valorar la gravedad, pronóstico y posibilidades de tratamiento del enfermo
agudo y del enfermo crónico terminal. La diálisis elimina los productos de
desecho metabólico a través de membranas semipermeables como el peritoneo
(D.P.) o de filtros que separan la sangre del líquido dializante
(H.D.). (Barrera, 2016).
En
base a esto, se logra comprender que entre los principios que fundamentan la
diálisis se encuentran la difusión y ultrafiltración de los solutos y el agua;
el movimiento de solutos es directamente proporcional al gradiente de
concentración existente a ambos lados de la membrana, el cual se manipula
variando la composición del líquido de diálisis. (Barrera, 2016). La difusión
se define por la permeabilidad, espesor y área de superficie de la membrana y
la ultrafiltración por gradientes de presión osmótica e hidrostática.
Los
tratamientos con diálisis aplicados al paciente con insuficiencia renal
permiten que la sangre fluya, unas onzas por vez, a través de un filtro
especial que elimina los desechos y los líquidos innecesarios. (Una onza
equivale a aproximadamente 30 mL.) La sangre filtrada
se devuelve luego a su cuerpo. (Barrera, 2016).
La eliminación de los desechos dañinos, la sal y los líquidos
innecesarios ayuda a controlar la presión arterial y a mantener el equilibrio
adecuado de sustancias químicas en el cuerpo, como el potasio y el sodio.
En
las personas con insuficiencia renal, muchos médicos recomiendan la diálisis
cuando los análisis de sangre muestran que los riñones ya no pueden filtrar
adecuadamente los productos de desecho y su acumulación causa problemas. Si se
trata de lesión renal aguda, los médicos continúan con la diálisis hasta que
los resultados de los análisis de sangre indican que la persona ha recuperado
la función renal adecuada. (Barrera, 2016). Para las personas con enfermedad
renal crónica, la diálisis puede utilizarse como una terapia a largo plazo o
como medida temporal hasta que la persona pueda recibir un riñón trasplantado.
La diálisis a corto plazo o la de urgencia también pueden utilizarse para
eliminar líquidos, determinados fármacos o venenos del organismo.
Uno
de los ajustes más importantes que deben aplicarse a este tratamiento es seguir
un horario estricto. La mayoría de los pacientes van a una clínica (un centro
de diálisis) tres veces a la semana durante 3 a 5 horas o más en cada visita.
Por ejemplo, usted puede tener un horario de lunes, miércoles y viernes o un
horario de martes, jueves y sábado. Puede que le soliciten que elija el turno
de la mañana, la tarde o la noche, dependiendo de la disponibilidad y capacidad
de la unidad de diálisis. Su centro de diálisis le explicará las opciones para
programar tratamientos regulares. (Barrera, 2016).
Diálisis
La
diálisis puede ser necesaria por diferentes motivos, pero la más frecuente es la
incapacidad de los riñones para filtrar adecuadamente los productos de desecho
de la sangre (insuficiencia renal). La funcionalidad renal puede disminuir
rápidamente (llamada lesión renal aguda o insuficiencia renal aguda), o bien
los riñones pueden perder lentamente su capacidad de filtrar los productos de
desecho (llamada enfermedad renal crónica o insuficiencia renal crónica).
(Marrero, 2014)
Tomar
la decisión de comenzar un proceso de diálisis de larga duración no es fácil,
ya que esta decisión significa un gran cambio en el estilo de vida de la
persona, que incluye el hecho de depender de una máquina para mantenerse con
vida. Sin embargo, para la mayor parte de las personas, un programa de diálisis
eficaz proporciona una calidad de vida aceptable. (Marrero, 2014). La mayoría
de las personas sometidas a diálisis pueden seguir una dieta tolerable, tienen
una presión arterial normal y evitan la progresión del daño neural, la anemia
grave (una disminución del número de glóbulos rojos en la sangre, que
transportan oxígeno a las células del organismo) y otras complicaciones
peligrosas.
En
virtud de estos planteamientos se logra establecer que la diálisis requiere del
esfuerzo de un equipo de personas, destacándose entre los mismos:
•
El médico establece la necesidad de someterse a
diálisis, trata las complicaciones y proporciona atención médica.
•
El personal de enfermería supervisa el bienestar
general de la persona, le proporciona instrucción sobre el procedimiento de
diálisis y sobre lo que debe hacer para mantener el mejor estado de salud
posible, supervisa el procedimiento, administra los fármacos relacionados con
la diálisis y supervisa a los técnicos de diálisis.
•
Con frecuencia, un trabajador social evalúa la
salud mental, organiza el transporte y se encarga de arreglar el procedimiento
cuando debe hacerse en otras localidades si la persona se va de viaje, y
organiza la asistencia en casa cuando es necesario.
•
Los nutricionistas recomiendan una dieta apropiada
y supervisan la respuesta a determinadas alteraciones dietéticas.
También se incorpora al equipo de
diálisis un cirujano de trasplantes, cuando se quiere usar diálisis de forma
temporal hasta que se pueda trasplantar un riñón. (Marrero, 2014).
En los procedimientos de diálisis,
en la que se extrae la sangre del cuerpo y se filtra mediante una máquina
llamada riñón artificial:
•
Un técnico se encarga de iniciar el procedimiento y
supervisar la máquina de diálisis durante el mismo.
•
Los médicos como el cirujano vascular y a menudo un
radiólogo intervencionista preparan los vasos sanguíneos para que la sangre
pueda ser retirada fácilmente del cuerpo y pasar por un ciclo a través de la
máquina de diálisis.
Así
también, es preciso puntualizar que entre los motivos de diálisis en casos de insuficiencia
renal se encuentran:
•
Alteración en la actividad cerebral (encefalopatía
urémica)
•
Otros síntomas graves, como pérdida de apetito o
vómitos y pérdida de peso
•
Inflamación de la envoltura del corazón
(pericarditis)
•
Exceso de ácidos en sangre (acidosis) que no
disminuye a pesar de otros tratamientos
•
Insuficiencia cardíaca
•
Hipervolemia total (sobrecarga de fluidos
corporales)
•
Sobrecarga de fluido en los pulmones (edema
pulmonar) que no responde a otros tratamientos
•
Concentración muy elevada de potasio en sangre
(hiperpotasemia)
•
Concentración elevada de calcio en sangre
(hipercalcemia)
Función
renal muy reducida. (Marrero, 2014)
En
casos puntuales se utiliza otra técnica (como la hemofiltración o la hemoperfusión) para filtrar temporalmente la sangre y
lograr lo que haría la diálisis. Estas técnicas se utilizan con mayor
frecuencia si no se puede hacer diálisis, para eliminar las toxinas de la
sangre o para eliminar grandes cantidades de líquido en algunas personas que
sufren insuficiencia renal aguda. (Marrero, 2014)
Tipos de Diálisis
Hemodiálisis
En
la hemodiálisis, se extrae la sangre del organismo y se bombea con una máquina
hacia un dializador (riñón artificial). El dializador filtra los residuos
metabólicos de desecho de la sangre y devuelve la sangre purificada al
organismo. Es posible ajustar la cantidad de líquido devuelto. La hemodiálisis
necesita un acceso repetido al torrente sanguíneo. Sin embargo, los médicos
pueden conseguir un acceso temporal mediante la inserción de un gran catéter
intravenoso en una vena adecuada para este efecto, por lo general, para
facilitar un acceso a largo plazo, se efectúa quirúrgicamente una conexión
artificial entre una arteria y una vena (fístula o derivación arteriovenosa).
(Pierce, 2017)
En
esta técnica suele unirse la arteria radial del antebrazo con la vena cefálica
en el antebrazo. Posteriormente, a consecuencia de ello, la vena cefálica se
agranda y la corriente sanguínea a través de ella aumenta, con lo que se
consigue que la vena sea adecuada para la punción repetida con una aguja.
(Pierce, 2017). Las fistulas o derivaciones arteriovenosas las crean los
cirujanos vasculares. Cuando es imposible crear una fístula, pueden conectarse
quirúrgicamente una arteria y una vena usando un conector sintético (implante),
que por lo general se coloca en el brazo de la persona. En la hemodiálisis, un
técnico coloca agujas en la fístula o el injerto de la persona para extraer la
sangre y limpiarla.
Imagen N° 1. Hemodiálisis
Fuente:
Durante el procedimiento de
hemodiálisis, se utiliza heparina, un anticoagulante que evita que la sangre se
coagule en el dializador. Dentro del dializador, una membrana porosa artificial
separa la sangre del líquido (el dializado). (Pierce, 2017). El líquido, los
productos de desecho y los electrólitos de la sangre se filtran por la membrana
hacia el dializado. Los pequeños poros de la membrana no permiten filtrar las
células sanguíneas y las proteínas de gran tamaño, por consiguiente, estas
permanecen en la sangre. La sangre dializada (purificada) se devuelve al
organismo de la persona tratada.
Los
dializadores tienen diversos tamaños y grados de eficacia. Una sesión de
diálisis dura por lo general entre 3 y 5 horas. La mayor parte de las personas
que padecen enfermedad renal crónica necesitan someterse a una sesión de
hemodiálisis 3 veces por semana. La complicación más frecuente de la
hemodiálisis es la hipotensión arterial durante o poco después de la diálisis.
La presión arterial suele aumentar durante el periodo entre tratamientos.
(Pierce, 2017)
Los
afectados, sobre todo al iniciarse la hemodiálisis, pueden sufrir calambres
musculares, prurito, náuseas y vómitos, así como cefaleas, síndrome de las
piernas inquietas y dolor en el pecho y en la espalda. Con menor frecuencia
pueden aparecer confusión, agitación, visión borrosa y/o convulsiones. (Pierce,
2017). Las complicaciones también pueden estar relacionadas con el injerto o
fístula, por ejemplo, infecciones, coágulos de sangre, hemorragias y
abultamiento (formación de aneurismas). La persona afectada debe comunicar de
inmediato a su médico cualquiera de los siguientes trastornos:
•
Dolor
•
Enrojecimiento o calor
•
Roturas en la piel cercana
•
Hematomas
•
Sangrado prolongado desde la zona de la fístula
•
Bulto que crece rápidamente (en pocos días o menos)
sobre el injerto o fístula
•
Pérdida de la sensación vibratoria o de pulso que
la zona del injerto o fístula tiene normalmente
•
Hinchazón (edema)
Diálisis peritoneal
La
diálisis peritoneal es un tratamiento propio de las personas con insuficiencia
renal. Para el mismo, se utiliza el revestimiento del abdomen (área del
vientre) llamado el peritoneo y una solución llamada dializado de limpieza para
limpiar la sangre. La diálisis
peritoneal puede ser hecha en casa o incluso en el trabajo si la persona tiene
acceso a un área adecuada. (Guerrero, 2017)
En
la diálisis peritoneal, el peritoneo, la membrana que reviste el abdomen y
recubre los órganos abdominales, actúa como un filtro permeable. Esta membrana
tiene una superficie extensa y una rica red de vasos sanguíneos. El peritoneo,
dentro de la cavidad abdominal (peritoneal), puede filtrar con facilidad las
sustancias que provienen de la sangre. Se inyecta un líquido (dializado) por un
catéter que penetra a través de la pared abdominal hasta el espacio peritoneal,
dentro del abdomen. (Guerrero, 2017).
Dicho
líquido debe permanecer en el abdomen el tiempo suficiente para que los
productos de desecho procedentes del torrente sanguíneo pasen lentamente a su
interior. Luego se extrae el dializado, se desecha y se reemplaza por otro
nuevo. (Guerrero, 2017). Por lo general,
se usa un catéter blando de silicona o de poliuretano poroso porque permite que
el dializado fluya suavemente y la probabilidad de que cause lesiones es baja.
Se puede instalar un catéter temporalmente al lado de la cama del paciente o
puede colocarse de forma permanente mediante intervención quirúrgica.
Existe
un tipo de catéter permanente que acaba sellándose junto con la piel y puede
cerrarse con un tapón en los momentos en que no se esté utilizando. La diálisis
peritoneal se puede realizar utilizando una máquina (llamada diálisis
peritoneal automatizada) o bien sin ella (llamadas técnicas manuales). Las
técnicas de diálisis peritoneal manual son las más simples. No se utiliza
ninguna máquina. (Guerrero, 2017). Hay
dos tipos:
•
En esta técnica se calientan a temperatura corporal
las bolsas que contienen el líquido dializador y se vierten en la cavidad peritoneal
(abdominal) mediante un proceso que dura unos 10 minutos. El líquido dializador
se deja allí de 60 a 90 minutos (tiempo de permanencia), y luego se evacúa en
aproximadamente 10 o 20 minutos. A continuación, se repite el proceso. El
tratamiento completo puede durar de 12 a 24 horas. Entre periodos de diálisis,
no hay dializado en la cavidad peritoneal.
•
En la diálisis peritoneal ambulatoria continua, el
dializado suele evacuarse y reponerse 4 o 5 veces diarias. Por lo general, se
efectúan 3 de estos intercambios de líquido dializador durante el día, con
tiempos de permanencia de 4 horas o más. Por la noche se efectúa un intercambio
con un tiempo prolongado de permanencia de 8 a 12 horas durante el sueño. La
diálisis peritoneal ambulatoria continua se diferencia de la diálisis
peritoneal intermitente en que siempre se dializa en la cavidad peritoneal.
Las
técnicas de diálisis peritoneal automatizada se están convirtiendo en las
formas más utilizadas de diálisis peritoneal. En la diálisis peritoneal
automatizada, un dispositivo automatizado hace varios intercambios durante la
noche, mientras la persona duerme. Estas técnicas disminuyen el número de
intercambios durante el día, pero impiden la movilidad durante la noche, puesto
que requiere el uso de un equipo incómodo.
(Guerrero, 2017). A veces se realiza intercambio durante el día. Las
técnicas automatizadas de diálisis peritoneal se dividen en tres subcategorías:
•
La diálisis peritoneal cíclica continua consiste en
un tiempo de permanencia diurno largo (de 12 a 15 horas) y de 3 a 6
intercambios nocturnos que realiza una máquina cicladora
automatizada.
•
En la diálisis peritoneal intermitente nocturna la
máquina cicladora realiza intercambios durante la
noche mientras que la cavidad peritoneal de la persona se queda sin líquido
dializador durante el día.
•
La diálisis peritoneal tidal
es una modificación en la que parte del líquido dializador se deja en la
cavidad peritoneal de un intercambio al siguiente. Esta técnica puede ser más
cómoda para la persona. La diálisis peritoneal tidal
puede realizarse con tiempo de permanencia diurno o sin él.
Algunas
personas requieren una combinación de diálisis peritoneal ambulatoria continua
y diálisis peritoneal cíclica continua para lograr la eliminación adecuada de
los productos de desecho de la sangre.
Trasplante de Riñón
Un
trasplante de riñón es una cirugía que te puede dar un riñón saludable del
cuerpo de otra persona. Un trasplante de
riñón puede venir de un donante vivo (usualmente un conocido) o de un donante
fallecido. El riñón saludable puede
hacer las funciones que los riñones hacían cuando estaban saludables. Aprende más un trasplante de riñón.
Tratamiento
Médico.
El
paciente puede decir no, y no iniciar un tratamiento de diálisis o un trasplante
de riñón. El tratamiento médico;
considerándose que no todos aprueban el hecho de someterse a tratar los
síntomas de la falla renal y ayudarse a vivir cómodamente mientras su cuerpo
deja de funcionar. Es muy importante
entender que el tratamiento médico no es una forma de tratar la falla renal y
no ayudara a mantener viva a la persona.
Cuidados Especiales.
Dieta: Las personas que se
someten a diálisis necesitan una dieta especial. Quienes se someten a diálisis
peritoneal suelen tener poco apetito y pierden proteínas durante la diálisis.
La dieta debe tener suficientes calorías (unas 32 kcal/kg de peso ideal, un
poco más en los niños) y ser relativamente alta en proteínas (alrededor de 1
gramo de proteína por kg de peso ideal por día). Asimismo, debe restringirse el
consumo de sal, tanto la sal de mesa habitual que contiene sodio como la sal
que contiene potasio.
En
los pacientes en tratamiento con hemodiálisis, la ingestión diaria de sodio y
potasio debe ser aún más restringida; también se debe limitar el consumo de
alimentos ricos en fósforo. La ingesta diaria de líquidos solo se restringe en
personas con escasa excreción de orina o una concentración sanguínea de sodio
permanentemente baja o decreciente. Es importante controlar el aumento de peso
diariamente; el aumento excesivo de peso entre tratamientos de hemodiálisis
indica un consumo demasiado abundante de líquidos por parte del paciente.
En
general, una ingestión de líquido excesiva es resultado del exceso en la
ingestión de sodio, que hace que la persona esté sedienta. Para reemplazar los
nutrientes perdidos a causa de la hemodiálisis o la diálisis peritoneal se
necesitan suplementos multivitamínicos. Debe comentarse con un médico o con un
nutricionista la posibilidad de tomar suplementos vitamínicos. (Guerrero, 2017)
Consideraciones médicas: Dado que la persona con
nefropatía crónica acaba padeciendo anemia, puede administrarse eritropoetina o darbepoetina con
el fin de estimular la producción de glóbulos rojos (eritrocitos). También es
necesario tomar hierro para ayudar al organismo a producir nuevos glóbulos
rojos (eritrocitos). Para eliminar el exceso de fosfato en la dieta, se
utilizan compuestos que actúan uniéndose al fosfato, como, por ejemplo, el carbonato cálcico o el acetato cálcico.
Normalmente,
el tejido óseo del organismo es reemplazado continuamente y gracias a ello los
huesos se mantienen fuertes y densos. Los riñones convierten la vitamina D a su
forma activa (calcitriol), que contribuye a regular la cantidad de calcio en la
sangre y la cantidad utilizada para producir tejido óseo. En las personas con
insuficiencia renal, los riñones no pueden convertir suficiente vitamina D a su
forma activa, por lo que los niveles de hormona paratiroidea pueden aumentar.
Los niveles altos de la hormona paratiroidea pueden causar debilidad de los
huesos al disminuir su densidad. Dicha enfermedad ósea se denomina
osteodistrofia renal.
Para
corregir este problema, se administra la forma activa de la vitamina D o una
sustancia similar para reducir las elevadas concentraciones de hormona
paratiroidea. Las personas que se someten a diálisis suelen presentar varios
factores de riesgo de arteriopatía coronaria, como hipertensión arterial,
aumento de los niveles de lípidos (grasas) en sangre y diabetes, por lo que
deben intentar disminuir este riesgo.
(Guerrero, 2017)
Imagen N° 2. Tratamiento
Fuente:
Asimismo, estas personas
pueden padecer estreñimiento, lo que puede dificultar la diálisis peritoneal.
Si el intestino se llena con demasiadas heces, el volumen adicional puede
bloquear parcialmente el catéter que drena el líquido de diálisis. Las personas
afectadas pueden necesitar tomar laxantes, pero por lo general se dan
formadores de masa (tales como la ispágula o
medicamentos con plantas del género Plantago) o
sorbitol, y no laxantes que contengan fosfato o magnesio. (Guerrero, 2017)
En
personas que toman quelantes de fosfato que contengan aluminio puede aparecer
una alta concentración de aluminio en sangre (toxicidad del aluminio). Otra
fuente potencial de aluminio es el agua usada para preparar el dializado. Dado
que hoy en día muchos de los quelantes de fosfato disponibles no tienen
aluminio y dado que el aluminio se elimina de manera efectiva durante la
preparación del agua ultrapura utilizada en el
dializado, la toxicidad por aluminio es poco habitual. La toxicidad por
aluminio puede causar debilidad en los huesos, anemia y demencia. Puede
administrarse deferoxamina a través del catéter
peritoneal o por vía intravenosa para ayudar a eliminar el aluminio del
organismo. (Guerrero, 2017)
La
calcifilaxia es un trastorno poco frecuente en el que
las arterias se endurecen, lo que provoca una reducción en el flujo sanguíneo
de la piel del tronco, las nalgas y las piernas. En parte se produce por una
alta concentración de calcio y fósforo en sangre. Aparecen ampollas dolorosas
en la piel y úlceras que a menudo se infectan de forma que, si sobreviene una
infección grave, puede afectar a todo el organismo y ser mortal. El tratamiento
pretende disminuir las complicaciones de la calcifilaxia.
Por ejemplo, la infección se trata con antibióticos, y el dolor se trata con
analgésicos. Se pueden administrar medicamentos para reducir la concentración
de calcio y fósforo en sangre. Las heridas se tratan con cuidados minuciosos de
la piel. (Guerrero, 2017)
Consideraciones
psicosociales: Las
personas que se someten a diálisis pueden experimentar diversas limitaciones
(pérdidas) en todos los aspectos de su vida; la posible pérdida de
independencia puede llegar a ser especialmente frustrante. Puede ser difícil
hacer frente a los cambios en el estilo de vida. Muchas personas sometidas a
diálisis se deprimen y sufren ansiedad. La asistencia psicológica y social a
menudo ayuda a las familias al igual que a los pacientes que siguen un programa
de diálisis; por este motivo, muchos centros de diálisis ofrecen apoyo
psicológico y social. (Guerrero, 2017)
Se
ayuda a manejar la pérdida de independencia y se anima a las personas a
continuar con sus intereses previos. Los pacientes sometidos a hemodiálisis
necesitan que el traslado de ida y vuelta a los centros de diálisis se programe
de forma regular y organizada. Las sesiones de diálisis pueden interferir con
el trabajo, la escuela o las actividades de ocio. Más de la mitad de las
personas adscritas a programas de diálisis a largo plazo tienen 60 años de edad o más. Se ha observado que las personas de edad
avanzada a menudo se adaptan mejor que las personas jóvenes a la diálisis a
largo plazo y a la pérdida de independencia.
(Guerrero, 2017)
Sin
embargo, las personas de edad avanzada que se someten a diálisis pueden
volverse más dependientes de sus hijos mayores o no sentirse capaces de vivir
solas; además, son más propensas a sentirse cansadas como consecuencia del
tratamiento. A menudo es preciso modificar las responsabilidades familiares y
las funciones establecidas para adaptarlas a la pauta de la diálisis, lo que
crea cierta tensión emocional y sentimientos de culpa y de incompetencia.
Consideraciones
en los niños: Los niños cuyo proceso de crecimiento resulta alterado pueden
sentirse aislados y diferentes de sus compañeros. Los jóvenes y adolescentes,
que normalmente se cuestionan sobre su propia identidad, su independencia y su
imagen, pueden encontrar más problemas de este tipo si se someten a diálisis.
Por otro lado, en los niños sometidos a diálisis, es importante la alimentación,
ya que deben recibir suficientes nutrientes que contribuyan a su
desarrollo. (Guerrero, 2017)
Cómo puede ayudar la dieta
al paciente que se Dializa
Consumir
los alimentos adecuados puede ayudar a mejorar su diálisis y su salud. Su
clínica tiene un dietista para ayudarle a planificar sus comidas. Siga
estrictamente el consejo del dietista para sacar el mejor beneficio de sus
tratamientos de hemodiálisis. Éstas son algunas pautas generales:
•
Líquidos. Su dietista le
ayudará a determinar cuánto líquido beber cada día. El exceso de líquidos puede
elevar la presión arterial, hacer que el corazón trabaje más arduamente y
aumentar el estrés de los tratamientos de diálisis. Recuerde que muchos
alimentos, como la sopa, el helado y las frutas, contienen mucha agua. Pida a
su dietista consejos para controlar su sed.
•
Potasio. El mineral potasio
se encuentra en muchos alimentos, especialmente en frutas y vegetales. El
potasio afecta la estabilidad de los latidos del corazón, de modo que ingerir
alimentos con demasiado potasio puede ser peligroso para el corazón. Para
controlar los niveles de potasio en la sangre, evite alimentos como naranjas,
bananas, tomates, papas y frutas secas. Puede quitar parte del potasio de las
papas y otros vegetales pelándolas y sumergiéndolas en un recipiente grande con
agua durante varias horas, y luego cocinándolas en agua fresca. Puede quitar
parte del potasio de las papas sumergiéndolas en agua
•
Fósforo. El mineral fósforo
puede debilitar los huesos y provocar comezón en la piel si consume demasiado.
El control del fósforo puede incluso ser más importante que el del calcio mismo
para prevenir las enfermedades óseas y las complicaciones relacionadas. Los
alimentos como la leche y el queso, frijoles secos, guisantes, nueces y
mantequilla de cacahuate (maní), así como bebidas como gaseosas (sodas), son
ricos en fósforo y se deben evitar. Probablemente necesitará tomar un
aglutinante de fosfatos con los alimentos para controlar el fósforo en la
sangre entre las sesiones de diálisis.
•
Sal (cloruro de
sodio). La mayoría de los alimentos enlatados y las
comidas congeladas tienen un contenido alto de sodio. Demasiado sodio provoca
sed, y cuando usted bebe más líquido, el corazón tiene que trabajar más
arduamente para bombear el líquido en el cuerpo. Con el tiempo, esto puede
provocar presión arterial alta e insuficiencia cardíaca congestiva. Trate de
comer alimentos frescos que naturalmente contengan poco sodio, y busque
productos con etiquetas que digan "low sodium" (contenido bajo de sodio).
•
Proteína. Antes de someterse
a diálisis, puede que su médico le haya indicado que hiciera una dieta con
pocas proteínas para conservar el funcionamiento de los riñones. Pero ahora,
usted tiene diferentes prioridades nutricionales. A la mayoría de las personas
en diálisis se les sugiere comer la mayor cantidad posible de proteínas de alta
calidad. La proteína ayuda a mantener los músculos y a reparar los tejidos,
pero la proteína se descompone en urea dentro del cuerpo. La urea también se
conoce como nitrógeno ureico (BUN por sus siglas en inglés). Algunas fuentes de
proteína, llamadas proteínas de alta calidad, producen menos desechos que
otras. Las proteínas de alta calidad provienen de las carnes rojas, el pescado,
la carne de ave y los huevos. Obtener la mayor cantidad de proteína de estas
fuentes puede reducir la cantidad de urea en la sangre.
•
Calorías. Las calorías
aportan energía a su cuerpo. Algunas personas en diálisis necesitan aumentar de
peso. Tal vez necesite descubrir formas de agregar calorías a su dieta. Los
aceites vegetales, como los aceites de oliva, canola y alazor,
son buenas fuentes de calorías y no provocan problemas para controlar el
colesterol. Los caramelos duros, el azúcar, la miel, la mermelada y la jalea
también aportan calorías y energía. No obstante, si tiene diabetes, tenga mucho
cuidado con el consumo de dulces. Es esencial que las personas con diabetes
cuenten con la guía de un dietista.
•
Suplementos. Puede que a su
dieta le falten vitaminas y minerales debido a que tiene que evitar muchos
alimentos. La diálisis también elimina algunas vitaminas del cuerpo. Es posible
que su médico le recete un complemento de vitaminas y minerales destinado
específicamente a personas con insuficiencia renal. Tome el complemento
recetado después del tratamiento en los días que se someta a hemodiálisis.
Nunca tome las vitaminas de venta libre, ya que pueden contener vitaminas o
minerales perjudiciales para usted.
Conclusiones.
La
enfermedad renal crónica es considerada actualmente un problema de salud pública
en el ámbito mundial por su prevalencia e incidencia creciente en la población,
su importancia relativa en la carga de enfermedad del país, su comportamiento
crónico o permanente, su potencial letal, y su impacto en el paciente, su
familia y los sistemas sanitarios. Por lo tanto, requiere una atención integral
fundamentada en buenas prácticas clínicas basadas en la evidencia.
Los
riñones sanos filtran la sangre eliminando el exceso de líquido, los minerales
y los desechos. Los riñones también producen hormonas que mantienen los huesos
fuertes y la sangre sana. Cuando los riñones fallan, los desechos dañinos se
acumulan en el cuerpo, la presión arterial puede elevarse y el cuerpo puede
retener el exceso de líquido y no producir suficientes glóbulos rojos. Cuando
esto ocurre, la persona necesita tratamiento para reemplazar la función de sus
riñones porque no funcionan adecuadamente.
Para
el análisis del funcionamiento de los riñones, cerca de una vez al mes, su
equipo de profesionales de la diálisis le hará una prueba de sangre aplicando
una de dos fórmulas, URR o Kt/V, para ver si sus
tratamientos están eliminando suficientes desechos. Ambas pruebas tienen como
objetivo determinar un producto de desecho específico llamado nitrógeno ureico
(BUN por sus siglas en inglés) como indicador del nivel total de productos de
desecho en su cuerpo.
Una
de las cosas que se le deben atender al paciente con insuficiencia renal es la
necesidad de respetar sus deseos, tanto en la elección de tratamiento como en
la posibilidad de modificar o retirarse de éste, por lo que un documento de
voluntad anticipada es muy limitado en las unidades de diálisis, para
establecer la anticipación del cuidado en donde se exprese una posición clara
con respecto a la instauración de cuidados agresivos como el requerimiento de
ventilación asistida, estado vegetativo, maniobras de resucitación en caso de
parada cardiorrespiratoria en situaciones límite del fin de la vida, es
importante la recogida y custodia de datos relativos a la voluntad ultima de
los pacientes del respeto a sus decisiones, en caso de pérdida de su autonomía
con esto muchas situaciones que se viven en la práctica clínica se podrían
simplificar u optimizar a la voluntad del paciente.
La
evaluación de la satisfacción de los pacientes permite por un lado identificar
aquellas áreas deficitarias desde el punto de vista del paciente y por otra
parte permite evaluar los resultados de los cuidados, ya que sus necesidades
son el eje sobre el que se articulan las prestaciones asistenciales. Los
aspectos que influyen en la satisfacción de los pacientes son "la
puntualidad de las sesiones de hemodiálisis", "la rapidez con que
consigue lo que necesita", "el interés del personal de enfermería por
los pacientes" y el "tiempo de espera para ser atendido por el
médico".
Otro
de los factores que deben ser abordados es el cuidado del paciente sometido a
diálisis, lo cual lleva consigo a la familia, la cual es considerada parte
esencial en la atención del cuidado y es importante en este proceso para
generar prácticas de buenos hábitos que ayuden a la persona en su estilo de
vida, tiene el papel de alentar y disminuir las tensiones que se vayan
presentando a lo largo del proceso de la enfermedad, por esta razón el personal
de enfermería debe apoyarse en la familia para la planificación de cuidados con
el fin de generar beneficios al paciente.
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