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RECIMAUC VOL. 7 Nº 1 (2023)
Introducción
La aparición de la Hematología y Oncología
pediátricas como subespecialidades nace
como respuesta a una demanda de la pro-
fesión médica y de la sociedad en general
para cubrir una necesidad evidente, como
es la de proporcionar asistencia médica a
un grupo de pacientes cuyas edades van
desde la etapa neonatal hasta la adolescen-
cia (organismo en constante crecimiento), y
sus patologías de base (tipos, y comporta-
miento biológico y terapéutico), en general,
poco tienen que ver con las que atienden
habitualmente los Oncólogos o los Hemató-
logos de adultos. (Almaraz, 2007)
Los niños constituyen un volumen conside-
rable de carga de pacientes en la práctica
general. Aunque las infecciones son más
comunes, no es raro encontrarse con niños
con trastornos hematológicos. La anemia
es el hallazgo hematológico más común
encontrado en la práctica de pediatras y
médicos generales por igual. (Macias et al.,
2022) La anemia está presente en 800 millo-
nes de personas, y son niños 273 millones.
Se estima que la sufren, aproximadamente,
el 50% de los niños menores de 5 años y el
25% de los de 6-12 años de la población
mundial. La causa más frecuente de ane-
mia en el mundo es la deficiencia de hierro;
su incidencia en países en vías de desarro-
llo es 2,5 veces mayor que en países desa-
rrollados. Se presenta, especialmente, entre
los 6 y los 24 meses de edad. (de Pediatría
& Subcomisiones, 2017)
En los últimos años, las enfermedades cró-
nicas en la población infantil, se han incre-
mentado, siendo una de estas el cáncer, el
cual es considerado un problema de Salud
Pública. Según la Organización Mundial
de la Salud, son más de 300 mil niños con
este problema, las edades fluctúan entre 0
y 18 años, además existe una proyección
respecto a 1800 niños y adolescentes que
pueden ser afectados con cáncer. En la in-
fancia la neoplasia más frecuente suele ser
la leucemia, siendo la más predominante la
leucemia linfoblástica aguda en un porcen-
taje de 25% y la aparición de tumores en
menores de 15 a 19 años (19%). (Quijandría
Bezada, 2022)
Con referencia a los exámenes básicos de
laboratorio es innegable la importancia de
disponer de un análisis completo de sangre
periférica, también identificado como hemo-
grama o biometría hemática, que analiza las
células sanguíneas en sangre circulante e
incluye a un reactante de fase aguda cual
es la eritrosedimentación ó velocidad de se-
dimentación globular. (Aranda Torrelio, 2011)
El hemograma es una de las pruebas diag-
nósticas más utilizadas en la práctica médi-
ca habitual. Los actuales analizadores auto-
máticos permiten determinar con un grado
elevado de fiabilidad, rapidez y un bajo
coste los principales parámetros hema-
tológicos en sangre periférica, aportando
una valiosa información acerca de las tres
series hemáticas (glóbulos rojos, blancos
y plaquetas). Sin embargo, el hemograma
manual es insustituible para detectar buena
parte de las alteraciones morfológicas. Las
anomalías en los estudios hematimétricos
deben interpretarse adecuadamente para
establecer su valor, indicar nuevas pruebas
complementarias si es preciso y derivar al
paciente al hematólogo con mayor o menor
rapidez. Con frecuencia se utilizan como un
método general de cribado de la salud del
paciente, pero fuera de un contexto clínico
específico el hemograma puede ser difícil
de interpretar. Por ello, es fundamental ha-
cer una buena indicación de estos estudios.
(Aragonés & de Julián, 2018)
Metodología
La metodología utilizada para el presente
trabajo de investigación, se enmarca den-
tro de una revisión bibliográfica de tipo do-
cumental, ya que nos vamos a ocupar de
temas planteados a nivel teórico como es
Hematología pediátrica y trastornos más
frecuentes. La técnica para la recolección
de datos está constituida por materiales
electrónicos, estos últimos como Google
CÁRDENAS ESTRELLA, S. J., TORRES CELI, A. J., MEDINA SUESCUN, C. J., & QUEZADA CEVALLOS, A. K.