DOI: 10.26820/reciamuc/9.(3).julio.2025.277-292
URL: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/1629
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIAMUC
ISSN: 2588-0748
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 57 Lingüística
PAGINAS: 277-292
El impacto de la literatura y la psicología cognitiva en la
formación de lectores con pensamiento crítico y reexivo en
el contexto educativo del siglo XXI
The impact of literature and cognitive psychology on the development of
critical and reflective readers in the 21st-century educational context
O impacto da literatura e da psicologia cognitiva na formação de leitores
com pensamento crítico e reflexivo no contexto educativo do século XXI
Grace Cristina Albuja Dávila
1
; Evelin Alexandra Moreno Rosales
2
; Sandra del Rocío Toapanta Maldonado
3
;
Nancy Karina Maldonado Caiza
4
RECIBIDO: 21/06/2025 ACEPTADO: 02/07/2025 PUBLICADO: 11/09/2025
1. Magíster en Innovación en Educación; Licenciada en Ciencias de la Educación Mención Educación Básica; Tecnología Superior Profesora de Pre-
primaria; Docente de Lengua y Literatura en la Unidad Educativa Fiscal "Juan Larrea Holguín"; Quito, Ecuador; cristyalbuja@hotmail.com; https://
orcid.org/0009-0008-2771-9791
2. Magíster en Innovación en Educación; Licenciada en Ciencias de la Educación Mención en Lengua y Literatura; Docente de Lengua y Literatura de
Bachillerato General Unificado de la Unidad Educativa “Manuela Cañizares”; Quito, Ecuador; evelin_mor1981@hotmail.com; https://orcid.org/0009-
0006-3552-3794
3. Máster Universitario en Formación y Perfeccionamiento del Profesorado; Licenciada en Ciencias de la Educación Especialización Educación Primaria;
Profesora Especialización Educación Primaria; Vicerrectora y Docente de Educación General Básica de la Unidad Educativa Municipal del Milenio
“Bicentenario”; Quito, Ecuador; zambitalando@hotmail.es; https://orcid.org/0009-0005-5419-4255
4. Magíster en Educación Mención en Innovación y Liderazgo Educativo; Licenciada en Ciencias de la Educación Mención Psicología Educativa y Orien-
tación; Psicóloga Educativa en el Departamento de Consejería Estudiantil en la Unidad Educativa Municipal Quitumbe; Quito, Ecuador; nancymaldo-
nadoc80@gmail.com; https://orcid.org/0000-0002-6917-7096
CORRESPONDENCIA
Grace Cristina Albuja Dávila
cristyalbuja@hotmail.com
Quito, Ecuador
© RECIAMUC; Editorial Saberes del Conocimiento, 2025
RESUMEN
En el ámbito educativo del siglo XXI, marcado por la globalización, la digitalización y la sobrecarga informativa, se vuelve
imprescindible la formación de ciudadanos con pensamiento crítico y reflexivo. En este escenario, la lectura adquiere un
valor central al concebirse no solo como un proceso de decodificación, sino como una práctica compleja de compren-
sión, interpretación y reflexión que posibilita analizar, cuestionar y construir significados. El presente artículo explora el
impacto conjunto de la literatura y la psicología cognitiva en la formación de lectores críticos y reflexivos, subrayando la
necesidad de articular ambas perspectivas dentro de la educación. La literatura, entendida como recurso cultural y ético,
fomenta la imaginación moral, la empatía y la sensibilidad crítica, elementos que favorecen la capacidad de los lectores
para adoptar la perspectiva del otro y profundizar en la comprensión de la condición humana. Estas contribuciones re-
fuerzan la dimensión social y política de la literatura, al impulsar una conciencia ciudadana que interpela las realidades
vigentes y promueve la transformación social. De manera complementaria, la psicología cognitiva proporciona un marco
científico para comprender los procesos mentales vinculados a la atención, la memoria, la percepción, el razonamiento y
la toma de decisiones. Dichos procesos son esenciales para explicar cómo se construye el conocimiento y cómo se de-
sarrollan habilidades de análisis, evaluación y síntesis durante la experiencia lectora. La integración de estas perspectivas
abre la posibilidad de diseñar estrategias pedagógicas capaces de fortalecer la lectura crítica en contextos educativos
complejos y dinámicos. En definitiva, la articulación entre literatura y psicología cognitiva constituye un enfoque interdis-
ciplinario que supera la visión instrumental de la lectura, concibiéndola como un proceso formativo integral que potencia
capacidades cognitivas, éticas y sociales. Se concluye que esta convergencia resulta decisiva para la construcción de
ciudadanos reflexivos, críticos y comprometidos, preparados para responder a los desafíos de sociedades democráticas,
plurales y mediadas por la tecnología.
Palabras clave: Literatura, Psicología cognitiva, Pensamiento crítico, Educación, Lectores reflexivos.
ABSTRACT
In the educational sphere of the 21st century, marked by globalization, digitalization, and information overload, the forma-
tion of citizens with critical and reflective thinking becomes essential. In this scenario, reading acquires a central value by
being conceived not only as a process of decoding but as a complex practice of comprehension, interpretation, and re-
flection that enables the analysis, questioning, and construction of meanings. The present article explores the joint impact
of literature and cognitive psychology on the formation of critical and reflective readers, emphasizing the need to articulate
both perspectives within education. Literature, understood as a cultural and ethical resource, fosters moral imagination,
empathy, and critical sensitivity, elements that enhance readers' ability to adopt the perspective of others and deepen their
understanding of the human condition. These contributions reinforce the social and political dimension of literature, by
fostering a civic consciousness that challenges prevailing realities and promotes social transformation. Complementarily,
cognitive psychology provides a scientific framework for understanding the mental processes linked to attention, memory,
perception, reasoning, and decision-making. These processes are essential for explaining how knowledge is construct-
ed and how skills of analysis, evaluation, and synthesis develop during the reading experience. The integration of these
perspectives opens up the possibility of designing pedagogical strategies capable of strengthening critical reading in
complex and dynamic educational contexts. Ultimately, the integration of literature and cognitive psychology constitutes
an interdisciplinary approach that transcends the instrumental view of reading, conceiving it as a comprehensive formative
process that enhances cognitive, ethical, and social capacities. It is concluded that this convergence is crucial for the
construction of reflective, critical, and committed citizens, prepared to respond to the challenges of democratic, pluralistic,
and technology-mediated societies.
Keywords: Literature, Cognitive Psychology, Critical Thinking, Education, Reflective Readers.
RESUMO
No âmbito educacional do século XXI, marcado pela globalização, digitalização e sobrecarga informativa, torna-se impre-
scindível a formação de cidadãos com pensamento crítico e reflexivo. Neste cenário, a leitura adquire um valor central
ao ser concebida não apenas como um processo de decodificação, mas como uma prática complexa de compreensão,
interpretação e reflexão que possibilita analisar, questionar e construir significados. O presente artigo explora o impacto
conjunto da literatura e da psicologia cognitiva na formação de leitores críticos e reflexivos, sublinhando a necessidade
de articular ambas as perspectivas dentro da educação. A literatura, entendida como recurso cultural e ético, fomenta
a imaginação moral, a empatia e a sensibilidade crítica, elementos que favorecem a capacidade dos leitores de adotar
a perspectiva do outro e aprofundar na compreensão da condição humana. Essas contribuições reforçam a dimensão
social e política da literatura, ao impulsionar uma consciência cidadã que interpela as realidades vigentes e promove a
transformação social. De maneira complementar, a psicologia cognitiva fornece um quadro científico para compreender
os processos mentais vinculados à atenção, à memória, à percepção, ao raciocínio e à tomada de decisões. Esses pro-
cessos são essenciais para explicar como se constrói o conhecimento e como se desenvolvem habilidades de análise,
avaliação e síntese durante a experiência de leitura. A integração dessas perspectivas abre a possibilidade de desenhar
estratégias pedagógicas capazes de fortalecer a leitura crítica em contextos educativos complexos e dinâmicos. Em
definitiva, a articulação entre literatura e psicologia cognitiva constitui uma abordagem interdisciplinar que supera a visão
instrumental da leitura, concebendo-a como um processo formativo integral que potencializa capacidades cognitivas,
éticas e sociais. Conclui-se que essa convergência é decisiva para a construção de cidadãos reflexivos, críticos e com-
prometidos, preparados para responder aos desafios de sociedades democráticas, plurais e mediadas pela tecnologia.
Palavras-chave: Literatura, Psicologia cognitiva, Pensamento crítico, Educação, Leitores reflexivos.
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RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
Metodología
Para la elaboración de este estudio se plan-
tea un enfoque teórico-comparativo y docu-
mental, apoyado en la revisión crítica y mi-
nuciosa de distintas fuentes bibliográficas
de la psicología cognitiva, de la pedagogía
literaria y el pensamiento crítico. La estrate-
gia metodológica utilizada incluye:
Revisión de la literatura académica que
existe de autores de obras clásicas y con-
temporáneas de la psicología cognitiva, es-
tudios sobre literatura en la educación y el
desarrollo del pensamiento crítico.
Un análisis comparativo con la identifica-
ción de convergencias y divergencias entre
las perspectivas cognitiva y literaria en el
desarrollo del pensamiento crítico.
Finalmente, la interpretación socioeducati-
va al integrar los hallazgos en el contexto
del siglo XXI, caracterizado por el impacto
de la tecnología, la sobreinformación y los
desafíos democráticos a los que se deben
enfrentar los nuevos ciudadanos.
Introducción
En la sociedad del siglo XXI, caracterizado
por la globalización, la digitalización y la
sobreinformación, el desarrollo del pensa-
miento crítico y reflexivo se ha convertido
en una necesidad educativa y social. Las
sociedades actuales enfrentan desafíos vin-
culados al exceso de información, la propa-
gación de noticias falsas y la fragmentación
de la atención en entornos digitales. Estos
desafíos requieren ciudadanos con la ca-
pacidad de comprender, examinar y valorar
los discursos de manera autónoma, evitan-
do la asimilación mecánica de información
y promoviendo una participación democrá-
tica activa.
En este marco, la formación de lectores ca-
paces de interpretar, cuestionar y construir
significados se vincula directamente con la
consolidación de sociedades democráticas
y pluralistas, la lectura, concebida como
un proceso integral que va más allá de la
EL IMPACTO DE LA LITERATURA Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA EN LA FORMACIÓN DE LECTORES CON
PENSAMIENTO CRÍTICO Y REFLEXIVO EN EL CONTEXTO EDUCATIVO DEL SIGLO XXI
simple decodificación de signos, e incluye
comprensión, interpretación y reflexión críti-
ca, se constituye en un instrumento esencial
para la formación de ciudadanos reflexivos
y comprometidos con su entorno. De este
modo, el aula se convierte en un espacio
privilegiado para la formación de compe-
tencias que trascienden lo meramente aca-
démico y que tienen un impacto directo en
la vida social y política.
En este contexto, la literatura y la psicolo-
gía cognitiva ofrecen perspectivas comple-
mentarias; la literatura, entendida como un
recurso tanto cultural como ético, fomenta
la imaginación moral, la empatía y el pensa-
miento crítico, permitiendo que los lectores
adopten diferentes perspectivas y profun-
dicen en la comprensión de la experiencia
humana. Por su parte, la psicología cogni-
tiva, entendida como disciplina científica,
se ocupa de analizar los procesos mentales
relacionados con la percepción, la atención,
la memoria, el razonamiento y la toma de
decisiones, proporcionando fundamentos
teóricos para comprender cómo se constru-
ye el conocimiento y cómo se desarrolla el
pensamiento crítico en el proceso lector.
La convergencia entre literatura y psicología
cognitiva permite concebir la lectura como
una práctica formativa integral que articula
aspectos cognitivos, emocionales, éticos y
sociales. En este sentido, la educación del
siglo XXI requiere un enfoque interdiscipli-
nario que combine la riqueza cultural y críti-
ca de la literatura con los aportes científicos
de la psicología cognitiva, a fin de formar
ciudadanas reflexivas, capaces de enfren-
tar los retos de un mundo globalizado, di-
verso y tecnológicamente mediado.
El artículo examina el impacto conjunto de
estas dos dimensiones en la educación
contemporánea, analizando su relevancia
en la formación de lectores críticos y reflexi-
vos, y proponiendo una reflexión sobre su
papel en la construcción de sociedades de-
mocráticas, inclusivas y pluralistas.
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Este estudio es relevante porque proporcio-
na un marco conceptual y metodológico para
comprender cómo la literatura y la psicología
cognitiva pueden transformar la práctica edu-
cativa, no solo en términos de habilidades
lectoras, sino también en la formación de ciu-
dadanos conscientes, críticos y comprometi-
dos con la sociedad. Asimismo, contribuye a
la discusión académica sobre la educación
del siglo XXI, ofreciendo fundamentos para
diseñar políticas y programas educativos que
fortalezcan la lectura crítica y reflexiva en en-
tornos escolares y comunitarios.
El contexto educativo
El conocimiento posee un carácter univer-
sal, en la medida en que constituye una
construcción humana orientada a explicar,
interpretar y transformar la realidad, no
obstante, las diferencias se manifiestan en
los procedimientos metodológicos y en las
diversas vías empleadas para su adquisi-
ción, las cuales dependen de factores cul-
turales, sociales, históricos, psicológicos y
tecnológicos. Así, aunque el conocimiento
como producto es común a la humanidad,
su acceso y desarrollo se encuentra con-
dicionado por el contexto en el que surge,
dependiendo del medio social en el que se
desarrolla el ser humano.
En este sentido, es importante destacar que
el conocimiento no es un fenómeno atempo-
ral, sino que presenta una dimensión históri-
ca que otorga especificidad tanto al objeto
producido como al sujeto que lo elabora.
Cada época, sociedad o tradición científica
imprime sus propios enfoques, paradigmas
y formas de validación, lo que permite com-
prender por qué ciertos saberes emergen,
se consolidan o incluso desaparecen en
función de los cambios históricos.
La producción del conocimiento, por lo
tanto, no depende únicamente de la capa-
cidad individual del sujeto cognoscente,
sino también de la existencia de condi-
ciones objetivas y subjetivas que lo posi-
biliten. Entre las condiciones objetivas se
encuentran el desarrollo de la ciencia, la
tecnología, las instituciones educativas y
los recursos materiales necesarios para la
investigación; por otro lado, las condicio-
nes subjetivas se relacionan con el carác-
ter, motivaciones, intereses, habilidades y
disposiciones del sujeto, así como con los
marcos conceptuales y epistemológicos
que guían su actividad cognitiva.
Según Páez (2013) “el escenario mayor de
posibilidades de reconocimiento, formación
y transformación de los seres humanos, que
no se reduce a las instituciones creadas
para tal fin pero que, si tiene lugar en ellas,
se maximizan las posibilidades formativas y
el desarrollo humano de quienes participan
de esta” (p.p. 56-69). Solo en la confluen-
cia de estos factores históricos, objetivos y
subjetivos es posible la generación de un
conocimiento válido, verificable y suscepti-
ble de ser integrado al acervo científico y
cultural de la humanidad. De esta manera,
se entiende que el conocimiento, aunque
universal en esencia, siempre se encuentra
mediado por las condiciones históricas y
por la interacción entre el ser humano y su
contexto social.
El pensamiento crítico, en el ámbito educa-
tivo, se presenta como un concepto polisé-
mico, dado que su definición depende de
la relación que guarda con distintas discipli-
nas y con las prácticas pedagógicas espe-
cíficas en las que se desarrolla. A pesar de
la abundancia de aproximaciones teóricas,
todavía se requiere articular dichas concep-
ciones con los currículos y con las estrate-
gias didácticas de enseñanza-aprendizaje,
de manera que su aplicación en contextos
educativos particulares adquiera mayor re-
levancia y efectividad.
Para Carbonell (2008) la educación se sus-
tenta en “sólida tradición cultural que se
transmite de generación en generación y
de una rica memoria pedagógica que sirve
de referente continuo para la intervención
educativa” (p. 11); se puede notar que se
subraya dos dimensiones fundamentales
en los procesos de formación y enseñanza.
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En primer lugar, alude a la tradición cultural
como herencia colectiva, entendida como
el conjunto de valores, prácticas, saberes
y expresiones simbólicas que una comuni-
dad preserva y transmite a lo largo del tiem-
po. Este proceso intergeneracional garan-
tiza la continuidad de la identidad social y
cultural, además de constituir un marco de
referencia que orienta la construcción del
conocimiento y la convivencia.
En segundo lugar, se resalta la memoria pe-
dagógica, es decir, la acumulación de ex-
periencias educativas que a lo largo de la
historia han sido probadas, sistematizadas
y transmitidas por docentes y comunidades.
Esta memoria se convierte en un acervo del
saber práctico y teórico que permite a los
educadores fundamentar su labor, evitando
la improvisación y dotando de sentido y co-
herencia a las estrategias pedagógicas.
La articulación de estos dos elementos que
son la tradición cultural y la memoria pe-
dagógica, las cuales configura un sustrato
esencial para la intervención educativa; por
un lado, la tradición cultural aporta legitimi-
dad y pertinencia al proceso formativo, pues
conecta la educación con el contexto social
en el que se desarrolla; por otro, la memoria
pedagógica proporciona herramientas meto-
dológicas y conceptuales que guían al do-
cente en la toma de decisiones didácticas,
permitiendo una práctica educativa reflexi-
va, crítica y contextualizada. Razón por la
cual, la educación no es un proceso aislado
ni meramente técnico, sino que se nutre de
la historia cultural y pedagógica de los pue-
blos. Reconocer y valorar estos elementos
es clave para garantizar una enseñanza sig-
nificativa, inclusiva y transformadora.
Literatura
La literatura constituye un medio esencial
dentro del proceso educativo, ya que favo-
rece la transformación social al posibilitar la
comprensión de los significados y sentidos
vinculados a los fenómenos del entorno vi-
tal de los individuos; sin embargo, uno de
los principales desafíos en este ámbito es
la ausencia de una perspectiva crítica en la
manera en que se promueve y se enseña la
literatura. Si bien es común que los docentes
participen en procesos de formación relacio-
nados con la didáctica, la gestión curricular o
la convivencia, lo cual resulta valiosa, dichas
instancias suelen carecer de un enfoque que
impulse el desarrollo de lectores críticos y re-
flexivos, capaces de interpretar la realidad a
través de los textos literarios.
De igual manera, aunque los docentes sue-
len involucrarse en proyectos pedagógicos y
de investigación que enriquecen los proce-
sos de enseñanza-aprendizaje, su alcance
dentro de las instituciones educativas resulta
limitado, esto ocurre porque tales proyec-
tos no siempre se articulan con la gestión ni
con la organización curricular, o bien porque
la dimensión crítica que la literatura puede
ofrecer no se integra de manera suficiente
para generar transformaciones profundas en
la formación de los estudiantes.
A ello se suma que el discurso docente, en
muchos casos, carece de una mirada crí-
tica que ponga en evidencia procesos de
comprensión, análisis e interpretación de
las problemáticas sociales, culturales y hu-
manas que la literatura revela. Como conse-
cuencia, la enseñanza de la literatura corre
el riesgo de reducirse a un ejercicio memo-
rístico o estético, en lugar de convertirse en
una herramienta poderosa que fortalezca
la voz de los estudiantes y de los maestros
frente a los retos sociales que demandan
reflexión, sensibilidad y compromiso.
Es así que Colomer (2005), manifiesta que
“La literatura es un medio que contribuye a
la formación integral del ser humano, pues
desarrolla la imaginación, estimula la sen-
sibilidad estética y favorece la reflexión crí-
tica sobre la realidad social y cultural” (p.
27). Plantea que la literatura favorece la
formación integral del ser humano, desta-
cando dimensiones como la imaginación, la
sensibilidad estética y la reflexión crítica. Su
propuesta se alinea con una visión huma-
nista de la educación, donde la literatura no
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PENSAMIENTO CRÍTICO Y REFLEXIVO EN EL CONTEXTO EDUCATIVO DEL SIGLO XXI
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es un adorno cultural, sino un recurso que
permite comprender la realidad social des-
de perspectivas simbólicas y creativas.
Mientras que Mendoza Fillola, (1998), expre-
sa que “Leer literatura no es un pasatiempo;
es un modo de comprender al otro, de re-
conocerse en la diversidad de voces y de
ampliar la conciencia crítica frente al mundo”
(p. 42). Resalta que la lectura literaria tras-
ciende lo recreativo y se convierte en una he-
rramienta de empatía y conciencia crítica. La
literatura aparece aquí como un medio para
comprender al otro y reconocer la diversidad
cultural, lo cual fortalece la formación ciuda-
dana y la convivencia democrática.
Para Cerrillo (2013), “La enseñanza de la
literatura se convierte en un espacio de
construcción de ciudadanía, en tanto los
textos literarios son vehículos de memoria,
identidad y valores éticos que permiten el
diálogo intercultural” (p. 56). Sitúa a la en-
señanza de la literatura como un espacio de
construcción de ciudadanía, porque los tex-
tos literarios transmiten memoria, identidad
y valores éticos. Con esta visión, la literatura
se convierte en un instrumento pedagógi-
co que fomenta el diálogo intercultural y el
respeto a la diversidad, fundamentales en
sociedades plurales.
En cambio, Rosenblatt (1996), expresa que
“La literatura proporciona un conocimien-
to que no se limita a lo cognitivo, sino que
integra lo emocional y lo social, ayudando
a los individuos a situarse críticamente en
el entorno que habitan” (p. 68). Subraya el
carácter integral del conocimiento literario,
al señalar que no se reduce a lo cognitivo,
sino que también involucra lo emocional y
social. Este enfoque responde a la teoría
transaccional de la lectura, donde el lector
establece un vínculo dinámico con el tex-
to, y la experiencia literaria contribuye a la
construcción de un pensamiento crítico si-
tuado en la realidad.
De igual forma Chartier, (2000), señala “La
práctica lectora de textos literarios fomenta
la autonomía intelectual y promueve la ca-
pacidad de análisis y reflexión, elementos
esenciales para el desarrollo de una socie-
dad democrática”. La lectura literaria impul-
sa la autonomía intelectual y la capacidad
crítica, elementos centrales en la consolida-
ción de una sociedad democrática, su vi-
sión destaca el poder de la literatura como
un medio de emancipación cultural y social,
donde el acto de leer es un ejercicio de li-
bertad y reflexión frente a la realidad.
Los cinco autores antes mencionados con-
vergen en la idea de que la literatura cons-
tituye un agente formativo esencial que
trasciende el simple disfrute estético; la lite-
ratura, concebida como un medio de forma-
ción integral, desempeña un papel decisivo
en el desarrollo humano al articular dimen-
siones cognitivas, emocionales, sociales y
éticas. Tal como señalan Colomer (2005) y
Rosenblatt (1996), el contacto con los textos
literarios estimula la imaginación, la sensi-
bilidad estética y la capacidad de situarse
críticamente frente a la realidad. En esta lí-
nea, Mendoza Fillola (1998) destaca su valor
como instrumento de empatía y conciencia
crítica, al permitir al lector comprender al
otro y reconocerse en la diversidad de vo-
ces. Cerrillo (2013), por su parte, enfatiza
que la enseñanza de la literatura constituye
un espacio de construcción de ciudadanía,
ya que los textos literarios transmiten memo-
ria, identidad y valores éticos que posibilitan
el diálogo intercultural. Finalmente, Chartier
(2000) resalta su aporte a la autonomía inte-
lectual y a la consolidación de sociedades
democráticas. En conjunto, estas perspec-
tivas evidencian que la literatura no solo es
una fuente de disfrute estético, sino también
un recurso pedagógico fundamental para
formar lectores críticos, reflexivos y compro-
metidos con la transformación social.
La importancia de la literatura en la edu-
cación
La literatura ocupa un lugar central en los
procesos educativos, no solo por su va-
lor estético, sino también por su papel en
la formación crítica, reflexiva y ética de los
ALBUJA DÁVILA, G. C., MORENO ROSALES, E. A. ., TOAPANTA MALDONADO, S. DEL R., & MALDONADO CAIZA,
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estudiantes. Diversos autores han señalado
que la lectura literaria constituye una herra-
mienta indispensable para el desarrollo de
competencias ciudadanas y humanísticas.
En este sentido, Martha Nussbaum (2010)
sostiene que “la literatura desarrolla la imagi-
nación moral, permitiendo a los estudiantes
ponerse en el lugar del otro y comprender
perspectivas distintas a la propia” (p. 95).
Esto implica que la experiencia literaria que
desarrollan los seres humanos fomenta la
empatía y amplía la capacidad de reflexión
social y ética. En una línea similar, Freire
(1997) plantea que “la lectura de la palabra
no puede separarse de la lectura del mundo;
la literatura abre caminos para comprender
críticamente la realidad” (p. 35), destacan-
do así la función liberadora de la lectura en
el proceso educativo, formando ciudadanos
preparados para comprender los problemas
que se presentan en la sociedad y poder en-
frentarlos buscando soluciones.
Desde una perspectiva filosófica, Antonio
Machado, citado por Lledó (2002), afirma
que “la literatura es una de las formas más
altas de educación del espíritu, pues ense-
ña a pensar y a sentir de manera crítica y
libre” (p. 72). Este punto de vista refuerza
la idea de que la literatura va más allá de la
instrucción académica, constituyéndose en
una práctica formativa integral en los niños,
niñas y adolescentes.
Asimismo, Bruner (1996) indica que “la lite-
ratura en la educación no solo transmite co-
nocimientos, sino que configura modos de
pensar, de narrar y de construir la identidad
personal y colectiva” (p. 41). En esta línea,
la literatura no se reduce a ser simplemen-
te un objeto de estudio o hábito, sino que
actúa como mediadora en la construcción
del pensamiento y la ampliación del conoci-
miento de la cultura.
Finalmente, Nussbaum (1997) amplía su re-
flexión al señalar que “el estudio de la literatu-
ra fomenta la capacidad crítica, la empatía y
la reflexión ética, cualidades esenciales para
la formación ciudadana” (p. 89), lo que refuer-
za la función social y política de la literatura en
el ámbito educativo, permitiendo tener ciuda-
danos responsables con la sociedad.
En conjunto, estas perspectivas muestran
que la literatura desempeña un papel esen-
cial en la educación contemporánea, ya que
contribuye al desarrollo del pensamiento críti-
co, la sensibilidad ética y la formación de ciu-
dadanos reflexivos, aspectos fundamentales
para sociedades democráticas y pluralistas.
La literatura, al presentar narrativas diversas
y abrir espacios de interpretación múltiple,
se convierte en una herramienta pedagógica
que estimula la capacidad de análisis y la re-
flexión crítica frente a realidades complejas.
A través de la confrontación con personajes,
tramas y contextos culturales variados, los
estudiantes no solo ejercitan la comprensión
lectora, sino que desarrollan la habilidad de
cuestionar, contrastar y elaborar juicios fun-
damentados. Este proceso resulta crucial
en un mundo donde la sobreabundancia de
información demanda lectores activos capa-
ces de distinguir entre hechos, opiniones y
manipulaciones discursivas.
Por otro lado, la literatura cumple una fun-
ción ética al promover la empatía y la com-
prensión del otro. Según Nussbaum (2010),
la experiencia literaria permite al lector si-
tuarse en perspectivas distintas a la propia,
ampliando su horizonte moral. Esto implica
que la literatura no solo transmite conoci-
mientos, sino que también educa en valores
como la tolerancia, la justicia y la solidari-
dad, indispensables para la convivencia en
contextos sociales cada vez más diversos y
multiculturales.
Asimismo, la literatura en la educación forta-
lece la formación ciudadana, en tanto ayu-
da a los estudiantes a reconocerse como
parte de una comunidad histórica y cultural,
a la vez que los dota de herramientas para
participar activamente en ella. Como señala
Freire (1997), la lectura de la palabra está
siempre vinculada a la lectura del mundo;
de ahí que el acto de leer literatura adquiera
una dimensión política y transformadora.
EL IMPACTO DE LA LITERATURA Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA EN LA FORMACIÓN DE LECTORES CON
PENSAMIENTO CRÍTICO Y REFLEXIVO EN EL CONTEXTO EDUCATIVO DEL SIGLO XXI
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RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
En consecuencia, la enseñanza literaria
trasciende el ámbito escolar para conver-
tirse en una práctica formativa integral que
articula el pensamiento crítico, la sensibi-
lidad ética y la conciencia social. De este
modo, la literatura contribuye no solo a la
formación académica de los individuos,
sino también a la consolidación de socie-
dades democráticas, pluralistas y abiertas
al diálogo, donde la reflexión, la empatía y
la participación ciudadana resultan pilares
fundamentales de la vida en comunidad.
La psicología cognitiva
La psicología cognitiva y el pensamiento
crítico mantienen una estrecha relación, ya
que esta rama de la psicología se centra en
el estudio de los procesos mentales supe-
riores como la memoria, la atención, el ra-
zonamiento, el lenguaje y la resolución de
problemas que se presentan en el diario vi-
vir, los mismos que constituyen la base del
desarrollo del pensamiento crítico. Para una
mejor comprensión de la psicología cogniti-
va se analiza las siguientes definiciones:
Anderson (2010); define la psicología cog-
nitiva como el estudio de los procesos men-
tales involucrados en el aprendizaje, la me-
moria, la percepción, el razonamiento y la
resolución de problemas. Su enfoque prin-
cipal se centra en cómo las personas ad-
quieren, procesan y almacenan información.
Esta definición resalta la psicología cogniti-
va como una disciplina procesal y dinámica,
centrada en la actividad interna de la mente,
la referencia a la adquisición, procesamien-
to y almacenamiento de información subra-
ya la influencia del modelo de procesamien-
to de la información, que considera la mente
humana similar a un sistema computacional.
Su enfoque es amplio y aplicable a múltiples
campos, como educación, inteligencia artifi-
cial y neurociencia cognitiva.
Mientras que para Neisser (1967), la psi-
cología cognitiva estudia la cognición hu-
mana, es decir, los procesos por los cuales
los individuos perciben, aprenden, recuer-
dan y piensan sobre la información. Esta
definición es clásica y fundacional, ya que
Neisser es considerado el “padre de la psi-
cología cognitiva”. Destaca la cognición
como un fenómeno holístico, integrando
percepción, memoria y pensamiento como
componentes interrelacionados. Su aporte
principal es conceptual, estableciendo las
bases teóricas sobre las que se desarrolla-
ron modelos posteriores de procesamiento
de información y estudios experimentales.
Al contrario, Matlin (2009), considera a la
psicología cognitiva como la disciplina que
estudia cómo los individuos procesan infor-
mación del entorno, incluyendo percepción,
atención, memoria, pensamiento, lenguaje y
resolución de problemas. La definición enfa-
tiza la interacción entre el individuo y su en-
torno, mostrando un enfoque más aplicado y
contextualizado, incluye de manera explícita
la atención y el lenguaje, aspectos que en
otras definiciones se mencionan implícita-
mente, ampliando así el alcance del estudio
cognitivo. Su enfoque permite conectar la
teoría cognitiva con aplicaciones prácticas,
como la educación, la terapia cognitivo-con-
ductual y la psicología organizacional.
Eysenck y Keane (2015), estos autores des-
criben a la psicología cognitiva como la rama
de la psicología dedicada a estudiar los
procesos mentales internos implicados en
la adquisición de conocimiento, incluyendo
memoria, atención, percepción, lenguaje y
toma de decisiones. Esta definición refuerza
la idea de la cognición como un fenómeno
interno y central en el comportamiento hu-
mano, al mencionar explícitamente la toma
de decisiones, introduce un componente de
relevancia práctica y aplicada, vinculando la
psicología cognitiva con la psicología del jui-
cio, la economía conductual y la neurocien-
cia cognitiva. Representa una visión integra-
dora y moderna, actualizando la perspectiva
clásica de Neisser al incluir procesos cogni-
tivos complejos y sus aplicaciones.
Todas las definiciones antes mencionadas
y analizadas coinciden en que la psicología
cognitiva se centra en los procesos menta-
ALBUJA DÁVILA, G. C., MORENO ROSALES, E. A. ., TOAPANTA MALDONADO, S. DEL R., & MALDONADO CAIZA,
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RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
les internos relacionados con la adquisición
y procesamiento de información. Neisser
(1967) aporta la base conceptual clásica; An-
derson (2010) enfatiza el modelo de procesa-
miento de la información; Matlin (2009) aporta
un enfoque aplicado y contextual; y Eysenck
y Keane (2015) integran procesos cognitivos
complejos con aplicaciones prácticas. En
conjunto, estas perspectivas muestran que
la psicología cognitiva es una disciplina di-
námica, interdisciplinaria y aplicable a múlti-
ples contextos, desde la investigación básica,
hasta en la educación y la tecnología.
Kuhn (1999), sostiene que el pensamien-
to crítico se desarrolla a través del cambio
en los "modelos mentales" del individuo, un
proceso que depende tanto de su madurez
como de las experiencias de aprendizaje.
Entre estas, destaca la capacidad para re-
emplazar modelos de causalidad simples
por estructuras más complejas y multivaria-
das, un paso fundamental en el desarrollo
cognitivo crítico
Sun y Hui (2012), en su revisión conceptual,
Sun y Hui destacan que el pensamiento crí-
tico constituye una competencia cognitiva
que involucra la autorregulación, el razona-
miento, el análisis de problemas y la toma
de decisiones. Esta capacidad posibilita la
construcción de conocimiento, la resolución
de tareas y la adaptación al entorno.
Desde la psicología cognitiva, el pensamien-
to crítico se concibe como una competencia
fundamentada en la evolución de modelos
mentales, habilidades estratégicas de razo-
namiento, y autorregulación cognitiva. Las
investigaciones de Kuhn evidencian cómo
la transformación de marcos mentales favo-
rece una mayor capacidad crítica, mientras
que Halpern y Willingham identifican actitu-
des específicas que sostienen este proceso.
Además, estudios conceptuales (Sun y Hui)
y empíricos recientes (universidad pakistaní)
refuerzan la relación entre pensamiento crí-
tico, solución de problemas y toma de deci-
siones, subrayando su relevancia en la for-
mación académica actual.
Fundamentos cognitivos del pensamien-
to crítico
El pensamiento crítico se apoya en proce-
sos como la atención selectiva, la memoria
de trabajo y el razonamiento lógico, que
permiten analizar la información, compa-
rarla con conocimientos previos y generar
juicios fundamentados.
Según Halpern (2014), el pensamiento crí-
tico se concibe como el uso intencional de
habilidades cognitivas y estrategias para
aumentar la probabilidad de obtener resul-
tados deseados.
Modelos mentales y desarrollo crítico. - Des-
de la psicología cognitiva, el pensamiento
crítico implica la capacidad de revisar y re-
construir modelos mentales. Kuhn (1999)
afirma que los individuos desarrollan pen-
samiento crítico a medida que reemplazan
explicaciones simples por estructuras cau-
sales más complejas, producto de la madu-
ración cognitiva y la experiencia.
Autorregulación y metacognición.- El pen-
samiento crítico exige metacognición, es
decir, la capacidad de reflexionar sobre los
propios procesos de pensamiento, monito-
rearlos y corregirlos. Facione (1990) lo define
como un “juicio intencional y autorregulado”,
lo que se alinea con los principios de la psi-
cología cognitiva que estudia la autorregula-
ción cognitiva en la toma de decisiones.
Aplicaciones educativas.- La psicología
cognitiva proporciona estrategias didácticas
para promover el pensamiento crítico, como
el aprendizaje basado en problemas, la reso-
lución de casos, o la enseñanza explícita de
estrategias metacognitivas. Sun y Hui (2012)
sostienen que la competencia cognitiva liga-
da al pensamiento crítico es esencial para la
construcción del conocimiento y la adapta-
ción en contextos cambiantes.
La psicología cognitiva ofrece el marco
teórico y empírico que permite compren-
der cómo los individuos procesan, analizan
y evalúan la información, mientras que el
EL IMPACTO DE LA LITERATURA Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA EN LA FORMACIÓN DE LECTORES CON
PENSAMIENTO CRÍTICO Y REFLEXIVO EN EL CONTEXTO EDUCATIVO DEL SIGLO XXI
286
RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
pensamiento crítico representa la aplica-
ción consciente y reflexiva de esas funcio-
nes cognitivas para tomar decisiones, resol-
ver problemas y participar activamente en
la sociedad.
La psicología cognitiva se centra en el estudio
de los procesos mentales implicados en la
adquisición, almacenamiento, procesamien-
to y utilización de la información. Dentro de
este marco, el pensamiento crítico se configu-
ra como una capacidad superior que integra
múltiples funciones cognitivas y metacogniti-
vas, orientadas hacia el análisis, la evaluación
y la toma de decisiones fundamentadas.
En primer lugar, los procesos cognitivos bá-
sicos —como la atención, la percepción y
la memoria— constituyen la base sobre la
cual se desarrollan las habilidades críticas.
Sin la capacidad de seleccionar informa-
ción relevante, organizarla en estructuras
significativas y recuperarla de manera efi-
caz, resultaría difícil establecer juicios razo-
nados sobre un fenómeno.
En segundo lugar, la metacognición desem-
peña un papel esencial en el pensamiento
crítico. Implica la autorregulación del propio
proceso de pensamiento, es decir, la capa-
cidad de reflexionar sobre cómo se piensa,
identificar errores o sesgos y replantear es-
trategias cognitivas más adecuadas. Des-
de la psicología cognitiva, este aspecto se
vincula con la conciencia del sujeto sobre
sus propios procesos mentales y con la po-
sibilidad de intervenir activamente en ellos
para mejorarlos.
Otro aspecto fundamental es la construcción
de modelos mentales, que permiten a los
individuos interpretar situaciones, formular
hipótesis y prever consecuencias. Estos mo-
delos, elaborados a partir de la interacción
entre conocimientos previos y nueva infor-
mación, son la base para la argumentación
y la resolución de problemas, competencias
centrales del pensamiento crítico.
Finalmente, en el ámbito educativo, la re-
lación entre psicología cognitiva y pensa-
miento crítico se expresa en la necesidad
de diseñar estrategias pedagógicas que
promuevan la activación de procesos cog-
nitivos complejos, tales como la compara-
ción, la síntesis, la inferencia y la evaluación
de evidencias. Estas prácticas contribuyen
no solo al desarrollo de habilidades acadé-
micas, sino también a la formación de ciu-
dadanos capaces de analizar críticamente
su realidad social y cultural.
En síntesis, la psicología cognitiva propor-
ciona el andamiaje teórico y metodológico
para comprender cómo los individuos pien-
san, aprenden y regulan su conocimiento,
mientras que el pensamiento crítico repre-
senta la concreción de dichas capacidades
en la práctica reflexiva y evaluativa, orienta-
da hacia la toma de decisiones responsa-
bles y fundamentadas.
La Psicología cognitiva y el pensamiento
crítico
Para analizar la relación existente entre la
psicología cognitiva y el pensamiento críti-
co, se analizará los criterios de especialis-
tas que trataron sobre el tema.
Para Anderson, J. R., (2010), “El pensamien-
to crítico se desarrolla a partir de procesos
cognitivos como la atención, la memoria y la
inferencia, cuya articulación permite al indi-
viduo evaluar información y tomar decisio-
nes fundamentadas.” (p. 85). La propuesta
de Anderson resalta que el pensamiento crí-
tico se fundamenta en procesos cognitivos
básicos, tales como la atención, la memoria
y la inferencia. Su análisis aporta a la com-
prensión de que el pensamiento crítico no
es una habilidad aislada, sino el resultado
de la interacción de distintos mecanismos
mentales que permiten organizar, retener y
manipular información para tomar decisio-
nes fundamentadas. Desde la psicología
cognitiva, esto ubica al pensamiento crítico
dentro del funcionamiento de la cognición
superior, vinculando directamente la teoría
de procesamiento de la información con el
desarrollo de habilidades de razonamiento.
ALBUJA DÁVILA, G. C., MORENO ROSALES, E. A. ., TOAPANTA MALDONADO, S. DEL R., & MALDONADO CAIZA,
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RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
Mientras Flavell, J. H., (1979), sustenta que
“Desde la psicología cognitiva, el pensa-
miento crítico se entiende como un proceso
metacognitivo en el cual el sujeto reflexio-
na sobre sus propios mecanismos de pen-
samiento, detecta sesgos y ajusta sus es-
trategias para alcanzar conclusiones más
razonadas.” (p. 909). Flavell introduce la
noción de metacognición, entendida como
la capacidad del individuo de reflexionar
sobre sus propios procesos mentales. Des-
de esta perspectiva, el pensamiento crítico
no se limita al análisis externo de argumen-
tos, sino que exige un autocontrol conscien-
te del propio pensamiento, la detección de
sesgos y la corrección de errores. Su apor-
te radica en señalar que la autorregulación
cognitiva constituye un núcleo esencial del
pensamiento crítico, lo que explica por qué
la formación de esta habilidad requiere es-
trategias pedagógicas que fortalezcan la
capacidad de los estudiantes de pensar
sobre cómo piensan.
Johnson-Laird, (1993) expresan que “La
construcción de modelos mentales consti-
tuye un recurso central del pensamiento crí-
tico, pues permite a los individuos interpre-
tar la realidad, generar hipótesis y evaluar
alternativas de acción.” (p. 117). El enfoque
de estos autores se centra en los modelos
mentales, estructuras cognitivas que per-
miten a los individuos representar, simular
e interpretar la realidad. Su planteamiento
vincula directamente el pensamiento crítico
con la capacidad de imaginar escenarios
alternativos, formular hipótesis y evaluar po-
sibles consecuencias, lo que lo convierte en
un proceso de construcción activa de sig-
nificados. Este aporte es fundamental para
la enseñanza, pues muestra que el pensa-
miento crítico requiere no solo análisis lógi-
co, sino también la capacidad de elaborar
representaciones mentales dinámicas que
guíen la toma de decisiones y la resolución
de problemas.
Para Halpern, D. F., (2014) “La psicología
cognitiva aporta herramientas esenciales
para el desarrollo del pensamiento crítico
en la educación, ya que explica cómo los
estudiantes procesan la información y cómo
se pueden diseñar estrategias de enseñan-
za que potencien habilidades analíticas y
evaluativas.” (p. 32). Enfatiza el papel de
la psicología cognitiva en la educación del
pensamiento crítico, mostrando cómo el co-
nocimiento sobre los procesos de aprendi-
zaje y procesamiento de información pue-
de traducirse en estrategias pedagógicas
concretas. Su visión integra la teoría con la
práctica educativa, subrayando que el pen-
samiento crítico es enseñable si se diseñan
intervenciones didácticas que promuevan
habilidades de análisis, evaluación y ra-
zonamiento lógico. Así, aporta un enfoque
aplicado que vincula directamente la psico-
logía cognitiva con la formación académica
y social de los estudiantes.
“El pensamiento crítico, en tanto juicio inten-
cional y autorregulado, depende de opera-
ciones cognitivas superiores que integran el
análisis, la interpretación y la evaluación de
evidencias en un contexto determinado.”
(p. 19). Esta definición resalta el carácter
de juicio intencional y autorregulado del
pensamiento crítico, destacando que este
depende de operaciones cognitivas su-
periores como el análisis, la interpretación
y la evaluación de evidencias. Este plan-
teamiento refuerza la idea de que el pen-
samiento crítico no es espontáneo, sino un
acto deliberado que exige control cognitivo
y autonomía intelectual. Además, conecta
los fundamentos de la psicología cognitiva
con una visión normativa y ética, en la me-
dida en que implica decidir con responsa-
bilidad sobre qué creer o cómo actuar en
contextos complejos.
Las cinco perspectivas analizadas permiten
concluir que la psicología cognitiva ofrece
un marco sólido para comprender el pen-
samiento crítico como una habilidad com-
pleja, multidimensional y autorregulada. An-
derson y Johnson-Laird ponen el acento en
los procesos y representaciones mentales;
Flavell y Facione destacan la metacogni-
ción y la autorregulación; mientras que Hal-
EL IMPACTO DE LA LITERATURA Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA EN LA FORMACIÓN DE LECTORES CON
PENSAMIENTO CRÍTICO Y REFLEXIVO EN EL CONTEXTO EDUCATIVO DEL SIGLO XXI
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RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
pern traduce estos aportes en estrategias
pedagógicas aplicables. En conjunto, estas
visiones muestran que el pensamiento crí-
tico no es un mero ejercicio de oposición
o escepticismo, sino un proceso cognitivo
consciente, sistemático y educable.
Pensamiento crítico en la educación
Las definiciones en torno al pensamiento
crítico son múltiples al igual que en otras
áreas del conocimiento, no están exentas
de controversias. En ocasiones se lo ha en-
tendido como la mera capacidad de expre-
sar opiniones o puntos de vista personales,
independientemente de su fundamenta-
ción, o bien como una actitud contestataria
caracterizada por la oposición sistemática.
En el marco de la presente discusión, se
propone ofrecer un acercamiento más rigu-
roso al concepto, con el fin de precisar el
objeto de estudio aquí abordado.
Para Ennis (1996), el pensamiento crítico es
“un pensamiento razonable y reflexivo que
se centra en decidir qué creer o qué hacer”.
Esta definición enfatiza el carácter práctico
y orientado a la acción del pensamiento
crítico, no se trata únicamente de analizar
información, sino de tomar decisiones fun-
damentadas que impacten en la vida perso-
nal y social. Su aporte principal es ubicar el
pensamiento crítico como una herramienta
para la resolución de problemas concretos;
sin embargo, puede considerarse una de-
finición más operativa que teórica, pues se
centra en la toma de decisiones sin detallar
los procesos cognitivos que la sostienen.
Mientras que para Paul y Elder (2003), al
pensamiento crítico se le entiende como
“el proceso de analizar y evaluar el pensa-
miento con el propósito de mejorarlo”. Aquí
el énfasis recae en la metacognición, es de-
cir, en la capacidad de reflexionar sobre el
propio pensamiento. Su visión es más am-
plia que la de Ennis, ya que no solo busca
decidir, sino perfeccionar la calidad del ra-
zonamiento, este enfoque resulta clave en
la educación, pues motiva al estudiante a
ser consciente de sus sesgos y falencias.
Una posible limitación es que no aborda
de manera explícita el componente social o
contextual del pensamiento crítico.
En cambio, Facione (1990), define al pen-
samiento crítico como “el juicio intencional y
autorregulado que resulta en interpretación,
análisis, evaluación e inferencia, así como
en la explicación de la consideración de
evidencias, conceptos, metodologías, crite-
rios y contextos”. Facione aporta una visión
integral y compleja, donde el pensamiento
crítico es un proceso multidimensional que
involucra varias habilidades cognitivas y dis-
posiciones, destaca la autorregulación, lo
que implica responsabilidad intelectual; su
definición es ampliamente utilizada en la in-
vestigación educativa por su precisión y am-
plitud. No obstante, puede ser considerada
demasiado técnica para su aplicación direc-
ta en contextos escolares iniciales, aunque
resulta muy útil en la educación superior.
Para Lipman (1991), El pensamiento críti-
co es “un pensamiento hábil y responsable
que facilita el buen juicio porque se basa en
criterios, es autocorrectivo y es sensible al
contexto”. Un aspecto muy valioso que intro-
duce Lipman en su definición es: la respon-
sabilidad ética y contextual del pensamien-
to crítico, no se limita a procesos cognitivos
abstractos, sino que integra la dimensión
social y moral en la toma de decisiones. Su
propuesta es muy pertinente en la formación
ciudadana, ya que fomenta un pensamiento
crítico que no solo es lógico, sino también
responsable y contextualizado. La fortaleza
de esta visión es que acerca el pensamiento
crítico a la vida democrática y a la ética; su
limitación, que es más difícil de operacionali-
zar en instrumentos de medición.
Halpern (2014), concibe al pensamiento
crítico como “el uso deliberado de habili-
dades cognitivas o estrategias que aumen-
tan la probabilidad de obtener un resultado
deseado, implicando razonamiento lógico,
análisis y evaluación de evidencias”. Hal-
pern enfatiza el carácter estratégico y apli-
cado del pensamiento crítico, vinculándolo
ALBUJA DÁVILA, G. C., MORENO ROSALES, E. A. ., TOAPANTA MALDONADO, S. DEL R., & MALDONADO CAIZA,
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RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
con la resolución de problemas reales. A
diferencia de Paul y Elder, su visión es más
pragmática, centrada en el rendimiento y
la eficacia. Su fortaleza está en la aplica-
bilidad en contextos educativos donde se
busca que el pensamiento crítico tenga un
impacto medible en los resultados. Sin em-
bargo, podría criticarse que su definición,
al centrarse en la eficacia, deja en segundo
plano el componente ético o social señala-
do por Lipman.
Resultados esperados
Se espera que la investigación evidencie
que la literatura constituye un medio privi-
legiado para el desarrollo del pensamiento
crítico, la empatía y la conciencia social en
las lectoras. A través de sus narrativas, la li-
teratura facilita el encuentro con realidades
diversas, promueve el cuestionamiento de
estructuras sociales y políticas, y estimula
la imaginación moral, lo que contribuye a
la formación de una ciudadanía más cons-
ciente y comprometida.
De igual modo, se proyecta que la psico-
logía cognitiva aporte un marco explicativo
sólido sobre cómo se adquieren, procesan
y consolidan dichas competencias en el
plano mental. La comprensión de procesos
como la percepción, la atención, la memo-
ria, el razonamiento y la toma de decisiones
permitirá explicar de qué manera las lecto-
ras construyen significados, elaboran jui-
cios críticos y aplican estas habilidades en
contextos educativos. Asimismo, se espera
que estos aportes orienten la elaboración
de estrategias pedagógicas basadas en la
evidencia, que optimicen tanto la compren-
sión lectora como el pensamiento reflexivo.
La integración de ambas perspectivas
permitirá diseñar propuestas pedagógi-
cas interdisciplinarias que trasciendan la
enseñanza tradicional de la lectura, estas
propuestas se centrarán en articular la di-
mensión cultural y ética de la literatura con
los fundamentos científicos de la psicología
cognitiva, generando experiencias educati-
vas más significativas y profundas.
En consecuencia, los resultados esperados
apuntan a la promoción de una formación
lectora crítica y reflexiva que prepare a las
estudiantes para afrontar con criterio propio
los retos de las sociedades democráticas,
pluralistas y digitalizadas. Esta convergen-
cia entre literatura y psicología cognitiva
se perfila como un aporte innovador para
repensar las prácticas educativas del siglo
XXI, fortaleciendo la capacidad de los lec-
tores críticos y reflexivos para interpretar,
cuestionar y transformar su realidad social.
Discusión
Los hallazgos y aportes teóricos revisados
permiten afirmar que tanto la literatura como
la psicología cognitiva constituyen pilares fun-
damentales en la formación de lectores críti-
cos y reflexivos en el ámbito educativo con-
temporáneo. En primer lugar, la literatura, al
ofrecer narrativas plurales y abrir espacios de
interpretación, no solo fortalece la competen-
cia lingüística, sino que también fomenta la
empatía, la sensibilidad ética y la capacidad
de cuestionar realidades sociales. Este pa-
pel coincide con lo señalado por Nussbaum
(2010), quien considera que la experiencia
literaria amplía la imaginación moral y facilita
la comprensión de perspectivas diversas, ele-
mentos claves en la construcción de una ciu-
dadanía participativa en la vida democrática.
Por otro lado, desde la perspectiva de la
psicología cognitiva, autores como An-
derson (2010) y Eysenck y Keane (2015)
destacan que el aprendizaje, la memoria,
la percepción y la toma de decisiones son
procesos mentales que intervienen de ma-
nera directa en la formación lectora de los
niños, niñas y adolescentes. Estos procesos
permiten comprender cómo los estudiantes
adquieren y procesan información, lo cual
resulta esencial para el desarrollo de un
pensamiento crítico fundamentado. En este
sentido, la literatura se convierte en un es-
cenario idóneo para ejercitar dichas capa-
cidades cognitivas, ya que exige atención
sostenida, inferencia, análisis de símbolos y
construcción de significados complejos.
EL IMPACTO DE LA LITERATURA Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA EN LA FORMACIÓN DE LECTORES CON
PENSAMIENTO CRÍTICO Y REFLEXIVO EN EL CONTEXTO EDUCATIVO DEL SIGLO XXI
290
RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
La integración de la literatura y la psicolo-
gía cognitiva en el campo educativo sugie-
re, además, que la formación de lectores
críticos y reflexivos requiere un enfoque in-
terdisciplinario. No se trata únicamente de
enseñar a leer textos literarios, sino de pro-
mover prácticas pedagógicas que activen
procesos cognitivos superiores de análisis,
evaluación, síntesis y los vinculen con ex-
periencias lectoras significativas para la re-
solución de problemas que se presentan en
el diario vivir. Este planteamiento se alinea
con Freire (1997), quien sostiene que la lec-
tura de la palabra siempre está vinculada a
la lectura del mundo, destacando la dimen-
sión transformadora de la práctica lectora.
Asimismo, el contexto educativo del siglo
XXI plantea nuevos desafíos: la sobreexpo-
sición a información digital, la inmediatez en
el acceso a contenidos y la fragmentación
de la atención por las redes sociales que
son usadas masivamente. Frente a estas
condiciones, la literatura constituye un con-
trapeso formativo, pues permite un ejercicio
de lectura profunda, crítica y sostenida que
estimula la concentración y el pensamien-
to reflexivo. A la par, la psicología cognitiva
aporta estrategias pedagógicas basadas
en la comprensión de cómo funciona la
mente en la atención, la memoria y el apren-
dizaje, lo que permite diseñar metodologías
que fortalezcan las habilidades lectoras en
entornos cada vez más complejos.
En consecuencia, la discusión evidencia
que el impacto de la literatura y de la psico-
logía cognitiva trasciende la enseñanza de
la lectura como destreza instrumental, para
situarla como un proceso de formación in-
tegral. El desarrollo de lectoras críticas y
reflexivas se erige como una meta educati-
va imprescindible en sociedades democrá-
ticas y pluralistas, donde la capacidad de
interpretar, dialogar y cuestionar la realidad
es condición para la participación ciudada-
na y el ejercicio de la libertad.
Conclusiones
La integración entre literatura y psicología
cognitiva dentro del ámbito educativo se
plantea como una estrategia clave para
responder a los desafíos formativos pro-
pios del siglo XXI. Ambas disciplinas, al
complementarse, ofrecen un marco robusto
para la formación de lectores críticos y re-
flexivos, capaces de analizar, cuestionar y
reinterpretar los discursos que circulan en
un mundo globalizado y digitalizado.
La literatura, por su potencial para despertar
la imaginación moral, estimular la empatía y
promover la reflexión ética, se constituye en
un recurso esencial para la construcción de
una ciudadanía democrática, consciente y
comprometida. Al situar a quienes leen en
diversas perspectivas humanas y sociales,
favorece la comprensión de la diversidad y
fomenta el reconocimiento del otro, aspec-
tos centrales para sociedades pluralistas.
De manera complementaria, la psicología
cognitiva proporciona un sustento científico
que explica los procesos mentales involu-
crados en la lectura, la atención, la memoria,
la percepción, la inferencia, el razonamien-
to y la toma de decisiones. Estos procesos
no solo son fundamentales para el desarro-
llo de la comprensión y el pensamiento críti-
co, sino que además facilitan la creación de
estrategias pedagógicas sustentadas en la
evidencia, orientadas a atender las exigen-
cias cognitivas y sociales de la actualidad.
La combinación de ambas perspectivas su-
pera la visión reducida de la lectura como
mera técnica, proponiéndola como un pro-
ceso integral de formación que impulsa com-
petencias cognitivas, éticas y ciudadanas.
En este sentido, la práctica lectora se trans-
forma en un acto de emancipación personal
y en un medio de transformación social.
Sin embargo, se reconoce la necesidad de
profundizar en investigaciones que orienten
la incorporación sistemática y efectiva de la
literatura y la psicología cognitiva en los pro-
ALBUJA DÁVILA, G. C., MORENO ROSALES, E. A. ., TOAPANTA MALDONADO, S. DEL R., & MALDONADO CAIZA,
N. K.
291
RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
gramas educativos. Esta tarea cobra mayor
relevancia en un escenario estampado por
la digitalización, la sobreabundancia de in-
formación y la dispersión de la atención, fe-
nómenos que alteran las formas de leer y
aprender en las nuevas generaciones.
En perspectiva futura, esta convergencia
abre un camino para el diseño de propues-
tas pedagógicas innovadoras que no solo
refuercen las competencias lectoras, sino
que también fortalezcan la capacidad críti-
ca de los sujetos frente a los retos sociales,
culturales y tecnológicos contemporáneos.
La articulación de literatura y psicología cog-
nitiva en la educación no solo enriquece la
práctica pedagógica, sino que constituye
un aporte decisivo para la construcción de
sociedades más democráticas, inclusivas y
reflexivas, donde la lectura se reafirma como
una práctica liberadora y transformadora.
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EL IMPACTO DE LA LITERATURA Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA EN LA FORMACIÓN DE LECTORES CON
PENSAMIENTO CRÍTICO Y REFLEXIVO EN EL CONTEXTO EDUCATIVO DEL SIGLO XXI
292
RECIAMUC VOL. 9 Nº 3 (2025)
CITAR ESTE ARTICULO:
Albuja Dávila, G. C., Moreno Rosales, E. A. ., Toapanta Maldonado, S. del
R., & Maldonado Caiza, N. K. (2025). El impacto de la literatura y la psicolo-
gía cognitiva en la formación de lectores con pensamiento crítico y reflexivo
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