379
RECIAMUC VOL. 8 Nº 2 (2024)
Introducción
La depresión mayor constituye en la ac-
tualidad un problema grave de salud pú-
blica. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) define la depresión como “trastorno
mental frecuente, que se caracteriza por la
presencia de tristeza, pérdida de interés o
placer, sentimientos de culpa o falta de au-
toestima, trastornos del sueño o del apetito,
sensación de cansancio y falta de concen-
tración”. Esta enfermedad, según la OMS,
presenta una prevalencia del 4,4%, es la
primera causa mundial en pérdida de años
de salud por enfermedad y la tercera causa
de discapacidad en el mundo, Europa y Es-
paña (1). Asimismo, se ha estimado que el
desorden es más frecuente en mujeres y en
adultos mayores. Las altas cifras de perso-
nas afectadas con el trastorno suponen ya
un problema de salud pública y la situación
se agrava si se considera que cerca de 700
mil personas mueren al año por suicidio en
el mundo (2).
En cuanto a su etiología, la depresión mayor
se ha entendido como un trastorno de carác-
ter complejo que emerge de la interacción
de factores genéticos y ambientales, inclu-
yendo la exposición a estresores físicos, so-
ciales y psicológicos. En ese escenario, se
ha planteado que otras variables, como mo-
dificaciones epigenéticas, tendrían también
un rol protagónico en el desarrollo del des-
orden. Las primeras aproximaciones a las
posibles “causas genéticas” de la depre-
sión fueron estudios familiares que permi-
tieron concluir que la prevalencia es mayor
entre los familiares de un individuo afectado
(15%) que en la población general (5.4%).
Posteriormente, se realizaron estudios con
gemelos monocigóticos y dicigóticos que,
si bien arrojaron resultados contrastantes,
permitieron 6 concluir que la heredabilidad
del trastorno es cercana al 40% (2).
El diagnóstico clínico se basa en una serie
de criterios según el Manual Diagnóstico y
Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5).
Sin embargo, dada la heterogénea sinto-
NUEVAS APROXIMACIONES EN EL MANEJO DE LA DEPRESIÓN MAYOR: ENFOQUES PREVENTIVOS Y TE-
RAPIAS AVANZADAS
matología y la presencia de comorbilidades
como enfermedades neurodegenerativas,
diabetes mellitus o cáncer, el diagnóstico
no es tan sencillo. Por ello, es importante no
centrarse sólo en la sintomatología, sino en-
tender la depresión como una enfermedad
multicausal, que surge de las interacciones
complejas entre factores biológicos, con-
ductuales, psicosociales y culturales durante
la vida del individuo y de ahí la importancia
de conocer la etiología identificando los me-
canismos causales que subyacen a la en-
fermedad. Así, el MDD se podría clasificar
incluso como una enfermedad sistémica (3).
Metodología
En la revisión bibliográfica sobre nuevas
aproximaciones en el manejo de la depre-
sión mayor, se recopiló y analizó una serie
de estudios recientes que abordan enfo-
ques preventivos y terapias avanzadas. Se
revisaron artículos de investigación y revisio-
nes sistemáticas que examinaron innovacio-
nes en la prevención de la depresión, tales
como intervenciones psicosociales y estra-
tegias de detección temprana, así como el
desarrollo de terapias avanzadas, incluyen-
do tratamientos farmacológicos de última
generación y terapias neuromoduladoras.
La metodología incluyó una búsqueda ex-
haustiva en bases de datos académicas y
la selección de estudios relevantes basados
en criterios de calidad y relevancia.
Resultados
Las características clínicas de la depre-
sión en el siglo XXI
La depresión, en el DSM-5, se encuentra
clasificada dentro de un apartado especial
del manual, denominado: Trastornos depre-
sivos; en el cual se incluyen, el trastorno
de desregulación disruptiva del estado de
ánimo, el trastorno de depresión mayor, el
trastorno depresivo persistente –distimia-,
el trastorno disfórico premenstrual, el tras-
torno depresivo inducido por una sustancia/
medicamento, el trastorno depresivo debido
a otra afección médica, otro trastorno de-