DOI: 10.26820/reciamuc/8.(2).abril.2024.282-292
URL: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/1387
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIAMUC
ISSN: 2588-0748
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 282-292
Rosácea. Identicación, manejo clínico y nuevas
perspectivas terapeúticas
Rosacea. Identification, clinical management, and new therapeutic perspectives
Rosácea. Identificação, gestão clínica e novas perspectivas terapêuticas
Andrea Katherine San Lucas Guadalupe
1
; Byron Fabián Pinos Reyes
2
; Alfredo Augusto Rivera Ticona
3
;
Alexandra Rocío Fernández Orduz
4
RECIBIDO: 20/11/2023 ACEPTADO: 15/01/2024 PUBLICADO: 24/07/2024
1. Magíster en Seguridad y Salud ocupacional; Médico; Médico Residente del Área de Emergencia Pediátri-
ca del Hospital de Especialidades Teodoro Maldonado Carbo; Guayaquil, Ecuador; andreasanlucas123@
gmail.com; https://orcid.org/0009-0008-1611-7509
2. Médico General; Responsable de la Gestión Distrital de Implementación y Evaluación de Redes en
Atención en Salud (Distrito 14D06 - Salud); Méndez, Ecuador; byrin.fpr95@gmail.com; https://orcid.
org/0009-0004-8217-5126
3. Médico Cirujano; Médico Asistencial en el Área Privada; Perú; augutort@gmail.com; https://orcid.
org/0000-0001-7112-5642
4. Especialista en Epidemiología; Médico y Cirujano;Residente de Dermatología de la Universidad de Antio-
quia; Medellín, Colombia;alexafer901027@hotmail.com; https://orcid.org/0009-0007-1484-9426
CORRESPONDENCIA
Andrea Katherine San Lucas Guadalupe
andreasanlucas123@gmail.com
Guayaquil, Ecuador
© RECIAMUC; Editorial Saberes del Conocimiento, 2024
RESUMEN
La rosácea es una dermatosis inflamatoria crónica que principalmente afecta la región centrofacial, aunque puede invo-
lucrar otras áreas del cuerpo. Su prevalencia en la población caucásica varía entre el 0.9% y el 10%, y su diagnóstico es
desafiante debido a la variabilidad de los signos y síntomas. La patogenia de la rosácea no está completamente com-
prendida, pero se han identificado factores desencadenantes como la reactividad vascular, respuestas inmunológicas a
microorganismos, y alteraciones en el microbioma intestinal. La enfermedad se clasifica en cuatro subtipos: eritematote-
langiectásico, papulopustuloso, fimatoso y ocular, cada uno requiriendo un enfoque terapéutico específico. Los avances
en tratamientos, como el uso de láseres y luz pulsada, han mejorado la eficacia del manejo de la rosácea. Sin embargo,
la enfermedad tiene un impacto significativo en la calidad de vida, afectando la autoestima y el bienestar emocional de
los pacientes. En niños, la rosácea es rara y suele confundirse con otras condiciones eritematosas. El tratamiento debe
ser adaptado a la edad del paciente y a la severidad de la condición. La revisión sugiere la necesidad de un enfoque
multidisciplinario para abordar los aspectos dermatológicos y emocionales de la rosácea, así como la implementación de
estrategias de manejo personalizadas y basadas en la evidencia.
Palabras clave: Rosácea, Dermatosis Inflamatoria, Patogenia, Afección Cutánea.
ABSTRACT
Rosacea is a chronic inflammatory dermatosis primarily affecting the central facial region, although it can involve other
body areas. Its prevalence among Caucasian populations ranges from 0.9% to 10%, and diagnosis is challenging due to
the variability of signs and symptoms. The pathogenesis of rosacea is not fully understood, but triggering factors such as
vascular reactivity, immune responses to microorganisms, and alterations in the intestinal microbiome have been identi-
fied. The disease is classified into four subtypes: erythematotelangiectatic, papulopustular, phymatous, and ocular, each
requiring a specific therapeutic approach. Advances in treatments, such as the use of lasers and intense pulsed light, have
improved the effectiveness of rosacea management. However, the condition significantly impacts patients' quality of life,
affecting self-esteem and emotional well-being. In children, rosacea is rare and often confused with other erythematous
conditions. Treatment must be adapted to the patient's age and the severity of the condition. The review highlights the
need for a multidisciplinary approach to address both the dermatological and emotional aspects of rosacea, as well as the
implementation of personalized, evidence-based management strategies.
Keywords: Rosacea, Inflammatory Dermatosis, Pathogenesis, Dermatological Condition.
RESUMO
A rosácea é uma dermatose inflamatória crónica que afecta principalmente a região central da face, embora possa envolver
outras áreas do corpo. A sua prevalência na população caucasiana varia entre 0,9% e 10%, e o diagnóstico é difícil devido
à variabilidade dos sinais e sintomas. A patogénese da rosácea não está totalmente esclarecida, mas foram identificados
factores desencadeantes como a reatividade vascular, respostas imunitárias a microrganismos e alterações no microbioma
intestinal. A doença está classificada em quatro subtipos: eritematotelangiectásica, papulopustulosa, fimatosa e ocular,
cada um exigindo uma abordagem terapêutica específica. Os avanços nos tratamentos, como a utilização de lasers e de
luz intensa pulsada, melhoraram a eficácia do tratamento da rosácea. No entanto, a doença tem um impacto significativo na
qualidade de vida dos doentes, afectando a autoestima e o bem-estar emocional. Nas crianças, a rosácea é rara e frequen-
temente confundida com outras doenças eritematosas. O tratamento deve ser adaptado à idade do doente e à gravidade
da doença. A revisão salienta a necessidade de uma abordagem multidisciplinar para tratar os aspectos dermatológicos
e emocionais da rosácea, bem como a implementação de estratégias de gestão personalizadas e baseadas na evidência.
Palavras-chave: Rosácea, Dermatose Inflamatória, Patogénese, Condição Dermatológica.
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RECIAMUC VOL. 8 Nº 2 (2024)
Introducción
La rosácea es una dermatosis inflamatoria
crónica que afecta principalmente la región
centrofacial (las mejillas, la nariz, el mentón,
la frente), aunque también puede compro-
meter otras áreas corporales como el cuero
cabelludo, el cuello, el pabellón auricular, el
tórax y los ojos(1). Es una enfermedad de
la piel frecuente en adultos que presenta
diversas manifestaciones clínicas. Dada la
amplia constelación de signos y síntomas
que incluye, el diagnóstico no ha sido siem-
pre fácil. A excepción de la rosácea ocular,
se trata de un trastorno desfigurante exento
de gravedad (2).
La prevalencia de la rosácea en personas
de piel clara varía entre 2% y 22%. Los in-
dividuos caucásicos con piel sensible al sol
(fototipos I y II) presentan mayor riesgo de
desarrollar rosácea; sin embargo, esta con-
dición puede estar subreportada en perso-
nas con fototipos de piel V o VI debido a la
dificultad para identificar el enrojecimiento
y las telangiectasias en pieles más oscuras.
La rosácea es más frecuente en mujeres
que en hombres, excepto en el caso de la
rosácea fimatosa. Generalmente, la enfer-
medad se manifiesta después de los 30
años. En un hospital general de Lima, Perú,
se encontró que la rosácea constituía el
1.97% de los diagnósticos dermatológicos,
aunque no se especificaron los subtipos de
la enfermedad.
La patogenia exacta de la rosácea sigue
siendo desconocida y no se ha identifica-
do ningún factor de riesgo específico. Sin
embargo, se han señalado varios factores
desencadenantes y agravantes potencia-
les, como la exposición al sol, el calor, la
comida picante, el abuso del alcohol, el es-
tado emocional, la depresión y la migraña.
Actualmente, la National Rosacea Society
(NRS) está revisando la clasificación y diag-
nóstico de la rosácea. Se han definido cua-
tro subtipos basados en los patrones clíni-
cos: el subtipo 1 (eritematotelangiectásico),
el subtipo 2 (papulopustular), el subtipo 3
SAN LUCAS GUADALUPE, A. K., PINOS REYES, B. F., RIVERA TICONA, A. A., & FERNÁNDEZ ORDUZ, A. R.
(fimatosa) y el subtipo 4 (ocular). La preva-
lencia de estos subtipos es difícil de deter-
minar con precisión, ya que los subtipos 1
y 2 pueden solaparse. La rosácea fimatosa
(subtipo 3) es rara y afecta principalmente
a hombres, mientras que el subtipo ocular
(subtipo 4) es difícil de evaluar debido a la
falta de criterios diagnósticos claros, pre-
sentando una prevalencia reportada que
varía del 6% al 58%.(3)
Independiente de la severidad de la afec-
ción cutánea la rosácea es una de las po-
cas dermatosis asociadas a morbilidad
ocular como ojo rojo, sensación de cuerpo
extraño, lagrimeo, fotofobia, blefaroconjun-
tivitis y complicaciones corneales. Anterior-
mente se consideraba la rosácea como un
trastorno limitado a la piel, ahora se sabe
que la rosácea está asociada con trastor-
nos sistémicos que incluyen los del tracto
respiratorio (asma y rinosinusitis crónica),
del sistema gastrointestinal (gastritis, reflujo
gastroesofágico), enfermedad metabólica
(obesidad, hipertensión arterial y diabetes),
trastorno del sistema hepatobiliar (hepatitis
y otros) y migraña (3). Se ha descrito que la
rosácea tiene el potencial de realizar cam-
bios moleculares en los fluidos corporales a
distancia, incluyendo fluidos de la cavidad
oral, lo que refuerza el impacto sistémico de
la enfermedad (4)
La necesidad de una mayor comprensión
de la rosácea es evidente, dado su impac-
to no solo en la piel, sino también en otros
sistemas del cuerpo, lo que subraya la im-
portancia de un enfoque multidisciplinario
en su manejo. A pesar de los avances en
la clasificación y diagnóstico de la rosácea,
persisten lagunas significativas en el co-
nocimiento sobre su patogenia y el mane-
jo efectivo de sus diversos subtipos. Por lo
tanto, esta revisión bibliográfica se propo-
ne abordar las actuales prácticas clínicas y
las nuevas perspectivas terapéuticas en el
tratamiento de la rosácea, proporcionando
una visión integral basada en la evidencia
científica más reciente. Para ello, se realizó
una exhaustiva búsqueda y análisis de la
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RECIAMUC VOL. 8 Nº 2 (2024)
ROSÁCEA. IDENTIFICACIÓN, MANEJO CLÍNICO Y NUEVAS PERSPECTIVAS TERAPEÚTICAS
literatura disponible en bases de datos mé-
dicas reconocidas, seleccionando estudios
relevantes que abordan la identificación,
manejo clínico y estrategias terapéuticas
emergentes en la rosácea. Esta metodolo-
gía permitirá una comprensión más profun-
da de la enfermedad y la identificación de
áreas críticas que requieren atención en la
investigación y práctica clínica futuras.
Metodología
Objetivo: Este artículo de revisión tiene
como objetivo proporcionar una visión inte-
gral sobre la rosácea, abarcando su identi-
ficación, manejo clínico y nuevas perspecti-
vas terapéuticas.
Estrategia de búsqueda: Se llevó a cabo una
búsqueda exhaustiva en bases de datos
electrónicas relevantes, incluyendo PubMed,
Scopus, y Google Scholar. La búsqueda se
centró en artículos publicados entre 2019 y
2024 para asegurar la inclusión de la infor-
mación más actualizada. Los términos de
búsqueda utilizados fueron “rosácea”, “iden-
tificación”, “manejo clínico”, “perspectivas
terapéuticas”, “tratamiento” y “diagnóstico”.
Criterios de inclusión: Se incluyeron estudios
originales, revisiones sistemáticas, guías de
práctica clínica y artículos de opinión que
abordaran aspectos relevantes de la rosácea.
Los estudios fueron seleccionados si propor-
cionaban información detallada sobre la iden-
tificación clínica, estrategias de manejo, en-
foques terapéuticos actuales y perspectivas
emergentes en el tratamiento de la rosácea.
Criterios de exclusión: Se excluyeron artí-
culos que no estaban disponibles en texto
completo, estudios con metodologías no
claras, y aquellos que no estaban relaciona-
dos específicamente con la rosácea. Tam-
bién se excluyeron trabajos que no propor-
cionaran datos o análisis relevantes sobre
los temas de interés.
Proceso de selección: La selección de los
estudios se realizó en dos fases. Primero, se
revisaron los títulos y resúmenes para una
evaluación inicial. En la segunda fase, se
realizó una revisión completa de los textos
seleccionados para confirmar su relevancia
y calidad. La evaluación de la calidad de
los estudios se basó en criterios estandari-
zados como la claridad del objetivo, la me-
todología, y la validez de los resultados.
Análisis de datos: La información extraída
de los estudios seleccionados se organizó
en categorías temáticas relacionadas con la
identificación clínica, manejo y tratamiento
de la rosácea, y perspectivas terapéuticas
emergentes. Se realizaron análisis descrip-
tivos para resumir los hallazgos y se identi-
ficaron patrones y tendencias en la informa-
ción revisada.
Síntesis: Los resultados se sintetizaron para
ofrecer una visión global de las prácticas
actuales y las innovaciones en el tratamien-
to de la rosácea. Se discutieron las implica-
ciones clínicas y se identificaron áreas que
requieren más investigación.
Limitaciones: Las limitaciones de este estudio
incluyen la posible falta de estudios relevantes
en ciertas áreas y la variabilidad en la calidad
de los estudios revisados. La disponibilidad
de información puede variar según la base de
datos y el acceso a publicaciones.
La metodología empleada en esta revisión
bibliográfica proporciona una base sólida
para comprender los avances en la identi-
ficación, manejo clínico y tratamiento de la
rosácea. Las conclusiones obtenidas pue-
den guiar futuras investigaciones y mejorar
la práctica clínica en el manejo de esta con-
dición dermatológica.
Resultados
La rosácea es una enfermedad inflamatoria
crónica que afecta entre el 0.9% y el 10%
de la población caucásica. Aunque su pato-
génesis no se comprende completamente,
se han identificado varios factores relacio-
nados, como la activación neurovascular, la
producción y liberación desregulada de mo-
léculas inflamatorias, y el sobrecrecimiento
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RECIAMUC VOL. 8 Nº 2 (2024)
de microorganismos que habitan natural-
mente en la piel. Uno de los patógenos más
implicados es el ácaro Demodex folliculo-
rum, común en las glándulas sebáceas de
la piel sana. Los estudios indican una mayor
densidad de este ácaro en pacientes con ro-
sácea, aunque su papel exacto en la enfer-
medad aún no está claro. Este ácaro puede
actuar como vector para bacterias como Ba-
cillus oleronius, cuya presencia se ha aso-
ciado con la inflamación en la rosácea(5).
Los neutrófilos, activados por proteínas
de B. oleronius a través de la vía inositol
1,4,5-trifosfato (IP3), juegan un papel cru-
cial en la inflamación de la rosácea. Ade-
más, se ha observado que el aumento de
la temperatura de la piel en estos pacientes
favorece el crecimiento de B. oleronius y
aumenta la inflamación. También se ha su-
gerido que alteraciones en el microbioma
intestinal podrían influir en la patogénesis
de la rosácea, con Helicobacter pylori como
un microorganismo relacionado, aunque su
contribución sigue siendo controvertida (5).
Comparando el microbioma de pacientes
con acné y rosácea, se ha encontrado que
los pacientes con rosácea tienen un predo-
minio del filo Actinobacteria, mientras que
en el acné predomina Proteobacteria. Es-
pecies como Serratia marcescens y Cuti-
bacterium acnes son más abundantes en la
rosácea, con C. acnes presente en niveles
similares en ambos trastornos cuando se
presentan pápulas y pústulas inflamatorias.
Aunque los antibióticos se utilizan principal-
mente por sus efectos antiinflamatorios en la
rosácea, estos hallazgos sugieren que sus
efectos antibacterianos también podrían ser
importantes (5).
La rosácea es una afección cutánea co-
mún que se presenta con enrojecimiento y
lesiones con capilares dilatados (telangiec-
tasias). Aunque frecuente en dermatología,
su causa exacta sigue siendo incierta. Di-
versos factores como hormonales, farma-
cológicos, climáticos, dietéticos, vasculares
y microbianos están implicados en su de-
sarrollo. Microorganismos como Demodex
folliculorum, Staphylococcus epidermidis, y
Helicobacter pylori son destacados, sien-
do este último especialmente asociado con
la rosácea. H. pylori es un patógeno gram-
negativo, espiral y flagelado que infecta
principalmente el estómago humano, con
mayor prevalencia en países en desarrollo
y en condiciones socioeconómicas bajas.
Este microorganismo está vinculado a en-
fermedades gastrointestinales graves como
gastritis, úlcera péptica y cáncer gástrico,
así como a patologías extra gástricas, in-
cluyendo problemas dermatológicos. Se ha
observado que la erradicación de H. pylori
puede reducir la gravedad de las lesiones
de la rosácea, incluso sin otros tratamientos
tópicos u orales(6).
Factores Etiopatogénicos de la Rosácea
Etiología y Patogénesis
Reactividad Vascular: Alteraciones en la
reactividad vascular pueden contribuir
al desarrollo de la rosácea.
Respuesta Inmunológica a Microorga-
nismos: El ácaro Demodex folliculorum
y otros microorganismos pueden desen-
cadenar una respuesta inmunológica en
la piel.
Alteración de la Barrera Cutánea: Una
barrera cutánea comprometida puede
llevar a una hiperrespuesta a agentes
externos, agravando la rosácea (7).
Factores Dermatológicos y Alergógenos
Sensibilidad Cutánea: La rosácea está
asociada con una mayor predisposición
a padecer piel sensible y dermatitis irri-
tativa de contacto.
Pruebas Epicutáneas: Son útiles para
identificar alérgenos en pacientes con
rosácea, revelando una alta prevalencia
de parches positivos.
Alérgenos Frecuentes:
SAN LUCAS GUADALUPE, A. K., PINOS REYES, B. F., RIVERA TICONA, A. A., & FERNÁNDEZ ORDUZ, A. R.
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Sulfato de Níquel: Encontrado en un 26%
de los pacientes, es uno de los alérge-
nos más comunes.
Fragancias y Conservantes: Las fragan-
cias (especialmente mezcla II) y conser-
vantes como isotiazolinonas son alérge-
nos relevantes, comúnmente presentes
en cosméticos.
Otros Alérgenos: Incluyen componentes
de tintes capilares (parafenilendiamina)
y cosméticos ungueales (toluensulfona-
mida formaldehído resina) (7).
Relación con Medicamentos Tópicos
Dermatitis Alérgica de Contacto (DAC):
Los medicamentos tópicos, como an-
tibióticos, antifúngicos, corticoides y
AINE, pueden causar dermatitis alérgica
de contacto y empeoramiento de la ro-
sácea (7).
La alta prevalencia de dermatitis alérgica
de contacto en pacientes con rosácea justi-
fica la realización de pruebas epicutáneas.
Es recomendable evitar cosméticos con
fragancias y conservantes conocidos por
su potencial sensibilizador, y considerar po-
sibles alérgenos en medicamentos tópicos
utilizados en el tratamiento de la rosácea (7)
Clasicación y Diagnóstico de la Rosácea
Clasificación Actual:
Sistema NRS (2002, revisado 2004) (8): Cla-
sifica la rosácea en cuatro subtipos:
Eritematotelangiectásico (Subtipo I): Erite-
ma difuso y persistente en el centro de la cara,
con telangiectasias. Se observa aumento de
capilares y vénulas en la dermis superior.
Papulopustuloso (Subtipo II): Pápulas y/o
pústulas eritematosas, principalmente en la
región centrofacial. Menos común en otras
áreas, y telangiectasias menos frecuentes.
No hay comedones.
Fimatosa (Subtipo III): Engrosamiento de
la piel, a menudo en la nariz (rinofima), con
proliferación de tejido fibroso y glándulas
sebáceas. Se presenta en estadio inflama-
torio y no inflamatorio.
Ocular (Subtipo IV): Afecta a los ojos, con
síntomas como ojos llorosos, ardor, seque-
dad, y telangiectasias en la conjuntiva. Pue-
de preceder a las lesiones cutáneas en al-
gunos casos.
Sin embargo, se suscitan roblemas con la
Clasificación Actual debido a las limitaciones
del Sistema NRS pues no refleja adecuada-
mente la variabilidad de signos y síntomas ni
el grado de severidad. Dificulta la evaluación
en estudios epidemiológicos y puede llevar
a errores en el diagnóstico, especialmente
en casos con superposición de subtipos o
manifestaciones atípicas. Ademas, es ne-
cesaria una Propuesta de Escala de Severi-
dad que sugiere una escala que clasifique la
severidad de los síntomas (leve, moderado,
severo) para una mejor evaluación de la pro-
gresión y tratamiento (8).
Un grupo de expertos ha propuesto la crea-
ción de herramientas de evaluación más
precisas y reproducibles para la rosácea.
Estas herramientas incluirán la evaluación
de la comorbilidad emocional del paciente,
lo que se espera mejore la adherencia al
tratamiento y proporcione una imagen más
completa de la condición del paciente (8).
El diagnóstico y tratamiento de la rosácea
deben considerar la variabilidad de los sín-
tomas y su severidad, en lugar de limitarse
a los subtipos clásicos. Este enfoque permi-
tirá una evaluación más completa y adapta-
da a cada paciente (8).
La dermatoscopia y una evaluación clíni-
ca minuciosa son herramientas esenciales
para diferenciar entre los diversos subtipos
y etapas de la rosácea. Estas técnicas ayu-
darán a personalizar el tratamiento y a me-
jorar la precisión en el diagnóstico (8).
Enfoque terapéutico
El tratamiento de la rosácea debe adaptar-
se a los diferentes subtipos de la enferme-
ROSÁCEA. IDENTIFICACIÓN, MANEJO CLÍNICO Y NUEVAS PERSPECTIVAS TERAPEÚTICAS
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RECIAMUC VOL. 8 Nº 2 (2024)
dad, seleccionando los principios activos
adecuados para cada caso. Para todos los
pacientes con rosácea, se recomienda se-
guir medidas generales que incluyen una
higiene suave, uso frecuente de emolientes
y fotoprotectores con alto factor de protec-
ción (SPF 30-50). Además, es crucial evi-
tar factores que agraven la rosácea, como
condiciones climáticas extremas o ciertos
alimentos, para aliviar síntomas como se-
quedad, picazón y ardor (9).
Dado que la rosácea es una afección cró-
nica, el tratamiento de mantenimiento es
importante y debe ser personalizado según
la evolución clínica del paciente. Mientras
algunos pacientes logran remisión prolon-
gada, otros pueden experimentar recaídas
frecuentes. El tratamiento de mantenimien-
to, que generalmente incluye terapias tó-
picas, puede extenderse entre 1 y 3 años,
según la gravedad de la enfermedad y las
preferencias del paciente.
Tratamiento por Subtipos
1. Rosácea Eritematotelangiectásica (Sub-
tipo I):
Eritema Transitorio (Flushing): Se
puede tratar con brimonidina tópica,
que ha mostrado eficacia en estudios
clínicos. También se pueden usar lá-
seres y fuentes de luz como IPL. Los
betabloqueantes orales y otros anti-
hipertensivos pueden considerarse
como opción secundaria.
Eritema Permanente: El láser de colo-
rante pulsado (PDL) y la luz pulsada
intensa (IPL) son efectivos. Brimoni-
dina puede ser útil como tratamiento
sintomático.
2 . Rosácea Papulopustulosa (Subtipo II):
Leve: Los tratamientos tópicos como
ivermectina o metronidazol son reco-
mendados. La doxiciclina oral puede
ser una alternativa.
Moderada a Grave: Se recomienda
combinar tratamientos tópicos con
terapia sistémica, como doxiciclina o
isotretinoína en casos resistentes. La
combinación de agentes tópicos y
orales suele ser más efectiva y rápida.
3 . Rosácea Fimatosa (Subtipo III):
Lesiones Activas: El tratamiento sis-
témico con doxiciclina o isotretinoína
es efectivo. El uso combinado de lá-
ser vascular o IPL puede ser benefi-
cioso.
Lesiones Estables: Se recomienda el
uso de procedimientos quirúrgicos o
láser para el tratamiento definitivo (9).
4 . Rosácea Ocular (Subtipo IV):
Leve: Tratamientos locales como
lágrimas artificiales y limpieza del
borde del párpado suelen ser sufi-
cientes. También se pueden utilizar
corticoides tópicos y metronidazol.
Moderada a Grave: En casos persis-
tentes, la doxiciclina o isotretinoína a
dosis bajas pueden mejorar los sín-
tomas. Los pacientes con afectación
ocular significativa deben ser deriva-
dos a un oftalmólogo para un trata-
miento especializado (9).
Para cada subtipo de rosácea, es esencial
adaptar el tratamiento a las necesidades in-
dividuales del paciente, considerando la gra-
vedad de los síntomas y la respuesta a las te-
rapias. Las opciones deben discutirse con el
paciente, teniendo en cuenta tanto la efectivi-
dad del tratamiento como sus preferencias(9).
En los últimos años, ha habido importantes
avances en el tratamiento de la rosácea, lo
que permite controlar la enfermedad de ma-
nera efectiva y lograr una remisión. Sin em-
bargo, dado que la rosácea es una condición
crónica, es fundamental mantener un trata-
miento continuo y realizar controles periódi-
cos para prevenir recurrencias, ya que no es
una enfermedad curativa sino tratable (10).
SAN LUCAS GUADALUPE, A. K., PINOS REYES, B. F., RIVERA TICONA, A. A., & FERNÁNDEZ ORDUZ, A. R.
289
RECIAMUC VOL. 8 Nº 2 (2024)
Para el cuidado de la piel en pacientes con
rosácea, independientemente del subtipo,
se deben seguir estas recomendaciones:
Evitar factores desencadenantes.
Usar protectores solares de alta protec-
ción adecuados para pieles con rosácea.
Evitar productos que puedan irritar la piel.
Mantener una higiene suave con pro-
ductos específicos para rosácea dos
veces al día.
Aplicar emolientes diseñados para pieles
sensibles o extremadamente sensibles.
En casos de rosácea moderada a grave, ade-
más de los tratamientos tópicos, puede ser
necesario incorporar tratamientos orales (10).
La rosácea puede afectar significativamen-
te la calidad de vida de los pacientes, ya
que el enrojecimiento, las lesiones y las de-
formidades faciales pueden impactar nega-
tivamente en la autopercepción y en cómo
los demás ven al afectado. Esto puede lle-
var a sentimientos de vergüenza, ansiedad,
depresión y baja autoestima, afectando la
confianza en uno mismo y las relaciones in-
terpersonales (10)
Rosácea infantil
Es una enfermedad inflamatoria crónica
rara, a menudo confundida con otras con-
diciones eritematosas como el acné. Afecta
principalmente la región central de la cara,
causando eritema, telangiectasias y lesio-
nes inflamatorias. Aunque es más común en
adultos mayores de 30 años, se ha registra-
do en menores de 20 años en aproximada-
mente el 10% de casos. La rosácea ocular
se manifiesta con blefaritis crónica, disfun-
ción de glándulas de Meibomio, y puede
causar ojo seco y calaciones recurrentes.
Para el diagnóstico en niños, se recomien-
da usar al menos dos de los criterios clíni-
cos para adultos, ya que no existen criterios
específicos para la rosácea infantil (11).
Tabla 1. Criterios dermatológicos y oftalmológicos propuestos para la rosácea infantil
Fuente: Tomado de Rosácea infantil (11).
- Enrojecimiento facial con eritema recurrente o permanente
- Telangiectasias faciales sin otra enfermedad causal
- Pápulas y pústulas sin comedones
- Distribución preferencial de la lesión en áreas convexas de la cara
Manifestaciones oculares (uno de los siguientes):
- Chalaziones recurrentes
- Hiperemia oftálmica
- Queratitis
ROSÁCEA. IDENTIFICACIÓN, MANEJO CLÍNICO Y NUEVAS PERSPECTIVAS TERAPEÚTICAS
290
RECIAMUC VOL. 8 Nº 2 (2024)
Tratamiento de la Rosácea Infantil:
1. Tratamiento Similar al de Adultos:
Se utiliza eritromicina en lugar de te-
traciclinas (contraindicadas en me-
nores de 8 años).
Combinación de antibióticos sistémi-
cos y tratamiento tópico para reducir
lesiones inflamatorias y mejorar erite-
ma y telangiectasias.
2. Antibióticos Específicos:
Tetraciclinas y doxiciclina son efica-
ces en rosácea ocular para reducir
inflamación y regular la actividad de
proteasas.
Eritromicina es alternativa en niños
menores de 8 años con rosácea ocu-
lar, aliviando blefaro-queratitis.
3. Tratamientos Tópicos:
Metronidazol (0.75-1.0%) y ivermec-
tina ayudan a disminuir especies re-
activas de oxígeno y demodecidosis.
4. Tecnologías Adicionales:
Láser y luz intensa pulsada son útiles
para tratar eritema y telangiectasias,
favoreciendo la destrucción de pig-
mentos y la remodelación del colá-
geno dérmico.
Diagnóstico Diferencial de la Rosácea In-
fantil
Acné vulgar: Similar en lesiones, pero sin
comedones en rosácea.
Pioderma facial: Caracterizado por eritema
violáceo y lesiones purulentas.
Dermatitis perioral: Afectación peribucal, per-
inasal y periocular con pápulas eritematosas.
Dermatitis seborreica: Eritema centrofacial
con escamas oleosas.
Enfermedades de tejido conectivo: Lupus
eritematoso sistémico y dermatomiositis por
su eritema facial persistente.
Otras condiciones: Granulosis rubra nasi,
tiña facial, erupción polimorfa lumínica, y
sarcoidosis.
La rosácea infantil debe diferenciarse de
trastornos faciales eritematosos como acné,
dermatitis perioral y sarcoidosis. Aunque si-
milar a la rosácea en adultos, no presenta
cambios crónicos como la rinofima. Es cru-
cial considerar antecedentes de granuloma
facial aséptico idiopático, ya que puede evo-
lucionar a rosácea infantil. La distribución de
lesiones, telangiectasias y hallazgos ocula-
res ayudan en el diagnóstico diferencial (11).
Conclusiones
La rosácea es una dermatosis inflamatoria
crónica común en adultos, afectando princi-
palmente la región centrofacial. Aunque su
prevalencia en adultos varía significativa-
mente y se estima entre el 0.9% y el 10% en
la población caucásica, los casos en niños
son menos frecuentes y a menudo confun-
didos con otras condiciones eritematosas.
La rosácea infantil, aunque rara, debe diag-
nosticarse utilizando al menos dos de los
criterios clínicos empleados para adultos,
dado que no existen criterios específicos
para esta población. La confusión con el
acné y otras dermatosis eritematosas pue-
de complicar el diagnóstico, subrayando la
necesidad de un enfoque clínico minucioso
y la consideración de manifestaciones ocu-
lares en el diagnóstico diferencial.
La patogenia de la rosácea sigue siendo
parcialmente desconocida, pero se han
identificado factores clave como la reacti-
vidad vascular, la respuesta inmunológica
a microorganismos (especialmente el ácaro
Demodex folliculorum y bacterias asocia-
das como Bacillus oleronius), y alteraciones
en el microbioma intestinal. Estos factores
contribuyen a la inflamación y a los síntomas
cutáneos característicos de la enfermedad.
La identificación y manejo de estos factores
pueden ser esenciales para el tratamiento
efectivo de la rosácea.
SAN LUCAS GUADALUPE, A. K., PINOS REYES, B. F., RIVERA TICONA, A. A., & FERNÁNDEZ ORDUZ, A. R.
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El tratamiento de la rosácea debe adaptar-
se a los diferentes subtipos de la enferme-
dad. Para la rosácea eritematotelangiectá-
sica, se recomiendan terapias con láser y
luz pulsada intensa. Para la rosácea papu-
lopustulosa, se utilizan tratamientos tópicos
y sistémicos, incluyendo antibióticos orales
como la doxiciclina y en casos severos, iso-
tretinoína. La rosácea fimatosa puede re-
querir tratamientos sistémicos combinados
con procedimientos quirúrgicos o láser. En
la rosácea ocular, el manejo puede incluir
lágrimas artificiales y, en casos graves, an-
tibióticos orales y la derivación a un oftal-
mólogo. El enfoque terapéutico debe ser
individualizado, considerando la gravedad
y respuesta del paciente a las terapias.
La tecnología, como el uso de láseres y luz
intensa pulsada, ha mostrado ser eficaz en
la mejora de eritema y telangiectasias, com-
plementando los tratamientos tópicos y sis-
témicos. Estos avances permiten un manejo
más efectivo y estético de la enfermedad,
pero también destacan la necesidad de un
tratamiento continuo y personalizado debi-
do a la naturaleza crónica de la rosácea.
La rosácea no solo afecta la piel, sino que
también puede estar asociada con trastor-
nos sistémicos como enfermedades respi-
ratorias, gastrointestinales y metabólicas,
así como con la migraña. El impacto en la
calidad de vida de los pacientes puede
ser significativo, afectando su autoestima y
bienestar emocional. La integración de un
enfoque multidisciplinario en el manejo de
la rosácea es crucial para abordar tanto los
aspectos dermatológicos como los psicoló-
gicos de la enfermedad.
Aunque rara, la rosácea infantil requiere un
diagnóstico cuidadoso para diferenciarla de
otras condiciones eritematosas. Los trata-
mientos deben adaptarse a la edad del pa-
ciente, utilizando alternativas seguras como
la eritromicina en lugar de tetraciclinas. El
manejo de la rosácea ocular infantil debe in-
cluir una atención especializada para evitar
complicaciones. La identificación temprana
y el tratamiento adecuado pueden mejorar
significativamente el pronóstico en niños.
La rosácea, tanto en adultos como en ni-
ños, representa un desafío diagnóstico y
terapéutico que requiere una comprensión
detallada de sus diversas manifestaciones
y un enfoque de tratamiento adaptado a las
necesidades individuales del paciente. La
evolución en las técnicas diagnósticas y
terapéuticas continúa mejorando la capa-
cidad para manejar esta condición crónica
de manera efectiva.
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CITAR ESTE ARTICULO:
San Lucas Guadalupe, A. K., Pinos Reyes, B. F., Rivera Ticona, A. A., &
Fernández Orduz, A. R. (2024). Rosácea. Identificación, manejo clínico y
nuevas perspectivas terapeúticas. RECIAMUC, 8(2), 282-292. https://doi.
org/10.26820/reciamuc/8.(2).abril.2024.282-292
SAN LUCAS GUADALUPE, A. K., PINOS REYES, B. F., RIVERA TICONA, A. A., & FERNÁNDEZ ORDUZ, A. R.