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RECIAMUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
Introducción
Los problemas sociales, especialmente los
atribuidos o derivados de situaciones de
salud, para este caso, el creciente aumen-
to de las enfermedades no transmisibles
(ENT) y la identificación de síndrome me-
tabólico (SM) en la población escolarizada
sugiere un reto de carácter político y social,
que consiste en contribuir al entendimiento
del problema en sí, a partir del análisis de
los factores sociales y políticos asociados y,
de esta manera, establecer rutas más cla-
ras para organizar el accionar de los acto-
res de la política. Por su parte, el SM en esta
población, dada su asociación indiscutible
con la aparición de ENT, y, desde un punto
de vista más amplio, con los determinan-
tes sociales de salud, debe ser entendido
como un problema social, el cual se está
desarrollando en la comunidad, afectando
la calidad de vida de niños, niñas y ado-
lescentes. Así, el SM se convierte en un fe-
nómeno a explorar desde el punto de vista
de los actores involucrados y las interven-
ciones que se desarrollan en la actualidad,
cuyo fin esté orientado a la mitigación del
SM o, al menos, de sus factores de riesgo
en esta población (1).
El síndrome metabólico se define como “un
conjunto de anormalidades consideradas
como un factor de riesgo para desarrollar
enfermedad cardiovascular y diabetes”.
También es considerado como “una agru-
pación de factores de riesgo cardiovascu-
lar que incluyen obesidad central, presión
sanguínea elevada, resistencia a la insuli-
na y dislipidemias”. Los factores de riesgo
relacionados al síndrome metabólico son
vulnerables a acciones preventivo-promo-
cionales y al tratamiento oportuno con un
abordaje integral, debido a que se trata de
una problemática asociada principalmente
a los estilos de vida, es por ello la importan-
cia de desarrollar hábitos saludables desde
una temprana edad, con el fin de reducir las
enfermedades crónicas no transmisibles,
así como evitar los efectos negativos sobre
la calidad de vida en el adulto (2).
CHAMBA PILAY, V. E., ALVARADO ALVARADO, R. DE LAS M., LUCINA FLORES, B. O., & BURGOS CALLE, M. L.
Actualmente el sistema de salud se encuen-
tra con una alerta, ya que la prevalencia de
sobrepeso y obesidad en niños y adoles-
cente se ha incrementado exponencialmen-
te en todo el mundo, convirtiéndose en una
epidemia que afecta de manera negativa a
los sistemas de salud y economías de esta-
dos. La prevalencia de sobrepeso y obesi-
dad en niños ha tenido un incremento alar-
mante en todo el mundo. Hace años atrás
se consideraba al sobrepeso y obesidad
como una enfermedad que iba aumentando
en la infancia y adolescencia, con riesgo de
resultar en enfermedades crónico degene-
rativas en la adultez temprana, siendo ac-
tualmente una patología que está presente
en todo el mundo que se manifiesta de com-
plicaciones metabólicas en los niños (3).
Actualmente, la transición demográfica, epi-
demiológica y nutricional conducen hacia el
aumento del consumo de alimentos indus-
trializados y altamente energéticos que ha
generado una creciente oleada de casos
de sobrepeso y obesidad a nivel mundial
propiciando que los casos de SM también
se vean aumentados a edades más tem-
pranas. En niños y adolescentes, la preva-
lencia de obesidad está incrementando de
manera descontrolada, tan solo para el año
2016 la OMS estimó que más de 41 millones
de niños menores de cinco años en todo el
mundo presentaban sobrepeso u obesidad,
y a partir de esta edad hasta los 19 años el
número de niños y adolescentes obesos se
ha multiplicado por 10 en los últimos cuatro
decenios, afectando indistintamente a to-
dos los países (4).
Obesidad
La obesidad está considerada la enferme-
dad crónica no transmisible y el desorden
nutricional y metabólico más prevalente en
la edad pediátrica. Suele iniciarse en la in-
fancia-adolescencia, y tienen su origen en
una interacción entre factores genéticos y
ambientales o conductuales. La OMS de-
fine al sobrepeso y la obesidad como una
acumulación anormal o excesiva de grasa