DOI: 10.26820/reciamuc/8.(1).ene.2024.913-926
URL: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/1334
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIAMUC
ISSN: 2588-0748
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 913-926
Sedación en cuidados paliativos
Sedation in palliative care
Sedação em cuidados paliativos
Andrea Nahomy Delgado Rengifo
1
; Guido Yunior García Loor
2
; Franklin José Solórzano Buenaventura
3
RECIBIDO: 25/03/2024 ACEPTADO: 05/04/2024 PUBLICADO: 28/04/2024
1. Médico Cirujano; Posgradista de la Especialidad en Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor en la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador Sede Portoviejo; Portoviejo, Ecuador; andelgador@pucesm.edu.ec; https://or-
cid.org/0009-0006-0962-2369
2. Magíster en Seguridad y Salud Ocupacional; Médico Cirujano; Posgradista de la Especialidad en Anestesiología, Re-
animación y Terapia del Dolor en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Portoviejo; Portoviejo, Ecuador;
gygarcial@pucesm.edu.ec; https://orcid.org/0000-0003-4793-5869
3. Médico Cirujano; Posgradista de la Especialidad en Anestesiología, Reanimación y Terapia Del Dolor en la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador Sede Portoviejo; Portoviejo, Ecuador; fjsolorzano@pucesm.edu.ec; https://orcid.
org/0009-0005-8700-0373
CORRESPONDENCIA
Andrea Nahomy Delgado Rengifo
andelgador@pucesm.edu.ec
Portoviejo, Ecuador
© RECIAMUC; Editorial Saberes del Conocimiento, 2024
RESUMEN
La sedación paliativa (SP) es un enfoque crucial en el manejo del sufrimiento en pacientes terminales, donde otros tratamientos no logran
aliviar los síntomas. Se requiere una evaluación exhaustiva y el consentimiento informado del paciente, así como la consulta con un equi-
po experto en manejo de síntomas. La SP busca aliviar síntomas refractarios como el delirium agitado, el estreñimiento y el dolor, garan-
tizando una muerte tranquila sin relación con la eutanasia. La metodología de la revisión bibliográfica incluyó una búsqueda exhaustiva
en bases de datos especializadas y la selección de estudios relevantes publicados en los últimos diez años. Se analizaron los datos
para identificar patrones y tendencias, prestando especial atención a la eficacia y seguridad de la SP, así como a las controversias éticas
asociadas. La SP se considera éticamente aceptable siempre que no influya significativamente en la supervivencia del paciente. Sin
embargo, su aplicación plantea dilemas éticos, especialmente en relación con el sufrimiento existencial y la necesidad de una cuidadosa
reflexión compartida. Es crucial que el equipo interdisciplinario esté capacitado y siga directrices establecidas para garantizar una apli-
cación adecuada de la SP. Las benzodiacepinas son la primera opción terapéutica, y se debe controlar cuidadosamente la dosificación
para evitar sedación excesiva o insuficiente. La SP tiene implicaciones significativas en el ámbito antropológico, psicológico y emocional
del paciente y su familia. Es esencial diferenciar entre cuidados paliativos, SP y eutanasia, y garantizar el acceso equitativo a los cuidados
paliativos a nivel mundial. En última instancia, el respeto por la dignidad y los valores del paciente debe guiar todas las intervenciones
médicas al final de la vida, asegurando una atención compasiva y respetuosa que promueva el bienestar del paciente y su familia.
Palabras clave: Sedación Paliativa, Cuidados Paliativos, Sufrimiento Intratable, Ética Médica, Calidad de Vida.
ABSTRACT
Palliative sedation (PS) is a crucial approach in managing suffering in terminal patients, where other treatments fail to alleviate symptoms.
A thorough evaluation and informed consent of the patient, as well as consultation with an expert symptom management team, are re-
quired. PS aims to alleviate refractory symptoms such as agitated delirium, constipation, and pain, ensuring a peaceful death unrelated to
euthanasia. The methodology of the literature review included an exhaustive search in specialized databases and the selection of relevant
studies published in the last ten years. Data were analyzed to identify patterns and trends, paying special attention to the efficacy and
safety of PS, as well as associated ethical controversies. PS is considered ethically acceptable as long as it does not significantly influ-
ence patient survival. However, its application raises ethical dilemmas, especially regarding existential suffering and the need for careful
shared reflection. It is crucial that the interdisciplinary team is trained and follows established guidelines to ensure proper application of
PS. Benzodiazepines are the first therapeutic option, and dosage must be carefully controlled to avoid excessive or insufficient sedation.
PS has significant implications in the anthropological, psychological, and emotional aspects of the patient and their family. It is essential to
differentiate between palliative care, PS, and euthanasia, and to ensure equitable access to palliative care worldwide. Ultimately, respect
for the patient's dignity and values should guide all end-of-life medical interventions, ensuring compassionate and respectful care that
promotes the well-being of the patient and their family.
Keywords: Palliative Sedation, Palliative Care, Intractable Suffering, Medical Ethics, Quality of Life.
RESUMO
A sedação paliativa (SP) é uma abordagem crucial na gestão do sofrimento em doentes terminais, quando outros tratamentos não con-
seguem aliviar os sintomas. É necessária uma avaliação exaustiva e o consentimento informado do doente, bem como a consulta de uma
equipa especializada na gestão dos sintomas. A PS tem como objetivo aliviar os sintomas refractários, como o delírio agitado, a obstipação
e a dor, assegurando uma morte pacífica e não relacionada com a eutanásia. A metodologia da revisão da literatura incluiu uma pesquisa
exaustiva em bases de dados especializadas e a seleção de estudos relevantes publicados nos últimos dez anos. Os dados foram analisa-
dos para identificar padrões e tendências, dando especial atenção à eficácia e segurança da PS, bem como às controvérsias éticas asso-
ciadas. A PS é considerada eticamente aceitável, desde que não influencie significativamente a sobrevivência dos doentes. No entanto, a
sua aplicação levanta dilemas éticos, especialmente no que diz respeito ao sofrimento existencial e à necessidade de uma reflexão partil-
hada cuidadosa. É fundamental que a equipa interdisciplinar tenha formação e siga as directrizes estabelecidas para garantir a aplicação
adequada da PS. Os benzodiazepínicos são a primeira opção terapêutica e a dosagem deve ser cuidadosamente controlada para evitar
sedação excessiva ou insuficiente. A PS tem implicações significativas nos aspectos antropológicos, psicológicos e emocionais do doente
e da sua família. É fundamental distinguir entre cuidados paliativos, PS e eutanásia, e garantir o acesso equitativo aos cuidados paliativos
a nível mundial. Em última análise, o respeito pela dignidade e pelos valores do doente deve orientar todas as intervenções médicas em
fim de vida, assegurando cuidados compassivos e respeitosos que promovam o bem-estar do doente e da sua família.
Palavras-chave: Sedação paliativa, Cuidados paliativos, Sofrimento intratável, Ética médica, Qualidade de vida.
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RECIamUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
Introducción
La sedación paliativa (SP) implica emplear
medicamentos para disminuir la conscien-
cia de un paciente con el fin de aliviar el
sufrimiento causado por síntomas que no
responden a otros tratamientos. Aunque las
definiciones pueden variar, la mayoría de
las directrices coinciden en ciertos aspec-
tos fundamentales.
1. Presencia de un sufrimiento intratable
causado por un síntoma.
SEDACIÓN EN CUIDADOS PALIATIVOS
2. Presencia de una enfermedad “terminal”.
3. Necesidad de discusión con el paciente
y proceso de consentimiento informado.
4. Necesidad de consultar con un equipo
experto en manejo de síntomas.
5. Aplicación de fármaco/s sedante/s para
disminuir el nivel de consciencia y evitar
el sufrimiento del paciente monitorizan-
do su respuesta(1).
Tabla 1. Elementos de la definición de sedación paliativa
Fuente: Extraído de Análisis descriptivo de la sedación paliativa en una Unidad de Cui-
dados Paliativos Pediátricos (1)
1. Indicación
a) Tratamiento sintomático previo
El síntoma/s para el que se aplica la
sedación contaba con tratamiento
sintomático adecuado.
b) Especificación de refractariedad
Uno o más síntomas se identifican como
«refractario»/«sin posibilidad de
tratamiento» o términos similares indicando
que la sedación paliativa es el último
recurso posible.
2. Consentimiento
a) Evaluación de la competencia del
paciente
Se consideraba al paciente competente si era
mayor de 16 años, emancipado legalmente
o considerado como tal por su médico sino
existía alteración cognitiva descrita. Si no,
su padre/tutor se consideraron responsables
para participar en la toma de decisiones
a) Evaluación de la competencia del
paciente
Discusión y aceptación con el responsable
(punto 2a) registrado en la historia.
3. Aplicación
a) Fármaco adecuado
b) Dosis inicial adecuada
c) Monitorización
Registro de medidas de monitorización
(sintomático o de sedación) con escalas o de
manera subjetiva.
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RECIAmUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
En el ámbito de la medicina, los profesiona-
les se encuentran diariamente con pacien-
tes en fase terminal que sufren de síntomas
refractarios. En general, la mayoría de las
personas en esta etapa experimentan sínto-
mas intensos que tienen un impacto directo
en su calidad de vida y en la de sus familias,
como el delirium agitado, el estreñimiento,
la náusea, el vómito y el dolor. Es en estos
casos donde la sedación paliativa adquiere
una relevancia crucial. Por lo tanto, es esen-
cial abordar varios aspectos relacionados
con la sedación paliativa.
1. La sedación paliativa se reserva para
pacientes con síntomas refractarios,
confirmados por un equipo médico es-
pecializado.
2. La sedación paliativa busca aliviar sín-
tomas y garantizar una muerte tran-
quila, sin relación con la eutanasia. Es
esencial entender esta distinción para
evitar confusiones.
3. La decisión de aplicar sedación paliati-
va requiere una evaluación exhaustiva,
demostrando que el cuidado paliativo
previo ha sido insuficiente.
4. Los opioides no son el principal recurso
para la sedación, pero se utilizan para
tratar síntomas como dolor o dificultad
respiratoria. Es crucial entender que no
son sedantes, sino analgésicos.
5. El sufrimiento existencial plantea un di-
lema en la indicación de sedación palia-
tiva, ya que su evaluación y criterios de
aplicación no están universalmente defi-
nidos, generando debate en la literatura
médica y comités de bioética.(2)
La sedación paliativa se considera una me-
dida extrema tanto en adultos como en ni-
ños, ya que busca reducir o eliminar la cons-
ciencia del paciente para aliviar síntomas
que de otro modo serían insoportables. Este
enfoque es éticamente aceptable siempre y
cuando no influya significativamente en la
supervivencia del paciente. Aunque la ma-
yoría de los pacientes no la solicitan, puede
ser invaluable en ciertas circunstancias es-
pecíficas (3).
Aunque la mayoría de los síntomas pueden
manejarse con tratamientos farmacológicos
y no farmacológicos en los cuidados palia-
tivos, existen algunos que resultan difíciles
o imposibles de controlar con los métodos
tradicionales. A pesar de ser considerada
éticamente aceptable, la sedación paliativa
sigue siendo un tema controvertido que re-
quiere una comprensión más profunda.
La sedación paliativa posee un significado
antropológico profundo para el paciente, ya
que implica renunciar a la experiencia cons-
ciente de su propia muerte. Además, tiene
repercusiones significativas en el ámbito
psicológico y emocional de la familia del pa-
ciente. Por lo tanto, la decisión de recurrir a
ella debe ser el resultado de una cuidadosa
reflexión compartida sobre la necesidad de
disminuir el nivel de conciencia del pacien-
te como parte de su tratamiento. Para llevar
a cabo esta práctica de manera adecuada,
se requiere que el equipo interdisciplinario
cuente con una formación avanzada y expe-
riencia en cuidados paliativos. Además, es
fundamental seguir las directrices estableci-
das en sedación paliativa para garantizar su
correcta aplicación. Las benzodiacepinas
suelen ser la primera opción terapéutica, y
es crucial controlar cuidadosamente la dosi-
ficación para evitar una sedación excesiva o
insuficiente. La sedación paliativa debe ser
siempre indicada de manera precisa y do-
cumentada adecuadamente para asegurar
su uso apropiado en el cuidado de pacien-
tes en fase terminal.(4).
Con el objetivo de recabar la información
actualizada y pertinente respecto a Seda-
ción en cuidados paliativos se presenta la
presente revisión bibliográfica, con aspira-
ciones de que el resumen y análisis de la
información recolectada según su aporte y
relevancia sirva de guía para el interesado
del tema y aporte interés en la recolección
de datos que funcionen de alguna manera
DELGADO RENGIFO, A. N., GARCÍA LOOR, G. Y., & SOLÓRZANO BUENAVENTURA, F. J.
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RECIamUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
a cumplir la función para la cual se aplica
desde sus inicios hasta la actualidad, amén
de las discusiones éticas que se generan
alrededor del tema.
Metodología
Se llevó a cabo una exhaustiva búsqueda
bibliográfica utilizando bases de datos es-
pecializadas en ciencias de la salud, como
PubMed, Scopus y Web of Science. Se em-
plearon términos de búsqueda relaciona-
dos con la sedación en cuidados paliativos,
incluyendo "sedación paliativa", "sedación
terminal", "cuidados al final de la vida" y
otros términos relevantes. Se limitó la bús-
queda a artículos publicados en los últimos
diez años para garantizar la relevancia y ac-
tualización de la información recopilada.
Se incluyeron estudios originales, revisiones
sistemáticas, metaanálisis y guías clínicas
que abordaran la sedación en el contexto
de los cuidados paliativos. Se consideraron
artículos en español, con el objetivo de ob-
tener una perspectiva global sobre el tema.
Se registraron los siguientes datos: autor, año
de publicación, tipo de estudio, población
de estudio, intervención o procedimiento de
sedación, resultados principales y conclu-
siones relevantes. Los datos extraídos fue-
ron analizados y sintetizados para identificar
patrones, tendencias y discrepancias en la
literatura. Se prestó especial atención a los
hallazgos relevantes en cuanto a la eficacia
y seguridad de la sedación en cuidados pa-
liativos, así como a las controversias éticas
asociadas con esta práctica.
Se evaluó la calidad de la evidencia de los
estudios incluidos utilizando herramientas
apropiadas según el diseño del estudio.
Los resultados de la revisión se presenta-
rán de manera clara y concisa, incluyendo
tablas, gráficos y síntesis narrativa según
corresponda. Se destacarán los principales
hallazgos y conclusiones, así como las im-
plicaciones clínicas y las áreas de investi-
gación futura.
Se resumirán las principales conclusiones de-
rivadas de la revisión bibliográfica, destacan-
do las implicaciones clínicas, las recomenda-
ciones para la práctica clínica y las áreas de
investigación futura. Se enfatizará la impor-
tancia de abordar de manera ética y basada
en la evidencia el uso de la sedación en cui-
dados paliativos para mejorar la calidad de
vida de los pacientes al final de la vida.
Resultados
Desde 1990, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) ha definido los cuidados palia-
tivos como el cuidado integral para pacien-
tes cuya enfermedad no responde a trata-
mientos curativos, destacando el control del
dolor y otros síntomas para mejorar la cali-
dad de vida del paciente y su familia. La Ley
Consuelo Devis Saavedra de 2014 respalda
este enfoque integral. Uno de los desafíos
en los cuidados paliativos es el control de
síntomas refractarios al final de la vida, que
causan un grave impacto en la calidad de
vida del enfermo y su familia. La sedación
paliativa se considera una estrategia eficaz
para el manejo de estos síntomas, consis-
tente en la administración de medicamentos
para inducir sedación y aliviar el sufrimiento
cuando otras terapias no logran proporcio-
nar alivio. Estudios han demostrado que la
sedación paliativa se administra en una pro-
porción variable entre 2 y 52% de pacientes
terminales y resulta exitosa en el manejo de
síntomas intratables al final de la vida, sin
afectar la supervivencia y brindando alivio a
los familiares.(5)
La Asociación Europea de Cuidados Pa-
liativos (European Association for Palliative
Care, EAPC) promovió en el año 2013 la lla-
mada Carta de Praga reclamando la con-
sideración de los cuidados paliativos como
un derecho humano. Posteriormente, en
2018, la OMS había definido los Cuidados
Paliativos (CP) como:[...] la prevención y
alivio de sufrimiento de pacientes adultos
y pediátricos, así como de sus familias,
que se enfrentan a problemas asociados
con enfermedades que amenazan la vida.
SEDACIÓN EN CUIDADOS PALIATIVOS
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RECIAmUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
Estos problemas incluyen el sufrimiento fí-
sico, psicológico, social y espiritual de pa-
cientes y familiares(6).
La Asamblea Mundial de la Salud ha recono-
cido los cuidados paliativos como una res-
ponsabilidad ética de los sistemas de salud.
A pesar de los esfuerzos para que los cui-
dados paliativos sean considerados como
parte de los derechos humanos básicos y
se amplíe su acceso de manera universal,
aún queda mucho por hacer para garanti-
zar que la mayoría de la población mundial
pueda acceder a ellos (OMS, 2021). La In-
ternational Association for Hospice and Pa-
lliative Care enfatiza que los cuidados pa-
liativos son una atención activa y holística
dirigida a personas de todas las edades
que sufren severamente debido a enferme-
dades graves, especialmente aquellas que
se encuentran en etapas avanzadas de la
vida, con el propósito de mejorar la calidad
de vida de los pacientes, sus familias y cui-
dadores (IAHPC, 2018). Por lo tanto, cada
vez se promueve más la comprensión de los
cuidados paliativos, no solo en términos de
pronóstico, sino en función de las necesi-
dades, como también lo señala el Center to
Advance Palliative Care (CAPC, 2020). Dado
que los cuidados paliativos son cruciales en
el sistema de salud, varios estudios han re-
velado la existencia de prejuicios asociados
con conceptos mal comprendidos como la
sedación paliativa (SP) o la eutanasia (E)
(Taber et al., 2019). Este desconocimiento
puede dar lugar a mitos y creencias erró-
neas que obstaculizan su valoración ade-
cuada, como la idea de que la morfina solo
se asocia con personas en estado terminal
o que los cuidados paliativos son exclusivos
para pacientes con cáncer (Alonso Herrera
et al., 2020; Asencio Huertas et al., 2014).(6)
Fundamentos legales y bioéticos Marco
legal:
El acceso a los cuidados paliativos (CP) y
el soporte adecuado al final de la vida son
considerados derechos humanos básicos
desde la Declaración Universal de Dere-
chos Humanos de 1948. En México, estos
derechos se sustentan en la Constitución
Política y en diversas leyes y normativas
de salud. En cuanto a aspectos bioéticos,
se enfocan en principios como la intención,
proporcionalidad y doble efecto, así como
en los principios de la ética biomédica: auto-
nomía, beneficencia, no maleficencia y jus-
ticia. En Colombia, el Estado ha reconocido
el respeto a la autonomía de las personas
durante la enfermedad y la muerte, estable-
ciendo que no se debe obligar a alguien a
sobrevivir en condiciones penosas en con-
tra de sus deseos y convicciones íntimas.
La Ley 1733 de 2014 define los derechos
de los pacientes con enfermedades cró-
nicas, degenerativas o irreversibles, inclu-
yendo el derecho a los cuidados paliativos
y regulando su prestación por entidades de
salud públicas y privadas.(7)(8)
Tipos de sedación
La sedación paliativa puede ser, según su
temporalidad:
Sedación continua: sin períodos de des-
canso.
Sedación intermitente: permite períodos de
alerta. Indicada para ciertos procedimien-
tos, como curas complejas o movilizaciones
complicadas, y especialmente indicada para
casos de sufrimiento existencial refractario.
Según su intensidad:
Sedación profunda: no permite la comuni-
cación con el paciente.
Sedación supercial: permite la comunicación
del paciente continua o intermitente y su pro-
fundidad se gradúa para alcanzar el nivel de
sedación que logre el alivio de los síntomas.
De forma específica, podemos hablar de
sedación paliativa en la agonía, que es la
sedación paliativa que se utiliza cuando el
enfermo se encuentra en sus últimos días
u horas de vida para aliviar un sufrimiento
físico o psicológico que no ha respondido a
otras medidas(9).
DELGADO RENGIFO, A. N., GARCÍA LOOR, G. Y., & SOLÓRZANO BUENAVENTURA, F. J.
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RECIamUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
De acuerdo a esta definición y objetivos, lo
que caracteriza a los cuidados paliativos
es que:
1. Proporcionan alivio del dolor y otros sín-
tomas
2. Afirman la vida, pero aceptan la muerte
como algo inevitable
3. No intentan ni acelerar ni retrasar la
muerte
4. Integran los aspectos espirituales y psi-
cológicos en los cuidados del paciente
5. Ofrecen un sistema de soporte para
ayudar a los pacientes a vivir tan activa-
mente como sea posible hasta la muerte
6. Ofrecen un sistema de soporte para
ayudar a las familias a adaptarse duran-
te la enfermedad de los pacientes y en
el duelo(10)
Los cuidados paliativos se basan en prin-
cipios como la atención integral y persona-
lizada, abordando las necesidades físicas,
emocionales, sociales y espirituales del pa-
ciente. Se enfatiza en tratar a la familia y al
enfermo como una unidad, fomentando la
participación activa de la familia en el cuida-
do y respetando la autonomía y dignidad del
enfermo según sus propias preferencias(10).
Las recomendaciones de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) han sido funda-
mentales para la implementación de pro-
gramas de cuidados paliativos en todo el
mundo. La OMS sugiere que los programas
de cuidados paliativos incluyan atención
domiciliaria, servicios de consulta con pro-
fesionales especializados, centros de día y
cuidados en instituciones, aunque ninguno
de estos componentes es indispensable. Es
crucial que los tratamientos sean rentables,
fáciles de administrar y aplicables en el ho-
gar del paciente(10).
En España, la Estrategia en Cuidados Palia-
tivos del Sistema Nacional de Salud (SNS),
aprobada en 2007, identifica a los pacientes
elegibles para estos programas y promueve
un cambio de enfoque en los objetivos asis-
tenciales, rechazando el encarnizamiento
terapéutico y priorizando el alivio del sufri-
miento del paciente(10).
La Estrategia Nacional de Cuidados Palia-
tivos asume como propios los principios de
la OMS e incorpora lo que considera valo-
res esenciales de los programas de cuida-
dos paliativos:
1. Derecho al alivio del sufrimiento
2. Valor intrínseco de cada persona como
individuo autónomo y único
3. Calidad de vida definida por cada pa-
ciente
4. Expectativas del enfermo y familia sobre
la respuesta del sistema sanitario a sus
necesidades en el final de la vida
5. Solidaridad ante el sufrimiento
6. Acompañamiento a los pacientes y sus
familias basado en sus necesidades
7. Atención integral, accesible y equitativa
8. Continuidad de la atención y coordina-
ción de niveles asistenciales
9. Comunicación abierta y honesta
10. Reflexión ética y participación de los
pacientes y sus familiares en la toma de
decisiones
11. Competencia y desarrollo profesional
continuados para responder adecuada-
mente a las necesidades de los pacien-
tes y familiares
12. Trabajo en equipo interdisciplinar
13. Actuaciones terapéuticas basadas en
las mejores evidencias disponibles
14. No discriminación en función de la edad,
sexo, ni de ninguna otra característica(10).
Actualmente las intervenciones paliativas
se basan fundamentalmente en las nece-
sidades de los pacientes y familiares, más
SEDACIÓN EN CUIDADOS PALIATIVOS
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RECIAmUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
que en un plazo concreto de supervivencia
esperada. La Estrategia Nacional de Cuida-
dos Paliativos establece los siguientes crite-
rios para la definición de los pacientes con
enfermedad en fase avanzada y terminal:
Enfermedad incurable, avanzada y pro-
gresiva (pacientes con cáncer, pacien-
tes con enfermedades crónicas evoluti-
vas, pacientes infantiles).
Pronóstico de vida limitado
Escasa posibilidad de respuesta a trata-
mientos específicos
Evolución de carácter oscilante y fre-
cuentes crisis de necesidades
Intenso impacto emocional y familiar
Repercusiones sobre la estructura cui-
dadora
Alta demanda y uso de recursos (10)
Indicación de la sedación paliativa. Re-
quisitos
Para que la sedación sea considerada ética
y legalmente lícita debe reunir una serie de
condiciones:
1. Se plantea ante un síntoma refractario,
no ante un síntoma de difícil control.
2. El paciente debe padecer una enferme-
dad avanzada en fase terminal.
3. No hay posibilidades razonables de otro
tratamiento para controlar el síntoma:
4. Por adecuación del esfuerzo terapéutico
determinada por el médico.
5. Por rechazo al tratamiento decidido por
el paciente, su tutor o familiar de referen-
cia o en instrucciones previas.
6. Por encontrarse el paciente en situación
de agonía.
7. Por falta de disponibilidad de otros tra-
tamientos.
8. La sedación no debe instaurarse para
aliviar la pena de los familiares o la car-
ga laboral y la angustia de las personas
que lo atienden.
9. Dejar constancia en la historia clínica:
etiología del síntoma, tratamientos ins-
taurados y resistencia a estos.
10. Evaluación interdisciplinar(9) .
Intención de aliviar el sufrimiento: utiliza-
ción de dosis adecuadas y proporcionadas
al síntoma que queremos aliviar (dosis mí-
nima eficaz), ajuste de la dosis al nivel de
conciencia, reversibilidad y uso de fárma-
cos de rápida metabolización y vida media.
Se debe obtener siempre el consentimien-
to informado del paciente. Este aspecto se
desarrollará en el siguiente punto dada su
relevancia(9).
Tabla 2. Comparación de aspectos éticos de la sedación paliativa y de la eutanasia
Fuente: Tomado de Acedo Claro C, Rodríguez Martín B. (9)
SEDACIÓN PALIATIVA
EUTANASIA
INTENCIONALIDAD
Aliviar el sufrimiento
refractario
Provocar la muerte para liberar del
sufrimiento
PROCESO
Prescripción de fármacos de
forma proporcionada
Prescripción de fármacos a dosis letales
que garanticen una muerte rápida
RESULTADO
Alivio del sufrimiento
Muerte
DELGADO RENGIFO, A. N., GARCÍA LOOR, G. Y., & SOLÓRZANO BUENAVENTURA, F. J.
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RECIamUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
Eutanasia y cuidados paliativos (11)
La medicina paliativa sostiene que morir con
dignidad implica vivir con dignidad hasta
el último momento, respetando al paciente
como ser humano y sus valores. Los cuida-
dos paliativos buscan aliviar el sufrimiento
y proporcionar confort al paciente en su
proceso de morir, sin tener como objetivo la
muerte del enfermo. La eutanasia, en con-
traste, elimina al paciente sin acompañarlo
en su proceso de morir.
Cuando se prevé un tiempo de vida limi-
tado, los pacientes pueden ser referidos a
cuidados paliativos, que abordan aspectos
físicos, psicológicos, emocionales, sociales
y espirituales. Un enfoque integral requiere
la colaboración de equipos multidisciplina-
rios que incluyen profesionales de la salud,
expertos en ética, asesores espirituales,
abogados y voluntarios.
El cuidado, esencial en la existencia hu-
mana, refleja solidaridad y compromiso. Es
crucial especialmente para los seres huma-
nos más vulnerables, y la familia del enfer-
mo tiene un papel fundamental en propor-
cionar este cuidado.
Los cuidados paliativos son la mejor forma
de acompañar al paciente en su proceso
de morir, sin acelerar su muerte. Por lo tan-
to, el derecho a la asistencia sanitaria debe
incluir cuidados humanizados para los pa-
cientes terminales, convirtiendo a la medi-
cina paliativa en la solución ética adecuada
para esta situación.
Eutanasia y sedación paliativa (11)
La sedación paliativa, en el contexto de la
medicina paliativa, ha sido a menudo malin-
terpretada como una forma encubierta de
eutanasia. Sin embargo, es crucial entender
la distinción entre ambas prácticas.
La sedación paliativa implica la reducción de-
liberada del nivel de conciencia del paciente,
con el consentimiento previo, para aliviar sín-
tomas refractarios y evitar un sufrimiento into-
lerable. Aunque la sedación paliativa puede
acelerar la muerte de manera accidental, su
objetivo primordial es aliviar el sufrimiento, no
provocar la muerte del paciente.
Por otro lado, la eutanasia busca directa-
mente poner fin a la vida del paciente, ya
sea por acción o por omisión, con el objetivo
de eliminar su sufrimiento. La muerte del pa-
ciente es el resultado buscado en la eutana-
sia, mientras que, en la sedación paliativa, la
muerte es una consecuencia no intenciona-
da del curso natural de la enfermedad.
Es esencial que la sedación paliativa se rea-
lice de manera ética y con el consentimiento
informado del paciente o, en su ausencia,
de la familia. Debe ser considerada como
un recurso terapéutico legítimo cuando se
determina que es la mejor opción para con-
trolar el sufrimiento del paciente en su etapa
de muerte inminente.
La práctica de la sedación paliativa debe
estar guiada por principios éticos y clíni-
cos sólidos, evitando su uso inapropiado o
como un medio para reducir la carga emo-
cional del equipo médico o de la familia.
En última instancia, los cuidados paliativos
ofrecen una alternativa ética y humanizada
para ayudar a los pacientes al final de su
vida, sin recurrir a la eutanasia.
Farmacología en la sedación paliativa
Una vez ya se tiene clara la decisión de ini-
ciar sedación paliativa, se deben tener en
cuenta las siguientes consideraciones para
elegir el mejor fármaco:
1. Considerar los síntomas que agobian
al paciente para elegir adecuadamente
el fármaco que se va a iniciar como se
muestra en la figura 5.
2. Monitorizar el nivel de sedación, de
acuerdo con las escalas de sedación.
3. Titular la dosis de los fármacos según el
nivel de consciencia del paciente.
4. Administrar dosis de rescate o adicionar
terapia dual a esquema de sedación,
para lograr el objetivo propuesto.
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5. Reevaluación de síntomas a pesar de
que el paciente este sedado, para defi-
nir ajustes adicionales. (8)
Tabla 3. Fármacos indicados según sintomatología del paciente
Fuente: Tomada y modificada con fines académicos, sedación paliativa en el paciente
en situación terminal, Npunto, Vol.3, Pág. 38-40. (8)
Síntomas
Tratamiento farmacológico
sintomático
Fármacos en la sedación
Delirum
Neurolépticos y benzodiacepinas
de forma escalonada hasta
conseguir mejorar la
sintomatología del paciente.
Haloperidol como fármaco de
primera elección.
1. Levomepromazina
2. Midazolam
3. Flunitrazepam
4. Levomepromazina
5. Propofol o fenobarbital
Disnea
Opioides, anticolinérgicos,
benzodiacepinas y corticoides
según las necesidades.
1. Mantener la medicación previa
a dosis óptimas.
2. 1.Midazolam
3. Flunitrazepam
4. Levomepromazina
5. Propofol o fenobarbital
Dolor
Adecuada valoración y
evaluación continuada junto con
tratamiento farmacológico
escalonado (escala analgésica de
la OMS) sin olvidar la rotación
de opioides.
1. Mantener la medicación previa
a dosis óptimas.
2. 1.Midazolam
3. Flunitrazepam
4. Levomepromazina
5. Propofol o fenobarbital
Sufrimiento psicológico:
ansiedad crisis y angustia
En caso en ansiedad persistente
debe consultarse a un
especialista. Los
benzodiacepinas son el
tratamiento de elección.
1. Midazolam
2. Flunitrazepam
3. Levomepromazina
4. Propofol o fenobarbital
Hemorragia masiva
Indicación de sedación. Al ser un
síntoma previsible en muchas
situaciones, dicha indicación
debería estar consensuada.
1. Midazolam
2. Flunitrazepam
3. Propofol o fenobarbital
Convulsiones
Antiepilépticos corticoides y
medidas específicas como QT.
1. Midazolam
2. Flunitrazepam
3. Levomepromazina
4. Propofol o fenobarbital
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El fármaco sedante más utilizado es el mida-
zolam como se observa en la figura 6, pero
para conseguir un adecuado control sintomá-
tico suele ser precisa la asociación de otros
fármacos como la morfina (control del dolor
y la disnea), la butilescopolamina o la esco-
polamina (para los estertores), el haloperidol
(antiemético o para control del delirium) y la
levomepromazina (agitación psicomotriz no
controlada con midazolam y haloperidol).
Las razones más frecuentes para la sedación
son: disnea 55%, excitación psicomotriz 36%,
dolor 3%, pánico 3%, hemorragias 3%(8).
Los grupos de fármacos más utilizados en
la sedación se presentan a continuación:
Tabla 4. Fármacos y dosis orientativas en sedación paliativa
Fuente: Tomado y modificado con fines académicos guía de práctica clínica para la
atención de paciente en Cuidado paliativo. Sistema general de seguridad social en salud.
2016, Pág. 215-221(8).
Medicamentos
Dosis subcutánea
Dosis intravenosa
Midazolam
(ampolla 15mg/3ml)
Inducción (bolos): 2,5 5mg
inicial. ICSC*: 0,4 -0,8 mg/hora.
** Rescate (bolos): 2,5 mg
5mg. Máxima diaria 160 200
mg.
Inducción (bolos): 1,5 3mg /
5minutos. Inicial ICIV**:
Inducción x 6. Rescate (bolos) =
inducción.
Levomepromazina
(ampolla 25/ml)
Inducción (bolos): 12,5 25 mg.*
Inicial ICSC: 100 mg/día.
Rescate (bolos):12,5mg. Máxima
diaria: 300 mg.
Habitualmente la mitad de la
dosis subcutánea.
*ICSC: Infusión continua subcutánea. **ICIV: Infusión continua intravenosa.
Benzodiacepinas: Son los medicamentos
de primera elección en ausencia de deliro,
utilizadas para la sedación y amnesia don-
de ejercen su efecto ansiolítico, anticonvulsi-
vante y su efecto como relajante muscular a
través de la interacción de los sitios de unión
específicos sobre los receptores (GABA)(8).
Dentro de este grupo el que con mayor fre-
cuencia se utiliza es el midazolam, dado que
es el más utilizado en SP (70%), con una efi-
cacia de 83-87%, donde se administra atre-
ves de vía intravenosa (IV), subcutánea y vía
oral. El midazolam tiene inicio de acción rá-
pido con una vida media (VM) 1-3 horas, la
dosis recomendada en SP es bolo IV 2-5 mg y
una infusión continua (IC) de 1-5 mg/hora.(8).
Se debe tener cuenta la dosis máxima dia-
ria de Midazolam: 240 mg/día. En caso de
no lograr el nivel de sedación adecuado
con esta dosis, añadir levomepromazina o
cambiar a fenobarbital o propofol(8).
Opioides: Son con frecuencia utilizados en
el control del dolor, se presentan con fre-
cuencia en pacientes terminales. Para su
elección se tendrá en cuenta la intensidad
del dolor referido por el paciente, de los
cuales el que más se utiliza e s la morfina(8).
La morfina tiene un inicio de acción de apro-
ximadamente 5 a 10 minutos luego de su
administración intravenosa, su duración de
acción es dependiente de dosis, su efecto
máximo se alcanza alrededor de 1-2 horas
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y presenta una (VM) de 4 -5 horas. Se pue-
de administrar de manera intermitente intra-
venosa (IV) en dosis de 2 a 4 mg cada 1 a 2
horas o en una infusión continua de 2 a 15
mg /h ora(8).
Barbitúricos (Fenobarbital): Se puede
usar subcutáneamente. Es un sedante po-
tente, usado cuando falla la medicación
con benzodiacepinas, especialmente si el
paciente no tiene acceso IV. Eficacia 79%.
Indicado en hipertensión intracraneal y es-
tado epiléptico, pero no para sedación. El
tiempo de efecto puede ser de cinco minu-
tos, aunque una dosis administrada por vía
intravenosa puede no alcanzar el EM duran-
te 30 minutos. Además, se acumulará con
la administración repetida de dosis, y tiene
una VM de hasta 53-120 horas. Lo que difi-
culta su ajuste de acuerdo con la respuesta
clínica, su dosis por vía subcutánea será de
100 mg y por vía intravenosa de 2 mg/ kg
con una administración lenta.
Antes de iniciar la inducción con fenobar-
bital, hay que suspender el tratamiento con
benzodiacepinas y neurolépticos, y reducir
el tratamiento opioide al menos a la mitad
de la dosis. (8).
Anestésicos (Propofol): Indicado específi-
camente para la sedación/anestesia, con
el fin de promover el alivio de la agitación
y la fatiga refractaria. Las dosis requeridas
pueden disminuir un 20-30% en pacientes
ancianos, debilitados o hipovolémicos, el
tiempo de inicio de acción es de 30 segun-
dos, su vida media plasmática es de 30 a 60
minutos. Su protocolo de sedación consis-
tente en una dosis de inducción: 10-40 mg y
si se requiere dosis de rescate: 10 a 20 mg
cada 3 a 5 minutos o bien goteo continuo de
25 a 75 μg/kg por minuto con una dosis de
mantenimiento: 50 a 70 mg/ hora(8).
Otros
La dexmedetomidina se utiliza en el contexto
de cuidados paliativos para lograr analgesia
de forma rápida, ahorrar dosis de opiáceos
delimitando los efectos intolerables de los
mismos a altas dosis y analgesia cuando
otras intervenciones han fracasado. Se ad-
ministra en dosis 1 μg/kg durante 10 minutos
y luego una infusión de 0.2-1 μg/k g/h(8).
Levomepromazina: se utiliza como prime-
ra opción cuando existe delirio refractario
y como segunda opción cuando fracasa la
sedación con midazolam. Puede producir
hipotensión, el inicio de acción es de 30 mi-
nutos con vida media plasmática de 15- 30
horas. Protocolo de sedación (vía endove-
nosa o subcutánea): dosis de inducción en
bolos: 12.5-25 mg, dosis de rescate: 12.5
mg-25 mg, cada hora si fuera necesario,
dosis inicial de la infusión continua (subcu-
tánea o endovenosa): 50-100 mg/24 horas,
dosis máxima parenteral: 300 mg/día.(8).
El progreso en la medicina paliativa, junto
con una mayor difusión y acceso a cuida-
dos de calidad, ha llevado a un aumento en
el número de pacientes atendidos y, como
resultado, a una mayor complejidad en los
síntomas y patologías tratadas. Hoy en día,
existe evidencia suficiente que respalda los
beneficios de la sedación paliativa en tér-
minos de calidad de vida, supervivencia y
manejo de síntomas refractarios en pacien-
tes al final de sus vidas(12)..
La mejora en la capacitación específica de
los profesionales que cuidan a estos pa-
cientes ha facilitado la identificación tem-
prana de síntomas refractarios, siendo los
síntomas físicos los más comúnmente aso-
ciados con la necesidad de sedación pa-
liativa durante la agonía. Sin embargo, la
cuestión del sufrimiento emocional o exis-
tencial refractario como justificación para la
sedación pone de manifiesto la controversia
en este ámbito(12)..
La naturaleza subjetiva e intangible de es-
tos síntomas dificulta el consenso entre los
expertos en términos de terminología, iden-
tificación y, por ende, toma de decisiones.
Factores como la dificultad para definir la
refractariedad del sufrimiento emocional, la
incertidumbre del pronóstico (que no siem-
pre implica una fase final de la vida), o la
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presencia de síntomas neurológicos como
el delirio (que puede enmascarar o exacer-
bar la sintomatología psicológica), generan
interrogantes médicas, morales y éticas en
el abordaje de estos pacientes en relación
con la sedación paliativa(12).
El estudio realizado por Sastre et al. (2024)
tuvo como objetivo evaluar el nivel de co-
nocimiento sobre cuidados paliativos (CP),
sedación paliativa (SP) y eutanasia (E) entre
los asistentes a unas Jornadas de CP en la
Comunidad de Madrid con una muestra de
142 participantes. A pesar de haber asisti-
do a estas jornadas y escuchado conferen-
cias clarificatorias, se encontró que el nivel
de conocimiento sobre CP y SP era básico,
siendo aún menor respecto a la eutanasia.
Esto refleja un alto grado de desconoci-
miento en un grupo interesado en el tema,
corroborando hallazgos previos (Taber et
al., 2019; Morita et al., 2003)(6).
Los resultados indican una confusión prác-
tica entre SP y E, lo cual puede potenciar y
legitimar mitos que dificultan deliberaciones
éticas y sanitarias (Acedo Claro y Rodríguez
Martín, 2021; Sharp, 2018). Se sugiere que
una mayor formación en CP podría mejorar
el conocimiento en SP y E, ya que la puntua-
ción en CP correlaciona con el conocimien-
to total. Los individuos con estudios de Li-
cenciatura, Grado o Doctorado, y aquellos
que trabajan en CP o en el ámbito sanitario
y de la psicología, mostraron un mayor co-
nocimiento sobre E(6).
Sin embargo, se observa una falta de clari-
dad en los conceptos entre los profesiona-
les del ámbito social, a pesar de su papel
significativo en la toma de decisiones al final
de la vida. Aunque el estudio tiene limitacio-
nes, como la fragmentación de la muestra
en diferentes categorías sociodemográficas
y la falta de validación del cuestionario, las
personas con conocimientos avanzados so-
bre la Ley de Eutanasia y la formación en
CP mostraron un mayor conocimiento en to-
dos los campos. Se destaca la necesidad
de una mayor formación e información so-
bre CP, SP y E, dada la relevancia de las
creencias y mitos en la toma de decisiones
relacionadas con el final de la vida. La im-
plementación de iniciativas que promuevan
una cultura de atención paliativa como un
derecho humano fundamental ayudará a
aclarar estos conceptos y garantizar los cui-
dados adecuados para todas las personas
en el final de la vida (Fabre y Hernández
Sánchez, 2020)(6).
Conclusiones
El análisis detallado de los cuidados palia-
tivos, la sedación paliativa y la eutanasia
revela la importancia de comprender y dife-
renciar estas prácticas en el contexto de la
atención médica al final de la vida. Mientras
que los cuidados paliativos se centran en
aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de
vida del paciente y su familia, la sedación
paliativa se reserva para casos de síntomas
refractarios, con el objetivo principal de ali-
viar el sufrimiento, no acelerar la muerte.
Por otro lado, la eutanasia implica la acción
deliberada de poner fin a la vida del pacien-
te para eliminar el sufrimiento, lo cual es éti-
camente distinto de los cuidados paliativos
y la sedación paliativa.
La implementación de programas de cui-
dados paliativos a nivel mundial se ha for-
talecido gracias a las recomendaciones de
la Organización Mundial de la Salud (OMS)
y estrategias nacionales como la Estrategia
en Cuidados Paliativos del Sistema Nacio-
nal de Salud en España. Estas iniciativas
buscan garantizar el acceso equitativo a los
cuidados paliativos y promover una aten-
ción integral y humanizada para los pacien-
tes al final de la vida.
Es fundamental que los profesionales de la
salud estén capacitados para proporcionar
cuidados paliativos de calidad, incluida la
sedación paliativa cuando sea necesario. La
formación adecuada contribuye a mejorar
el conocimiento y la comprensión de estas
prácticas, lo cual es crucial para tomar de-
cisiones éticas y clínicamente adecuadas en
el manejo del sufrimiento al final de la vida.
SEDACIÓN EN CUIDADOS PALIATIVOS
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RECIAmUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
En última instancia, el respeto por la digni-
dad y los valores del paciente debe guiar
todas las intervenciones médicas en el final
de la vida, asegurando que se brinde una
atención compasiva y respetuosa que pro-
mueva el bienestar del paciente y su familia.
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Sedacioün 2 - copia.pdf
CITAR ESTE ARTICULO:
Delgado Rengifo, A. N., García Loor, G. Y., & Solórzano Buenaventura, F.
J. (2024). Sedación en cuidados paliativos. RECIAMUC, 8(1), 913-926.
https://doi.org/10.26820/reciamuc/8.(1).ene.2024.913-926
DELGADO RENGIFO, A. N., GARCÍA LOOR, G. Y., & SOLÓRZANO BUENAVENTURA, F. J.