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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
diagnóstico biológico. Además, con el fin de
evaluar la presencia de células leucémicas
y el grado de afectación del Sistema Nervio-
so Central (SNC) en el momento del diag-
nóstico, se incluye una punción lumbar (8).
La caracterización biológica implica en pri-
mer lugar la cuantificación, mediante técni-
cas de microscopía óptica y citometría de
flujo, del número de blastos presentes en las
muestras obtenidas, así como la caracteri-
zación de los rasgos citológicos de éstos: el
tamaño celular, los nucleolos, la morfología
nuclear o el estado de la cromatina. Por otra
parte, la expresión de ciertos marcadores
de membrana permite identificar el grado
de diferenciación de las células leucémi-
cas: pro-B, B común, pre-B y B maduras.
Finalmente, el análisis genético conduce a
la identificación de alteraciones genéticas,
muchas de ellas asociadas al pronóstico de
la enfermedad, como ocurre con el reorde-
namiento del gen MLL, asociado a un mal
pronóstico, mientras que la translocación
t (p13;q22) se asocia con un elevado por-
centaje de supervivencia (8).
Diferentes estudios demuestran que el an-
tígeno CD66c se muestra en un porcentaje
de frecuencia considerable dentro de los
marcadores expresados para el diagnós-
tico en la LLA-B, algunos realizan compa-
raciones entre marcadores mieloides como
CD13, CD33, CD15, CD65, entre otros y su
relación con la aparición de diversas abe-
rraciones cromosómicas (9).
Los estudios de expresión génica de la LLA,
además de los análisis de alteraciones en el
número de copias en el DNA, han enfatiza-
do la gran heterogeneidad de la enferme-
dad y han permitido establecer el diagnós-
tico diferencial e identificar nuevos subtipos
de leucemia. Existe un grupo de pacientes
BCR-ABL negativos (15%) que tienen un
perfil de expresión génica similar al que se
observa en los portadores de este transcri-
to quimérico. Este subgrupo tiene un rango
de alteraciones genéticas y estructurales
de genes que activan el desarrollo linfoide,
receptores de citocinas y rutas de senaliza-
ción ˜ de cinasas. Más del 50% de los ca-
sos llevan rearreglos en CRLF1, de los cua-
les cerca de la mitad tienen mutaciones en
JAK. Datos recientes revelan la presencia
de más de 10 subtipos de LLA pre-B clasi-
ficados como hiperdiploides, hipodiploides,
TEL-AML1 positivos, TCF3-PBX1 positivos,
BCR-ABL positivos, similar a BCR-ABL,
rearreglos en MLL, con rearreglos en MYC,
con y sin rearreglos en CRLF2, desregula-
ción de ERG y con alteraciones en PAX5,
mismos que difieren en su distribución entre
grupos de edad. De la misma forma, en la
LLA de cél-T se han identificado 9 subtipos
moleculares de la enfermedad, incluyendo
pre-T temprana (12%), con desregulación en
TLX3 (20%), TAL1 (15-18%), LMO2 (10%),
TLX1 (7%), positivos a la translocaciones
t(10;11) (10%), MLL-ENL (2-3%), NUP214-
ABL1 (6%) y t(7;9) (<1%). Cabe recalcar
que en un análisis de perfiles de expresión
en niños con recaída temprana y tardía, se
reportó que la sobreexpresión de FOXM1,
exonucleasa NEF-sp, BIRC5, NCAPH,
GTSE1, CENPM, KIAA0101, C10orf56, BU-
B1B, UBE2V1, POLQ y TMEM97 son indi-
cadores de recaída, mientras que PAICS,
TYMS, IMPA2, CAD, ATIC y GART, correla-
cionan con recaída tardía (10).
Inmunofenotipo por citometría de ujo
Esta técnica permite estudiar de manera
indirecta expresiones antigénicas de im-
portancia, así mismo, las combinaciones
usadas en los paneles de anticuerpos per-
miten establecer vías madurativas norma-
les y, por lo tanto, ayuda a diferenciarlas de
las anómalas encontradas en alteraciones
displásicas (maduraciones asincrónicas,
distribuciones de los diversos estadios ma-
durativos no adecuadas, sobreexpresiones,
infraexpresiones, ausencia parcial, pérdida
antigénica, etc.) y procesos leucémicos.
Además de todo ello la citometría de flujo,
para el descarte de LA, brinda valores re-
lativos de la población aberrante y de las
demás poblaciones, no obstante, cabe re-
saltar que durante el proceso se tiende a
MARCADORES MOLECULARES Y CELULARES EN LA LEUCEMIA LINFOBLÁSTICA AGUDA