DOI: 10.26820/reciamuc/8.(1).ene.2024.297-319
URL: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/1273
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIAMUC
ISSN: 2588-0748
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 297-319
Envejecimiento humano: un análisis integral desde la
perspectiva de la medicina interna
Human aging: a comprehensive analysis from an internal
medicine perspective
Envelhecimento humano: uma análise global na perspetiva da
medicina interna
Miguel Eduardo Cárdenas Alvear
1
; Gabriela Rosa Rodríguez Plaza
2
; Juan Carlos Yánez Tobar
3
;
Manuel Eduardo Iturralde Avilés
4
RECIBIDO: 11/11/2023 ACEPTADO: 11/12/2023 PUBLICADO: 27/02/2024
1. Diplomado Superior en Docencia Universitaria; Especialista en Anestesiología; Doctor en Medicina y Cirugía;Di-
rección Técnica de Críticos; Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social Riobamba; Riobamba, Ecuador; pingullin1@
hotmail.com; https://orcid.org/0009-0002-9002-2061
2. Médica General;Clínica Renaissence; Quito, Ecuador; gabriela.gr@gmail.com; https://orcid.org/0000-0003-4784-1299
3. Médico general; Medicina Interna; Médico General en Funciones Hospitalarias en el Hospital Eugenio Espejo - Endo-
crinólogia; Quito, Ecuador; juanyanezmed@gmail.com; https://orcid.org/0009-0006-9519-1568
4. Médico; Docente en Tecnológico Universitario Argos; Ayudante Quirúrgico en C.A.T.A - Clínica Siluetica; Guayaquil,
Ecuador; manuel_iturralde@outlook.com; https://orcid.org/0000-0003-1426-6689
CORRESPONDENCIA
Miguel Eduardo Cárdenas Alvear
pingullin1@hotmail.com
Riobamba, Ecuador
© RECIAMUC; Editorial Saberes del Conocimiento, 2024
RESUMEN
El envejecimiento, un proceso biológico inevitable que afecta a todos los seres vivos, ha sido objeto de fascinación a lo lar-
go de la historia. Este fenómeno implica cambios a nivel celular, molecular y sistémico, contribuyendo a la pérdida gradual
de funciones y la vulnerabilidad a enfermedades. Diversas teorías, como la del Daño Celular, la Programación Genética,
la Inflamación Crónica y la Telomerasa, buscan explicar los mecanismos subyacentes al envejecimiento. La investigación
actual en el campo del envejecimiento se centra en estrategias para comprender y contrarrestar este proceso. Se explo-
ran tratamientos antiaging, como la Terapia de Reemplazo Hormonal, terapias contra la senescencia celular, intervencio-
nes dietéticas y calóricas, así como avances en la Ingeniería Genética. Estos enfoques buscan mejorar la calidad de vida
en la vejez y prolongar la longevidad de manera saludable, aunque la manipulación genética plantea desafíos éticos y
científicos. En resumen, el envejecimiento, influenciado por factores genéticos, ambientales y moleculares, sigue siendo
un fenómeno complejo con perspectivas prometedoras para intervenciones futuras.
Palabras clave: Envejecimiento, Envejecimiento Cognitivo, Envejecimiento Saludable, Senescencia Celular, Inflama-
ción, Teorías del Envejecimiento, Medicina Interna.
ABSTRACT
Aging, an inevitable biological process that impacts all living beings, has been a subject of fascination throughout history.
This phenomenon entails changes at the cellular, molecular, and systemic levels, contributing to the gradual loss of functions
and increased vulnerability to diseases. Various theories, such as Cell Damage, Genetic Programming, Chronic Inflamma-
tion, and Telomerase, aim to elucidate the mechanisms underlying aging.Current research in the field of aging is concen-
trated on strategies to comprehend and mitigate this process. Explorations into anti-aging treatments include Hormone
Replacement Therapy, interventions against cellular senescence, dietary and caloric approaches, as well as advancements
in Genetic Engineering. These approaches aim to enhance the quality of life in old age and extend longevity in a healthy
manner, though genetic manipulation raises ethical and scientific challenges. In summary, aging, influenced by genetic,
environmental, and molecular factors, remains a complex phenomenon with promising prospects for future interventions.
Keywords: Aging, Cognitive Aging, Healthy Aging, Cellular Senescence, Inflammation, Theories of Aging, Internal Medicine.
RESUMO
O envelhecimento, um processo biológico inevitável que afecta todos os seres vivos, tem sido objeto de fascínio ao longo
da história. Este fenómeno implica alterações a nível celular, molecular e sistémico, contribuindo para a perda gradual de
funções e para o aumento da vulnerabilidade a doenças. Várias teorias, como a dos danos celulares, da programação
genética, da inflamação crónica e da telomerase, procuram elucidar os mecanismos subjacentes ao envelhecimento. As
investigações sobre tratamentos anti-envelhecimento incluem a terapia de substituição hormonal, intervenções contra a
senescência celular, abordagens dietéticas e calóricas, bem como avanços na engenharia genética. Estas abordagens têm
como objetivo melhorar a qualidade de vida na velhice e prolongar a longevidade de uma forma saudável, embora a mani-
pulação genética levante desafios éticos e científicos. Em resumo, o envelhecimento, influenciado por factores genéticos,
ambientais e moleculares, continua a ser um fenómeno complexo com perspectivas promissoras para intervenções futuras.
Palavras-chave: Envelhecimento, Envelhecimento Cognitivo, Envelhecimento Saudável, Senescência Celular, Inflama-
ção, Teorias do Envelhecimento, Medicina Interna.
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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA
Introducción
El envejecimiento humano es un fenómeno
multifacético que ha intrigado a científicos,
médicos y filósofos a lo largo de la histo-
ria.(1) Desde las teorías clásicas hasta los
avances contemporáneos, la comprensión
del envejecimiento ha evolucionado signi-
ficativamente. La Medicina Interna emerge
como una disciplina clave en este campo,
proporcionando una visión holística y ex-
haustiva de los procesos fisiológicos y pa-
tológicos asociados con el envejecimiento.
La teoría del envejecimiento ha experimen-
tado una transformación paradigmática
a lo largo de los años. Desde la teoría de
daño acumulativo de SENS (Strategies for
Engineered Negligible Senescence) hasta
la teoría de la programación genética de
envejecimiento, la comunidad científica se
ha embarcado en un viaje para desentrañar
los misterios de la senescencia.(2,3) Estu-
dios recientes, como el trabajo pionero de
López-Otín et al denominado “Hallmarks of
Health”, han delineado pilares moleculares
que caracterizan el proceso de envejeci-
miento, proporcionando un marco integral
para futuras investigaciones.(4)
La medicina interna, como especialidad
médica centrada en la atención a adultos y
en el diagnóstico y tratamiento de enferme-
dades complejas y sistémicas, se encuen-
tra en la vanguardia de los esfuerzos para
comprender y abordar los desafíos del en-
vejecimiento.(5) La integración de enfoques
preventivos, terapéuticos y rehabilitativos en
medicina interna se alinea con la necesidad
de estrategias personalizadas y eficaces
para abordar la complejidad de los cambios
fisiológicos y patológicos asociados con el
envejecimiento. En la actualidad, el pano-
rama de tratamientos e intervenciones en
medicina interna está experimentando una
revolución. Desde terapias génicas y farma-
cológicas que abordan específicamente los
procesos moleculares del envejecimiento a
intervenciones basadas en el estilo de vida
que van desde la dieta hasta el ejercicio, la
medicina interna está en una posición úni-
ca para proporcionar soluciones integrales y
personalizadas.(6) La aplicación de la inteli-
gencia artificial en la predicción y prevención
de enfermedades relacionadas con la edad
también está emergiendo como una herra-
mienta prometedora en la práctica clínica.(7)
Este artículo tiene como objetivo explorar
de manera integral el envejecimiento hu-
mano desde la perspectiva de la Medicina
Interna, abordando las teorías fundamenta-
les, los avances actuales en tratamientos e
intervenciones, y destacando el papel cru-
cial de esta especialidad en la mejora de la
calidad de vida en la era del envejecimiento
de la población.
Materiales y métodos
En este apartado se realizó una revisión bi-
bliográfica orientada hacia un enfoque ex-
ploratorio-descriptivo, que brinda al lector
una actualización sobre conceptos relevan-
tes en áreas en continua transformación.(8)
Este tipo de revisión no solo resulta invalua-
ble en el ámbito educativo, sino que también
captará el interés de individuos vinculados
a campos afines. Leer revisiones sólidas
constituye la vía óptima para mantenerse in-
formado acerca de los desarrollos actuales
en nuestras esferas de interés general.(8)
La información recopilada en este traba-
jo se fundamenta en la revisión de docu-
mentos que cumplen con los requisitos in-
dispensables para su consideración en la
publicación científica digital.(9) Se obtuvie-
ron artículos provenientes de revistas cien-
tíficas indexadas, abarcando metaanálisis
y revisiones sistemáticas. La obtención de
este material se llevó a cabo mediante la im-
plementación de la estrategia de búsqueda
detallada utilizando motores de búsqueda
especializados en el ámbito de las ciencias
de la salud, tales como MEDLINE/PubMed
(Biblioteca Nacional de Medicina), Elsevier
Scopus, SciELO Regional, Dialnet, Cochra-
ne Library y Latindex, entre otros.
300
RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
La selección de los artículos se llevó a cabo
siguiendo criterios de inclusión y exclusión
detallados en la Tabla 1, con énfasis en
aquellos publicados en los últimos 5 años
(2018- 2023), o en casos de relevancia ex-
cepcional, con una antigüedad superior. Se
emplearon palabras clave en inglés y espa-
ñol, las cuales se seleccionaron de los tes-
auros de Medical Subject Headings (MeSH)
y Descriptores de Ciencias de la Salud
(DeCS), como se especifica en la Tabla 2.
Tabla 1. Resumen criterios de búsqueda
Tabla 1. Palabras claves o keyword MeSH y DeCS
En resumen, el proceso de recopilación y
selección de la literatura se llevó a cabo de
manera rigurosa y cuidadosa, siguiendo
pautas y criterios predefinidos. El objetivo
primordial fue asegurar la calidad y rele-
vancia de los documentos incorporados en
esta revisión bibliográfica.
CÁRDENAS ALVEAR, M. E., RODRÍGUEZ PLAZA, G. R., YÁNEZ TOBAR, J. C., & ITURRALDE AVILÉS, M. E.
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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
Discusión
El envejecimiento es un proceso biológico
complejo que implica cambios graduales y
progresivos en diversos sistemas y órganos
del cuerpo a lo largo del tiempo.(1,10,11)
Este fenómeno está intrínsecamente vin-
culado a factores como el daño celular, el
deterioro funcional, la regeneración celu-
lar y, en última instancia, la muerte celular.
(12,13) La fisiopatología del envejecimiento
constituye un campo de estudio dedicado a
investigar los mecanismos subyacentes de
los cambios asociados con este proceso. Es
relevante destacar que el envejecimiento, a
diferencia de lo que se creía anteriormente,
no sigue una progresión lineal, sino que ex-
perimenta picos a las edades de 34, 60 y 78
años, según revela un estudio reciente pu-
blicado en la revista Nature Medicine.(14)
Este hallazgo demuestra que el proceso se
acelera significativamente en estos puntos
específicos del ciclo vital.
Con el paso del tiempo, se producen cam-
bios fisiológicos y estructurales en los sis-
temas orgánicos que inciden en la salud y
el funcionamiento del organismo durante
el proceso de envejecimiento. En el siste-
ma cardiovascular, se observa la pérdida
de elasticidad en las arterias, resultando en
una posible elevación de la presión arterial,
así como la disminución de la eficiencia del
bombeo cardíaco y la presencia de ate-
rosclerosis.(15) En el sistema respiratorio,
se evidencia la reducción de la elasticidad
pulmonar y de la capacidad pulmonar, la
disminución en la eficacia del intercambio
gaseoso y un mayor riesgo de enfermeda-
des respiratorias como la enfermedad pul-
monar obstructiva crónica (EPOC).(16) En
el sistema musculoesquelético, se reporta
la pérdida de masa muscular (sarcopenia) y
fuerza, la disminución de la densidad ósea
con un consiguiente aumento del riesgo de
fracturas, así como la rigidez en las articula-
ciones y su susceptibilidad a la osteoartritis.
(17,18) En el sistema nervioso, se presenta
la pérdida de neuronas y la reducción del
número de conexiones entre ellas, resultan-
do en una disminución en la velocidad de
conducción nerviosa y un mayor riesgo de
trastornos neurológicos, como la enferme-
dad de Alzheimer o el Parkinson.(19,20) En
el sistema sensorial, es posible experimen-
tar la pérdida de agudeza visual y auditiva,
la disminución del sentido del olfato y del
gusto, así como cambios en la sensibilidad
táctil y en la percepción del equilibrio.(21)
En el sistema endocrino, puede haber una
disminución en la producción de hormonas,
como el estrógeno y la testosterona, con
consecuentes alteraciones en la regulación
de la glucosa y un mayor riesgo de diabe-
tes tipo 2.(22) El sistema digestivo puede
presentar una reducción en la producción
de saliva y en la función digestiva, junto con
un aumento en la incidencia de problemas
gastrointestinales, como el estreñimiento.
(23) Es fundamental destacar que estos
cambios son variables entre individuos y
están influenciados por factores genéticos,
ambientales y de estilo de vida. Aunque el
envejecimiento no asegura la presencia de
enfermedades, incrementa la probabilidad
de ciertos problemas de salud. Además, es
crucial subrayar que estos procesos no son
independientes y a menudo están interre-
lacionados. La genética, el estilo de vida y
los factores ambientales pueden influir sig-
nificativamente en el proceso de envejeci-
miento. A pesar de que el envejecimiento es
inevitable, comprender sus bases fisiopato-
lógicas puede contribuir al desarrollo de es-
trategias para mejorar la salud y la calidad
de vida durante la vejez.
En la actualidad, las teorías contemporá-
neas sobre el envejecimiento suelen atri-
buirse a figuras destacadas como Me-
dawer, Williams y Hamilton.(24,25) La teoría
predominante sobre el envejecimiento sos-
tiene que es un fenómeno evolutivo, donde
los individuos de edad avanzada tienden a
dejar más descendencia que aquellos que
no envejecen.(25,26) Desde una perspec-
tiva evolutiva, esto implica que quienes al-
canzan una edad avanzada tienen mayores
probabilidades de dejar descendencia que
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA
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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
aquellos que mueren prematuramente.(26)
Esta conexión con la selección natural, un
principio fundamental en la teoría de la evo-
lución de Darwin, sugiere que el envejeci-
miento podría conferir ventajas evolutivas
al proporcionar más tiempo y oportunida-
des para la reproducción y la transmisión
de genes a generaciones futuras.(26) Es
importante señalar que esta perspectiva
sobre el envejecimiento desde un punto de
vista evolutivo puede variar y está sujeta a
debate en el ámbito científico. Para abordar
esta paradoja, Haldane propuso un experi-
mento hipotético, el cual fue posteriormente
desarrollado por Medawar.(24,26,27) Este
experimento involucra a un grupo de indi-
viduos que no experimentan el proceso de
envejecimiento, a quienes se les denomina
"no envejecedores". Sin embargo, la viabi-
lidad de esta población disminuiría debido
a factores como accidentes, depredación o
enfermedades. Si apareciera una mutación
genética que induce el envejecimiento en
uno de estos individuos, surge la pregunta
crucial: ¿se propagará este gen a las ge-
neraciones futuras? Para comprender esta
dinámica, se propone un escenario con dos
posibles resultados para el envejecimiento.
En la población sin envejecimiento, incluso
si un gen que causa la muerte aparece des-
pués de 10 años, la probabilidad de morir
por otras razones sigue siendo del 50%
anual. La pérdida media de no poder repro-
ducirse debido a este gen mortal es inferior
al 1%, incluso si el 10% puede reproducirse
antes de 10 años.
La observación generaliza que una vez que
un organismo comienza a reproducirse, la
capacidad de la selección natural para fil-
trar efectos nocivos posteriores de los ge-
nes disminuye rápidamente. La acumula-
ción gradual de genes con efectos nocivos
después del inicio de la reproducción expli-
ca la persistencia de condiciones como el
cáncer, que se desarrolla en etapas avan-
zadas de la vida cuando la reproducción ya
ha concluido.(24) Esta perspectiva, plan-
tea la cuestión de si un gen que induce el
envejecimiento podría ser beneficioso. Por
ejemplo, si dicho gen provoca la muerte 10
años después de iniciar la reproducción,
pero mejora la salud en un 1% durante los
primeros 10 años, ¿sería beneficioso en
términos evolutivos? (24) Esta lógica cons-
tituye la teoría antagónica de la pleiotropía
del envejecimiento, presentada por George
Williams y respaldada por William D. Ha-
milton en 1966. (11,28–31) Williams, en su
artículo de 1957, realizó predicciones cla-
ve. En primer lugar, señaló que el enveje-
cimiento se manifiesta en organismos con
una distinción entre cuerpo y células repro-
ductivas.(28,30,31) Argumentó que la tasa
de envejecimiento se retrasa si un individuo
maduro tiene una baja tasa de mortalidad.
(28,30) Otra predicción importante de Wi-
lliams fue que, si la tasa de reproducción
aumenta después de la madurez, la tasa
de envejecimiento disminuye. (28,30,31) En
organismos sexualmente activos, aquellos
con mayor tasa de mortalidad envejecen
más rápido. (28,30,31) Además, resaltó que
los diferentes órganos del cuerpo enveje-
cen a ritmos similares y que el proceso de
envejecimiento comienza inmediatamente
después de la madurez sexual. (28,30,31)
También enfatizó que cuanto más rápido
se desarrolla un organismo, más temprano
comienza a envejecer, y que cambios que
aumentan la esperanza de vida pueden re-
ducir la vitalidad en la juventud. (28,30,31)
Williams destacó especialmente la longevi-
dad de las mujeres humanas después de
la menopausia, argumentando que la evo-
lución favorece la inversión de recursos en
los descendientes existentes en lugar de
tener nuevos hijos. (28,30,31) Esto se debe
a los riesgos del parto humano y la atención
prolongada requerida por los niños, hacien-
do más beneficioso cuidar a familiares que
comparten genes. (28,30,31) A pesar de
respaldos experimentales, como el estudio
de moscas de la fruta y zarigüeyas aisladas
en una isla, la teoría del "altruismo familiar"
sigue siendo controversial.(32) La investi-
gación en tribus cazadoras- recolectoras y
agrícolas ofrece perspectivas mixtas sobre
CÁRDENAS ALVEAR, M. E., RODRÍGUEZ PLAZA, G. R., YÁNEZ TOBAR, J. C., & ITURRALDE AVILÉS, M. E.
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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
el cuidado a los ancianos. (32) Además, es-
tudios en Caenorhabditis elegans revelan
que individuos que producen muchas pro-
teínas específicas y viven más tiempo tie-
nen menos descendencia, contribuyendo
significativamente a la comprensión de las
complejidades biológicas del envejecimien-
to.(33,34)
Desde el desarrollo en el útero materno, el
cuerpo humano experimenta un crecimien-
to gradual mediante la rápida división y
diferenciación celular.(35) Las células des-
gastadas o dañadas se reponen a través
de la división de las células circundantes,
como ocurre con la renovación constante
de la piel y las membranas mucosas desde
la capa basal, así como la reposición de las
células musculares después del ejercicio.
Sin embargo, cada célula tiene un límite de
divisiones establecido al nacer debido al
problema de replicación final del ADN, co-
nocido como Daño acumulativo del ADN,
que puede llevar a mutaciones genéticas y
contribuye al envejecimiento.(36–38) Esto
se debe a que el tiempo, la exposición a
factores ambientales, radiación y proce-
sos metabólicos provocan alteraciones en
el ADN celular. El problema surge durante
la copia del ADN, ya que replicar comple-
tamente un extremo de la cadena resulta
difícil. Para hacer frente a este desafío, el
ADN dispone de telómeros, unas estructu-
ras protectoras situadas en los extremos de
los cromosomas que se consumen gradual-
mente y se acortan durante el proceso de
autorreplicación en la división celular.(39–
41) Sin embargo, estos telómeros también
tienen un límite, conocido como el límite de
Hayflick, que se alcanza después de apro-
ximadamente 40 a 60 divisiones celulares
en seres humanos.(42) Llegado este punto,
las células ya no pueden llevar a cabo su
proceso de replicación y, como consecuen-
cia, experimentan la muerte celular. La Teo-
ría de la Pérdida de Telómeros sostiene que
a medida que los telómeros se acortan, las
células pueden entrar en un estado de se-
nescencia, caracterizado por la pérdida de
la capacidad de dividirse, contribuyendo
así al proceso de envejecimiento.(41,43,44)
Es importante destacar que cada célula
replicada no se divide exactamente 60 ve-
ces, sino que su multiplicación es conside-
rable. (42) Cuando las células alcanzan su
límite de replicación, desencadenan cam-
bios macroscópicos en el organismo. Estos
cambios incluyen la pérdida de elasticidad
en la piel, sarcopenia, presbicia, disminu-
ción del sentido del olfato, sequedad bucal
y estreñimiento.(45) Este último se origina
por la reducción en la secreción de moco
en el colon y la debilidad del esfínter anal,
pudiendo incluso conducir a la incontinen-
cia fecal. Además, se observa una disminu-
ción en la capacidad de retención de orina
en la vejiga, un aumento en la cantidad de
orina residual, una reducción en la veloci-
dad de producción de orina y una merma
en la agudeza mental.(45) Estos cambios
van acompañados de otros síntomas espe-
cíficos relacionados con distintos órganos.
Otro factor vinculado al envejecimiento,
expuesto en la Teoría de los Radicales Li-
bres, es el estrés oxidativo que resulta de
un desequilibrio entre la producción de es-
pecies reactivas de oxígeno (ROS, por sus
siglas en inglés) y la capacidad del sistema
biológico para desintoxicar estos productos
reactivos o reparar los daños que causan a
las biomoléculas.(46–48) Las ROS son mo-
léculas altamente reactivas que contienen
oxígeno y pueden causar daño celular cuan-
do se producen en exceso. Estas moléculas
incluyen radicales libres como el superóxido
y el peróxido de hidrógeno, que pueden in-
teractuar con las proteínas, lípidos y ácidos
nucleicos en las células.(46–48) El cuerpo
humano tiene mecanismos de defensa an-
tioxidante para contrarrestar el estrés oxi-
dativo. Estos mecanismos incluyen enzimas
como superóxido dismutasa, catalasa y glu-
tatión peroxidasa, así como antioxidantes no
enzimáticos como la vitamina C, la vitamina
E y el glutatión.(48) Estos compuestos neu-
tralizan las ROS y ayudan a prevenir el daño
celular. Sin embargo, cuando el equilibrio
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA
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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
entre la producción de ROS y la capacidad
antioxidante se ve alterado, se produce el
estrés oxidativo. (46–48) Esto puede ocurrir
debido a factores como la exposición a la
radiación, la contaminación ambiental, la
inflamación crónica, el tabaquismo, la mala
alimentación y el mismo proceso de enve-
jecimiento. El estrés oxidativo se ha aso-
ciado con diversas enfermedades, inclu-
yendo enfermedades neurodegenerativas,
enfermedades cardiovasculares, diabetes
y cáncer. (46–48) Algunos efectos del es-
trés oxidativo incluyen el daño a las mem-
branas celulares, la oxidación de proteínas,
la alteración del ADN y la activación de vías
de señalización celular que pueden contri-
buir a la inflamación y la apoptosis (muerte
celular programada). (46–48) Además, el
estrés oxidativo también se ha relacionado
con la aceleración del envejecimiento celu-
lar y el acortamiento de los telómeros.(46)
Para contrarrestar el estrés oxidativo y sus
efectos negativos, es importante mantener
un estilo de vida saludable, que incluya una
dieta balanceada rica en antioxidantes, la
práctica regular de ejercicio físico y la re-
ducción de factores de estrés ambientales.
Además, la investigación sobre terapias
antioxidantes y estrategias para modular el
estrés oxidativo continúa siendo un área ac-
tiva en la investigación biomédica. En ese
sentido, algunos de los antioxidantes más
comúnmente estudiados en relación con
el envejecimiento incluyen la vitamina C, la
vitamina E, el betacaroteno, el selenio, el
zinc y otros compuestos presentes en fru-
tas, verduras y otros alimentos.(49,50) Ade-
más de obtener antioxidantes a través de la
dieta, algunas personas recurren a suple-
mentos antioxidantes. (49,50) Sin embargo,
la investigación en este campo ha arrojado
resultados mixtos, y la eficacia de la tera-
pia con antioxidantes para contrarrestar el
envejecimiento y prevenir enfermedades
relacionadas con la edad no está comple-
tamente establecida.(50) Algunos estudios
han sugerido beneficios, mientras que otros
no han encontrado evidencia concluyente
de mejoras significativas.(49,50)
Como resultado de lo mencionado anterior-
mente, las células pueden experimentar una
disminución progresiva de funciones, lo cual
repercute en los órganos y tejidos, fenóme-
no conocido como pérdida de función celu-
lar. En efecto, este aspecto se revela como
central en el proceso de envejecimiento y
es la base de la Teoría del Daño Celular. A
medida que el organismo envejece, pierde
la capacidad de regeneración celular, y las
células senescentes comienzan a acumular-
se.(44,51) Conforme las células envejecen,
sufren una serie de cambios que impactan
su capacidad para funcionar de manera
óptima. Entre estos cambios se encuentran
algunos ya mencionados, como la acumula-
ción de daño en el ADN y el acortamiento de
los telómeros, pero también se relaciona con
el deterioro de las mitocondrias, las estruc-
turas celulares encargadas de la produc-
ción de energía.(2,37,41,44,52) Este daño
acumulativo conlleva a una disminución de
la eficiencia en la producción de energía,
contribuyendo así a la fatiga y al deterioro
funcional de los tejidos y órganos.(52) Adi-
cionalmente, las células experimentan la
acumulación de productos de desecho, ya
que mecanismos como la autofagia, respon-
sable de la eliminación de componentes ce-
lulares dañados o no deseados, se vuelven
menos eficientes con el paso del tiempo.
(53) Paralelamente, el envejecimiento pro-
picia cambios en la comunicación celular.
Las células se comunican entre sí mediante
señales químicas, generalmente mediadas
por proteínas u otros mensajeros.(54) Con
la edad, estas señales tienden a alterarse,
resultando en una comunicación celular me-
nos eficiente. Esta alteración en la comuni-
cación celular puede afectar la capacidad
del cuerpo para responder adecuadamente
a estímulos externos y mantener el equilibrio
interno. En resumen, el proceso de envejeci-
miento no solo implica la pérdida de funcio-
nes celulares, sino que también comprome-
te la coordinación y eficiencia del sistema
de comunicación entre las células, contri-
buyendo así a la progresión de los efectos
asociados al envejecimiento.(44,55)
CÁRDENAS ALVEAR, M. E., RODRÍGUEZ PLAZA, G. R., YÁNEZ TOBAR, J. C., & ITURRALDE AVILÉS, M. E.
305
RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
La inflamación de bajo grado, conocida
como inamación crónica, juega un pa-
pel fundamental en el proceso de envejeci-
miento.(56) Puede ser desencadenada por
diversos factores, como la acumulación de
células senescentes, la activación del siste-
ma inmunológico debido a infecciones per-
sistentes (bacterianas, virales u fúngicas),
enfermedades autoinmunes, exposición
prolongada a sustancias tóxicas (como el
humo del tabaco) o irritantes crónicos. La
inflamación crónica es un proceso biológico
complejo que implica la respuesta del siste-
ma inmunológico a estímulos persistentes o
recurrentes, como infecciones persistentes,
irritantes crónicos, lesiones autoinmunes o
exposición a toxinas.(57,58) A diferencia de
la inflamación aguda, que es una respuesta
rápida y localizada del sistema inmunológi-
co a un estímulo, la inflamación crónica es
de larga duración y puede persistir duran-
te semanas, meses o incluso años.(57) En
la inflamación crónica, el sistema inmuno-
lógico libera constantemente mediadores
inflamatorios, tales como citoquinas, qui-
miocinas y factores de crecimiento.(58,59)
Estos mediadores reclutan células del sis-
tema inmunológico al sitio de la inflamación
y estimulan la proliferación celular. Diversas
células, como los macrófagos, linfocitos y
células dendríticas, desempeñan un papel
crucial en la inflamación crónica, pudiendo
acumularse en el sitio de la inflamación y
contribuir al daño tisular.(58) Los síntomas
de la inflamación crónica pueden variar se-
gún la ubicación y la causa subyacente,
pero suelen incluir hinchazón, enrojecimien-
to, dolor persistente y pérdida de función en
el área afectada.(58,59) La inflamación cró-
nica sostenida puede tener efectos perju-
diciales en los tejidos y órganos afectados,
contribuyendo al desarrollo y progresión de
enfermedades crónicas como la artritis reu-
matoide, enfermedades cardiovasculares,
diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
(57,60–63) El tratamiento de la inflamación
crónica generalmente implica abordar la
causa subyacente. Esto puede incluir el uso
de medicamentos antiinflamatorios, inmu-
nosupresores en el caso de enfermedades
autoinmunes, cambios en el estilo de vida
y la gestión de factores de riesgo como la
obesidad y el tabaquismo. (57,60–62) Es
importante señalar que, mientras la inflama-
ción aguda es una respuesta protectora y
necesaria para la curación, la inflamación
crónica mal regulada puede contribuir a
la patogénesis de diversas enfermedades
crónicas. La comprensión y la gestión ade-
cuada de la inflamación crónica en medici-
na interna son fundamentales para abordar
muchas condiciones de salud.
El sistema inmunológico también experimen-
ta cambios con la edad, fenómeno conocido
como "inmunosenescencia", que ilustra el
deterioro gradual del sistema inmunológico
conforme se envejece.(56,58,64,65) Este
proceso conlleva a una disminución de la
eficiencia y efectividad del sistema inmuno-
lógico en la identificación y eliminación de
patógenos, incrementando así la vulnera-
bilidad a enfermedades infecciosas, cróni-
cas y procesos neoplásicos, y reduciendo
la capacidad del organismo para respon-
der a vacunas.(56,66) Dentro de los cam-
bios asociados con la inmunosenescencia
se destaca la disminución de la respuesta
inmune adaptativa mediada por linfocitos T
y B.(64,67) Con el envejecimiento, esta res-
puesta tiende a operar de manera menos efi-
caz, afectando la capacidad del cuerpo para
recordar y combatir patógenos previamente
encontrados.(64,67) Asimismo, se observa
una reducción en la actividad de las células
asesinas naturales, las cuales desempeñan
un papel crucial en la identificación y elimi-
nación de células infectadas por virus y de
células cancerosas.(64) Adicionalmente, se
registran cambios en la respuesta inflama-
toria, dando lugar a la persistencia del es-
tado inflamatorio crónico. (56–58) Este fenó-
meno contribuye a diversas enfermedades
crónicas y ejerce un impacto negativo en la
función inmunológica. También se evidencia
una reducción en la producción de células
inmunocompetentes en la médula ósea y el
timo, junto con alteraciones en la respues-
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA
306
RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
ta a las vacunas.(67) En algunos casos, se
hace necesario recurrir a dosis adicionales
o formulaciones específicas para potenciar
la respuesta inmune.
El envejecimiento se caracteriza por cam-
bios en los niveles hormonales, los cua-
les encuentran su explicación en la teoría
neuroendocrina del envejecimiento.(2,37)
Estas transformaciones se asocian con la
pérdida de masa muscular, la reducción
de la densidad ósea y otros efectos vin-
culados al proceso de envejecimiento.(17)
En las mujeres, la evidencia más palpable
de la declinación hormonal se manifiesta
con la menopausia, un hito crucial. Durante
este período, la producción de estrógeno y
progesterona experimenta una gradual dis-
minución, provocando cambios en el ciclo
menstrual y la aparición de síntomas como
sofocos, sequedad vaginal y alteraciones
en el estado de ánimo. En el caso de los
hombres, la reducción de la testosterona se
desarrolla de manera más gradual y es co-
nocida como andropausia.(68) Aunque no
tan abrupta como la menopausia femenina,
también implica una disminución en la pro-
ducción de testosterona con el transcurso
de los años. Asimismo, la hormona del cre-
cimiento (GH), crucial para el crecimiento,
la reparación celular y el metabolismo, tien-
de a decrecer con la edad. La sensibilidad
a la insulina, por otro lado, puede mermar,
contribuyendo al riesgo de padecer diabe-
tes tipo 2. El cortisol, reconocido como la
hormona del estrés, puede incrementarse
con la edad. El estrés crónico resultante
puede tener consecuencias negativas para
la salud, contribuyendo a problemas como
la hipertensión y la resistencia a la insulina.
(22,69) Por último, la función tiroidea tam-
bién puede experimentar variaciones con el
envejecimiento. Algunas personas experi-
mentan una reducción en la producción de
hormonas tiroideas, lo que puede desenca-
denar fatiga y otros síntomas.(22) Es esen-
cial tener en cuenta que estos cambios hor-
monales son parte del proceso natural de
envejecimiento y varían entre las personas.
Además, factores como la genética, el estilo
de vida y la salud general pueden influir en
la magnitud de estos cambios y en cómo
afectan a cada individuo.
El plegamiento incorrecto de las proteínas
da lugar a lo que se conoce como proteínas
mal plegadas o proteínas mal conformadas.
(70,71) La correcta estructura tridimensio-
nal de una proteína es esencial para su
función biológica. Sin embargo, debido
a factores genéticos, ambientales o sim-
plemente al azar, algunas proteínas no se
pliegan correctamente.(70,71) Un sistema
biológico clave para eliminar las proteínas
mal plegadas es el sistema de proteólisis,
que involucra enzimas llamadas proteasas
que descomponen y eliminan proteínas no
deseadas.(72) Al envejecer, este sistema
puede volverse menos eficiente, lo que con-
tribuye a la acumulación de proteínas mal
plegadas y al envejecimiento celular.(73) En
otras palabras, a medida que se envejece,
la capacidad de las células para mantener y
reparar las proteínas puede disminuir, lo que
conlleva a un aumento en la acumulación
de proteínas mal plegadas.(70,71,73) Estas
proteínas pueden experimentar dificultades
para desempeñar sus funciones normales
y dar lugar a la formación de agregados tó-
xicos. Un ejemplo destacado de este fenó-
meno es la aparición de placas de proteína
beta-amiloide en el cerebro, asociadas con
enfermedades neurodegenerativas como la
enfermedad de Alzheimer.(70,73) En el con-
texto del envejecimiento, las proteínas mal
plegadas también están implicadas en el
desarrollo de otras enfermedades relacio-
nadas con la edad. La investigación en este
campo está en curso, y se están explorando
enfoques terapéuticos para mejorar la elimi-
nación de proteínas mal plegadas y ralenti-
zar los procesos relacionados con el enve-
jecimiento. (73) Esto incluye estrategias que
van desde la modulación de las vías de ple-
gamiento de proteínas hasta el desarrollo
de terapias que promuevan la eliminación
eficiente de proteínas defectuosas.
CÁRDENAS ALVEAR, M. E., RODRÍGUEZ PLAZA, G. R., YÁNEZ TOBAR, J. C., & ITURRALDE AVILÉS, M. E.
307
RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
La teoría genética del envejecimiento se
centra en la influencia de los factores ge-
néticos en este proceso, postulando que
la herencia genética desempeña un papel
crucial en la determinación tanto de la du-
ración como de la calidad de la vida de un
individuo. En este contexto, se propone la
existencia de un "Programa Genético de En-
vejecimiento", donde algunos defensores
argumentan que el envejecimiento está in-
trínsecamente programado genéticamente,
y los genes regulan la velocidad de los pro-
cesos biológicos asociados con el envejeci-
miento.(74–76) Una variante de esta teoría
es la del reloj biológico, que sugiere la exis-
tencia de un "reloj interno" o un "programa
de cuenta atrás", vinculado a la epigenética
("relojes epigenéticos") debido a que hacen
referencia a cambios heredables y reversi-
bles en la expresión génica que no implican
modificaciones en la secuencia de ADN,
siendo influenciados por factores ambien-
tales y estilo de vida.(77,78) Este concepto
se representa mediante "relojes biológicos o
moleculares" que supervisan diversos pro-
cesos biológicos, como el sueño, la repro-
ducción y el metabolismo, basándose en la
expresión génica cíclica y la actividad de
proteínas específicas.(79) Por ejemplo, en
mamíferos, el reloj circadiano regula el rit-
mo diario de múltiples procesos biológicos.
En cuanto a factores genéticos específicos,
estudios en gemelos y poblaciones longe-
vas han identificado varios genes asociados
con una mayor longevidad y que ejercen un
impacto significativo en el envejecimiento.
Entre ellos, los llamados genes de la longe-
vidad, como el FOXO3, han sido vinculados
con la longevidad en varios estudios.(80)
Otros genes, como TERT y TERC, partici-
pan en el mantenimiento de la longitud de
los telómeros.(81) Además, se ha sugerido
la participación de genes vinculados a la vía
del factor de crecimiento similar a la insulina
(IGF), la ruta mTOR y el gen SIRT1, que co-
difica la Sirtuin 1, proteína que desempeña
un papel crucial en diversos procesos bioló-
gicos, como el metabolismo, la respuesta al
estrés celular y la regulación de la expresión
génica.(82,83) Asimismo, se ha señalado la
implicación de genes encargados de la re-
paración del ADN, como BRCA1 y BRCA2,
en el control del envejecimiento.(84)
A lo largo de nuestro recorrido por la vida,
es frecuente presenciar transformaciones
en la psicología de la mayoría de las per-
sonas. En líneas generales, se observa que
la inclinación hacia la introversión tiende a
consolidarse, dando lugar a la búsqueda
de estabilidad y a una preferencia por lo co-
nocido en detrimento de lo novedoso. Este
proceso conlleva a una merma en la espon-
taneidad, manifestándose en una actitud
más reservada y conservadora por parte de
las personas.(85) En muchos casos, este
proceso se manifiesta en una disminución
significativa del disfrute de la vida, dando
lugar a estados de letargia o depresión.
(85) Además, el envejecimiento psicológi-
co se convierte en un elemento central en
esta transformación. Investigaciones, como
las realizadas por Salthouse en 2010 en el
ámbito de la cognición, indican que el rit-
mo de envejecimiento mental tiende a re-
ducirse con el tiempo.(86) A diferencia de
décadas anteriores, donde las personas en
sus veintes mostraban emociones notoria-
mente adultas, hoy en día, los individuos en
esta etapa de la vida apenas se distinguen
de los adolescentes. Contrario al enveje-
cimiento físico, la variabilidad en el enve-
jecimiento mental es considerable de una
persona a otra. Aquellos que adoptan una
actitud de vivir de manera joven, incluso a
medida que envejecen, pueden experimen-
tar una resistencia al envejecimiento mental.
En este sentido, la clave parece radicar en
mantener una mentalidad activa y abierta,
desafiando las expectativas convenciona-
les asociadas con el envejecimiento. Este
enfoque positivo hacia el envejecimiento
psicológico encuentra respaldo en estudios
como el de Carstensen, Isaacowitz y Char-
les, quienes destacan la importancia de
centrarse en metas emocionales positivas
y relaciones significativas para promover el
bienestar emocional a lo largo de la vida.
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA
308
RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
(87) En efecto, algunas investigaciones han
confirmado que olvidar la propia edad y
adoptar un estilo de vida que refleje juven-
tud contribuye significativamente a frenar
el proceso de envejecimiento.(88) Abrazar
esta mentalidad no solo tiene el potencial
de atenuar el declive emocional vinculado
con el paso del tiempo, sino también de ele-
var la calidad de vida durante la etapa adul-
ta.(88) Por otro lado, experimentar soledad
o emociones negativas constantes puede
acelerar fácilmente dicho proceso.
Intervenciones para el envejecimiento sa-
ludable en Medicina Interna
La perspectiva de abordar el envejeci-
miento como un problema susceptible de
intervención, en lugar de simplemente con-
siderarlo un proceso natural, ha impulsado
investigaciones sobre los mecanismos y la
fisiología del envejecimiento en animales
longevos de la naturaleza. No obstante, es
crucial reconocer que la prevención total
del proceso de envejecimiento se presenta
como una empresa aún inalcanzable. Para
contrarrestar o ralentizar el envejecimiento,
se están explorando diversas estrategias,
entre las cuales se considera que la inhibi-
ción de la división celular podría desace-
lerar este fenómeno, especialmente al pre-
venir el daño celular.(89) En las primeras
etapas de la investigación, se contempló la
posibilidad de abordar la reposición de los
telómeros mediante técnicas moleculares.
(40) Sin embargo, los datos recopilados re-
velaron que la aplicación de un tratamien-
to general no solo resultaba inviable, sino
que también conllevaba un aumento sig-
nificativo en la incidencia de cáncer.(90) A
pesar de que la perspectiva de utilizar la
elongación de los telómeros como el primer
tratamiento contra el envejecimiento no se
considera muy probable, el descubrimiento
de una enzima capaz de extender la telo-
merasa sin desencadenar el desarrollo de
cáncer sugiere que podría ser prematuro
descartar por completo este enfoque y per-
der toda esperanza en él.
En investigaciones actuales se exploran di-
versas estrategias para potenciar el sistema
inmunológico con el propósito de erradicar
las células senescentes, arrojando resulta-
dos prometedores en estudios con ratones.
(91) Una de estas estrategias se enfoca en
el desarrollo de terapias destinadas a esti-
mular la respuesta inmunológica contra las
células senescentes.(65) Estas terapias uti-
lizan agentes capaces de activar las célu-
las asesinas naturales (NK) y los linfocitos
T citotóxicos, componentes cruciales del
sistema inmunológico. Asimismo, se investi-
gan moléculas específicas vinculadas a las
células senescentes, como la SA-β-gal (be-
ta-galactosidasa senescente), la p16INK4
(proteína que regula el ciclo celular y se
acumula en células senescentes, contri-
buyendo a la detención del ciclo celular),
la p53 y p21 (proteínas involucradas en la
regulación del ciclo celular cuya activación
puede contribuir a la senescencia celular),
la IL-6 (interleucina-6, una citocina proinfla-
matoria secretada en mayor cantidad por
las células senescentes, contribuyendo al
fenómeno conocido como "inflamación se-
nil" o "inflamación crónica de bajo grado"),
el factor de crecimiento transformante beta
(TGF-β), capaz de inducir la senescencia
celular y también involucrado en la regula-
ción del sistema inmunológico, y los facto-
res secretados SASP (Secretory Associa-
ted Senescence Phenotype), entre otros.
(65,92,93) Estos componentes podrían ser
objetivos potenciales para el sistema inmu-
nológico. Al enfocarse en estas moléculas
específicas, los investigadores buscan me-
jorar la eficacia de la eliminación selectiva
de las células senescentes, evitando posi-
bles efectos negativos en las células nor-
males. No obstante, la aplicación de este
método en células humanas se presenta
como un desafío más complejo de lo que se
suponía inicialmente.
En cuanto a los métodos sui generis, se han
propuesto enfoques que buscan la sustitu-
ción periódica de partes desgastadas del
cuerpo mediante la tecnología de clonación
CÁRDENAS ALVEAR, M. E., RODRÍGUEZ PLAZA, G. R., YÁNEZ TOBAR, J. C., & ITURRALDE AVILÉS, M. E.
309
RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
de órganos.(12,94) No obstante, esta pro-
puesta enfrenta diversos desafíos, ya que
los órganos del cuerpo humano no enve-
jecen de manera equiparable y no pueden
abordarse como entidades individuales. Un
ejemplo notable es el sistema nervioso, el
cual, dada su naturaleza, dificulta o incluso
imposibilita su tratamiento como un órgano
independiente.(95) Por ende, la viabilidad
del reemplazo se ve seriamente limitada, re-
sultando en la utilización práctica de uno o
dos órganos para este propósito. Esto se ve
agravado por el hecho de que el cerebro,
considerado el epicentro de la identidad hu-
mana, se presenta como una entidad irrem-
plazable por cualquier otra. En este sentido,
la reparación del cuerpo mediante el reem-
plazo de órganos se revela como un enfo-
que intrínsecamente limitado para abordar
el fenómeno del envejecimiento. A pesar de
estas limitaciones inherentes, es importante
destacar que, si se logra sustituir con éxito
partes del cuerpo que están altamente des-
gastadas o dañadas, el impacto positivo
resultante podría ser significativo. Indepen-
dientemente de la metodología aplicada, la
mayoría de las soluciones que han arrojado
resultados exitosos y efectos significativos
solo han logrado superar la fase de expe-
rimentación en ratas de laboratorio, encon-
trándose aún en las etapas iniciales de los
ensayos clínicos. No obstante, en la segun-
da mitad de la década de 2010, las pers-
pectivas académicas en torno al antienve-
jecimiento han experimentado un cambio
notable hacia un mayor optimismo. En lugar
de manifestar escepticismo respecto a las
medidas antienvejecimiento en sí, las discu-
siones actuales se enfocan principalmente
en las cuestiones que surgen después del
tratamiento. Este cambio de enfoque ha
sido motivado, en gran medida, por el rápi-
do aumento en el número de individuos que
se someten a estos tratamientos.
En la actualidad, la atención de los estudios
se centra en la tecnología para la detención
del envejecimiento, específicamente en el
NAD+ (NMN), que actualmente se encuen-
tra en la fase 1 de ensayo.(96) El nicotinami-
da adenina dinucleótido (NAD+), una mo-
lécula clave en el metabolismo celular que
desempeña un papel crucial en diversas
vías bioquímicas, tiende a decrecer con el
transcurso de la edad. Algunos investiga-
dores sugieren que esta disminución podría
contribuir al envejecimiento y a diversas en-
fermedades asociadas con la edad. (96,97)
El mononucleótido de nicotinamida (NMN)
actúa como precursor de NAD+, convirtién-
dose en esta molécula después de una se-
rie de reacciones enzimáticas en el cuerpo.
(96) Diversos estudios están explorando la
posibilidad de utilizar NMN como suplemen-
to para incrementar los niveles de NAD+ y,
por ende, fomentar la salud celular, posible-
mente ralentizando el proceso de envejeci-
miento.(96–98) Entre los beneficios poten-
ciales asociados con la suplementación de
NMN se encuentra la mejora de la función
mitocondrial, lo cual aumenta los niveles de
NAD+ y, por consiguiente, la producción
de energía celular. (96,97) Además, desta-
ca la activación de las sirtuinas, un grupo
de proteínas implicadas en la regulación
del envejecimiento y la longevidad. (96–98)
La actividad de las sirtuinas depende de
la presencia de NAD+, y algunos estudios
sugieren que la suplementación con NMN
podría activar estas proteínas. Asimismo, se
especula que la suplementación con NMN
podría ofrecer una potencial protección
contra enfermedades relacionadas con la
edad. (96–98) La mejora de la función ce-
lular mediante el aumento de los niveles de
NAD+ podría ayudar a prevenir diversas en-
fermedades vinculadas al envejecimiento,
como la diabetes, las enfermedades neu-
rodegenerativas y las enfermedades car-
diovasculares. Estos hallazgos destacan la
relevancia prometedora de la investigación
en NAD+ (NMN) como un posible medio
para mejorar la salud y prolongar la calidad
de vida. (96–98)
En los últimos años, ha surgido un creciente
interés en la metformina, un medicamento
principalmente destinado al tratamiento de
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA
310
RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
la diabetes tipo 2, como un posible agente
para fomentar un envejecimiento saluda-
ble, también conocido como "antiaging".
(99–101) La metformina opera reduciendo
la producción de glucosa en el hígado y
mejorando la sensibilidad a la insulina en el
organismo. Diversos estudios han insinua-
do que este fármaco podría generar efec-
tos beneficiosos más allá de su aplicación
convencional en el control de los niveles de
azúcar en la sangre. Se han llevado a cabo
investigaciones y ensayos clínicos con el
fin de evaluar si la metformina podría influir
positivamente en la longevidad y prevenir
enfermedades relacionadas con el enveje-
cimiento.(99–101) Los resultados de estos
estudios son variados y aún están en pro-
ceso de evaluación. Mientras algunos han
establecido asociaciones positivas entre el
uso de metformina y la disminución de cier-
tos problemas de salud vinculados al en-
vejecimiento, como enfermedades cardio-
vasculares y cáncer, otros no han revelado
beneficios significativos.(99,100) Es crucial
destacar que el empleo de la metformina
con propósitos antiaging aún no cuenta con
un respaldo completo por parte de la comu-
nidad científica y médica. Se requieren más
investigaciones para comprender mejor los
posibles beneficios a largo plazo y los ries-
gos asociados con el uso de la metformina
con este fin.
El envejecimiento saludable en medicina
interna se centra en promover la calidad
de vida y prevenir enfermedades en la po-
blación adulta mayor. Las intervenciones
habituales, respaldadas clínicamente, in-
cluyen el ejercicio físico regular, el cual se
ha asociado con diversos beneficios para
la salud.(102) Entre estos, se destaca la
promoción de la salud cardiovascular al for-
talecer el corazón y mejorar la circulación
sanguínea, previniendo así enfermedades
cardiovasculares.(103,104) Además, el
ejercicio favorece la flexibilidad y la movi-
lidad, aspectos particularmente afectados
por el envejecimiento, que conlleva a me-
nudo una disminución en estos aspectos.
Ejercicios que involucran estiramientos y
movimientos articulares son especialmente
beneficiosos para mantener la flexibilidad
articular y la amplitud de movimiento.(103)
La pérdida de masa muscular, conocida
como sarcopenia, es común con la edad,
impactando la movilidad y aumentando el
riesgo de caídas. En este sentido, el ejer-
cicio de resistencia, como el levantamiento
de pesas, emerge como una herramienta
eficaz para preservar y aumentar la masa
muscular. (103) Además, el ejercicio regu-
lar contribuye al equilibrio energético, faci-
litando el control del peso corporal. (103)
Mantener un peso saludable, a su vez, se
vincula con una menor incidencia de enfer-
medades relacionadas con la edad, como
la diabetes tipo 2.(104) El estrés crónico,
reconocido por su capacidad para acelerar
el envejecimiento, puede ser contrarrestado
mediante el ejercicio. Este actúa reducien-
do los niveles de cortisol, la hormona del
estrés, y fomentando la liberación de en-
dorfinas, mejorando así el estado de ánimo
y disminuyendo la ansiedad. La calidad del
sueño, esencial para la regeneración celu-
lar y la salud mental, se ve beneficiada por
el ejercicio regular que ha demostrado me-
jorar la calidad del sueño, contribuyendo a
un proceso de envejecimiento más saluda-
ble. (104,105) El ejercicio aeróbico regular
se relaciona con mejoras en las funciones
cognitivas y la salud cerebral, previniendo
el deterioro cognitivo vinculado con el en-
vejecimiento. (104) Además, contribuye a
reducir la inflamación crónica en el cuerpo.
En este contexto, diversos estudios se cen-
tran en moléculas que podrían emular o co-
adyuvar a los beneficios antienvejecimiento,
como Rapamicina y análogos de rapamici-
na (Rapalogs), que se cree que inhiben la
vía mTOR asociada al envejecimiento celu-
lar; la metformina; 2-desoxi-D-glucosa; aná-
logos de somatostatina como Pegvisoman-
te, análogo de la hormona del crecimiento;
Trametinib, inhibidor de quinasa usado en
el tratamiento del cáncer; espermidina, po-
liamino estudiado por sus beneficios para
la salud cardiovascular y longevidad; Fise-
CÁRDENAS ALVEAR, M. E., RODRÍGUEZ PLAZA, G. R., YÁNEZ TOBAR, J. C., & ITURRALDE AVILÉS, M. E.
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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
tina y Quercetina, compuestos flavonoides
con propiedades antioxidantes y efectos
antienvejecimiento; Navitoclax, inhibidor
de proteínas Bcl-2 y Bcl-xL investigado en
el tratamiento del cáncer; TA-65, asociado
con la activación de la enzima telomerasa
vinculada a la longitud de los telómeros;
Resveratrol, polifenol presente en el vino tin-
to y algunas plantas, estudiado por sus po-
tenciales efectos antioxidantes y antiinfla-
matorios; Melatonina, hormona reguladora
del sueño con propiedades antioxidantes y
antiinflamatorias; curcumina, compuesto de
la cúrcuma conocido por sus propiedades
antiinflamatorias y antioxidantes; rhodiola
rosea, hierba adaptógena estudiada por
sus posibles efectos en la reducción del es-
trés y el aumento de la resistencia física; y la
cafeína por sus propiedades antioxidantes,
antiinflamatorios y vasoconstrictoras.(106)
La relación entre la dieta y el efecto antienveje-
cimiento es un tema complejo y en constante
investigación en el campo de la ciencia.(107)
Aunque hay estudios que sugieren ciertos
alimentos y patrones dietéticos pueden te-
ner efectos positivos en el envejecimiento, es
importante señalar que la investigación aún
está en curso y que los resultados pueden
variar considerablemente.(107) Un ejemplo
de ello es la dieta mediterránea, reconocida
por su abundancia en frutas, verduras, gra-
nos enteros, pescado y aceite de oliva, la
cual ha sido asociada con beneficios antien-
vejecimiento.(108) Un estudio publicado en
el British Journal of Nutrition en 2007 reveló
que aquellos individuos que seguían esta
dieta presentaban menos marcadores de
envejecimiento celular.(109) Otro aspecto in-
vestigado en relación con la longevidad es la
restricción calórica moderada, que ha arroja-
do resultados prometedores en estudios con
animales, extendiendo su esperanza de vida.
(110–112) No obstante, en humanos, la evi-
dencia es menos concluyente y sigue siendo
objeto de una activa investigación.(113)
El papel de los antioxidantes en la lucha
contra el envejecimiento, al neutralizar los
radicales libres, también ha sido explorado,
aunque con resultados mixtos. Por ejemplo,
un estudio sugirió que los suplementos an-
tioxidantes podrían ser controversiales en
relación a beneficios para la longevidad.
(114) Los polifenoles, presentes en alimen-
tos como frutas, verduras, té y vino tinto,
han captado la atención de la investigación
debido a sus posibles efectos antienveje-
cimiento. Se ha sugerido que estos com-
puestos poseen propiedades antioxidantes
y antiinflamatorias.(115) Asimismo, la inges-
ta adecuada de proteínas y aminoácidos
se revela como esencial para la salud y la
función celular, y algunos estudios indican
que la calidad de las proteínas consumi-
das podría desempeñar un papel crucial
en el proceso de envejecimiento.(116) Es
esencial tener presente que el ámbito de
investigación relacionado con la dieta y el
envejecimiento es dinámico, y se requieren
más estudios para comprender plenamente
la relación entre la alimentación y este fenó-
meno. Además, factores como la genética,
el estilo de vida y otros elementos influyen
de manera significativa en el proceso de
envejecimiento, añadiendo una capa adi-
cional de complejidad a la comprensión de
este fenómeno.
Considerando que el envejecimiento cons-
tituye un proceso biológico intrincado que
engloba una serie de modificaciones a ni-
vel celular, hormonal y metabólico, se evi-
dencia una reducción progresiva de ciertas
hormonas en el organismo. Entre estas se
encuentran la hormona del crecimiento, la
testosterona en hombres y los estrógenos
en mujeres. Estos cambios hormonales se
han vinculado a diversos síntomas asocia-
dos al envejecimiento, como la pérdida de
masa muscular, la disminución de la den-
sidad ósea, el incremento de la grasa cor-
poral, la merma en la libido y alteraciones
en el estado de ánimo. La terapia de reem-
plazo hormonal (TRH) busca contrarrestar
o atenuar los efectos de la disminución de
estas hormonas mediante la administra-
ción de hormonas sintéticas o, en algunos
casos, hormonas bioidénticas que replican
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA
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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
químicamente aquellas producidas natu-
ralmente por el cuerpo.(117,118) Modali-
dades comunes de TRH abarcan la terapia
de reemplazo de estrógeno y progesterona
en mujeres postmenopáusicas, así como
la terapia de reemplazo de testosterona en
hombres. No obstante, la aplicación de la
TRH con fines antienvejecimiento se pre-
senta como un tema polémico. (117,118) A
pesar de que ciertos estudios sugieren po-
sibles beneficios en términos de mejora de
la calidad de vida y prevención de ciertos
problemas de salud vinculados al enveje-
cimiento, también suscitan inquietudes en
torno a los riesgos y efectos secundarios
potenciales de esta terapia. La Iniciativa de
Salud de la Mujer (WHI, por sus siglas en
inglés) en los Estados Unidos ha proporcio-
nado valiosa información sobre la terapia
de reemplazo hormonal en mujeres posme-
nopáusicas. Según sus hallazgos, este en-
foque puede estar asociado con un mayor
riesgo de enfermedades cardiovasculares,
coágulos sanguíneos, cáncer y otras com-
plicaciones de salud. En respuesta a es-
tos riesgos identificados, se ha explorado
el uso de alternativas naturales, como fito-
hormonas o derivados basados en plantas,
como estrategias más seguras para abor-
dar los síntomas de la menopausia y reducir
los posibles efectos adversos.(118,119)
La salud bucal desempeña un papel fun-
damental en el bienestar general y está
estrechamente vinculada al proceso de
envejecimiento. Un ejemplo claro de esta
conexión es la inflamación crónica asocia-
da con la periodontitis, la cual puede tener
efectos sistémicos que contribuyen al en-
vejecimiento prematuro y se ha asociado
con enfermedades sistémicas como enfer-
medades cardíacas, diabetes y trastornos
neurodegenerativos como el Parkinson y
el Alzheimer.(120–122) Por lo tanto, cuidar
adecuadamente de la salud bucal, inclu-
yendo la prevención y el tratamiento de en-
fermedades periodontales, se convierte en
una medida crucial para reducir la carga de
enfermedades crónicas.(120) La atención
dental apropiada no solo impacta positiva-
mente en la calidad de vida, sino también
en el proceso de envejecimiento. Proble-
mas como la pérdida de dientes y otras
afecciones dentales pueden afectar signifi-
cativamente la capacidad de una persona
para masticar y disfrutar de una dieta equi-
librada, lo que, a su vez, tiene consecuen-
cias para la salud general y la calidad de
vida.(120–122) Es importante destacar que
la Organización Mundial de la Salud (OMS)
aboga por la promoción de la salud bucal a
lo largo de toda la vida como parte integral
de un envejecimiento saludable.(123) Man-
tener una buena salud oral no solo beneficia
la función oral, sino que también contribuye
al bienestar general en la vejez.
Es fundamental llevar a cabo revisiones mé-
dicas periódicas para la detección tempra-
na y la prevención de enfermedades. Esto
implica someterse a exámenes de rutina y
recibir vacunaciones como la influenza y la
antineumocócica, adaptándose a las ne-
cesidades individuales.(124) Además, es
esencial evaluar los factores de riesgo de
enfermedades crónicas. Aquellas personas
con afecciones como diabetes, hiperten-
sión o artritis deben recibir atención médica
continua para mantener bajo control estas
condiciones y prevenir posibles complica-
ciones. El control de los factores de riesgo
cardiovascular es crucial para prevenir en-
fermedades cardiovasculares, más comu-
nes con el envejecimiento. Gestionar ade-
cuadamente la polifarmacia, es decir, el
uso de múltiples medicamentos, también es
esencial para evitar interacciones adversas
y optimizar el tratamiento, mejorando signifi-
cativamente la calidad de vida.(125)
Las caídas son una preocupación impor-
tante en la población mayor, por lo que se
deben tomar medidas para minimizar el
riesgo, como la realización de ejercicios
para mejorar el equilibrio, la eliminación de
obstáculos en el hogar y el uso de calzado
adecuado.(126)
CÁRDENAS ALVEAR, M. E., RODRÍGUEZ PLAZA, G. R., YÁNEZ TOBAR, J. C., & ITURRALDE AVILÉS, M. E.
313
RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
Un sueño de calidad es fundamental para
el bienestar general, pero problemas como
el insomnio son comunes en personas ma-
yores.(127) Estudios han demostrado que,
con el envejecimiento, se producen cam-
bios en la arquitectura del sueño, con una
disminución en la cantidad de sueño pro-
fundo y una mayor fragmentación del sueño.
El ritmo circadiano también puede cambiar,
resultando en una tendencia a acostarse y
despertarse más temprano en comparación
con los adultos más jóvenes.(128)
Es necesario evaluar continuamente la ca-
pacidad funcional del individuo, incluyendo
la movilidad, la cognición y la independen-
cia en las actividades diarias. Las evalua-
ciones periódicas del estado cognitivo ayu-
dan a detectar tempranamente signos de
deterioro cognitivo o demencia. Fomentar la
participación en actividades sociales y co-
munitarias contribuye al bienestar.(86,129)
Finalmente, es imprescindible promover un
enfoque de equipo interdisciplinario que
incluya médicos, enfermeros, terapeutas
ocupacionales y físicos, trabajadores so-
ciales y otros profesionales de la salud para
abordar las necesidades integrales de las
personas mayores.(130) La atención a la
salud mental, incluyendo la detección y el
tratamiento de la depresión y la ansiedad,
así como la promoción de la salud mental
positiva, debe ser una prioridad. Reconocer
la importancia del apoyo social y la cone-
xión comunitaria en el envejecimiento salu-
dable es clave. Además, es crucial apoyar
y participar en investigaciones clínicas y
estudios que contribuyan a la comprensión
de los procesos de envejecimiento y las
mejores prácticas en el cuidado de adul-
tos mayores. Este enfoque integrado busca
mejorar la calidad de vida de las personas
mayores, permitiéndoles vivir de manera
independiente y funcional durante el mayor
tiempo posible, adaptándose a las necesi-
dades individuales de cada paciente y re-
conociendo la variabilidad en la salud y la
funcionalidad en el envejecimiento.
Conclusiones
El estudio del envejecimiento humano des-
de la perspectiva de la medicina interna ha
revelado conclusiones diversas que subra-
yan la complejidad y la interrelación de los
factores que influyen en este proceso bio-
lógico. Se reconoce que el envejecimiento
humano es un fenómeno multifactorial que
implica una interacción compleja entre fac-
tores genéticos, ambientales y de estilo de
vida. Una comprensión integral de estos
elementos es crucial para abordar de ma-
nera efectiva los desafíos asociados con el
envejecimiento.
La medicina interna desempeña un papel
crucial en el manejo del envejecimiento al
abordar no solo las enfermedades específi-
cas, sino también la interacción entre diver-
sas condiciones médicas en un individuo
mayor. La atención integral y coordinada
proporcionada por los especialistas en me-
dicina interna es esencial para optimizar la
calidad de vida en la vejez.
La investigación biomédica ha arrojado luz
sobre los procesos moleculares y celulares
subyacentes al envejecimiento. El conoci-
miento de mecanismos biológicos clave,
como la senescencia celular, la inflamación
crónica y el estrés oxidativo, brinda oportu-
nidades para el desarrollo de intervenciones
terapéuticas y preventivas más específicas.
La atención geriátrica efectiva debe adop-
tar un enfoque holístico que no solo aborde
las enfermedades crónicas, sino que tam-
bién considere los aspectos psicosociales y
funcionales del envejecimiento. Estrategias
integrales, que incluyan la promoción de un
estilo de vida saludable, la gestión de en-
fermedades crónicas y el apoyo emocional,
son fundamentales.
Con el envejecimiento de la población mun-
dial, se destaca la necesidad de abordar los
desafíos asociados con el aumento de las
enfermedades crónicas, la discapacidad y
la carga económica. Al mismo tiempo, esta
transición demográfica presenta oportuni-
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA
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CITAR ESTE ARTICULO:
Cárdenas Alvear, M. E., Rodríguez Plaza, G. R., Yánez Tobar, J. C., &
Iturralde Avilés, M. E. (2024). Envejecimiento humano: un análisis integral
desde la perspectiva de la medicina interna. RECIAMUC, 8(1), 297-319.
https://doi.org/10.26820/reciamuc/8.(1).ene.2024.297-319
ENVEJECIMIENTO HUMANO: UN ANÁLISIS INTEGRAL DESDE LA PERSPECTIVA DE LA MEDICINA INTERNA