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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
Introducción
El ser humano desde su nacimiento, es un
ser social que necesita de los demás para
desarrollarse, convivir y llevar una vida
adaptada al entorno, requiriendo de una
serie de habilidades sociales. Desde esta
perspectiva, considerando que la escue-
la enseña y la familia educa, el accionar
conjunto entre escuela y familia posibilitan
trabajar de manera coordinada en la bús-
queda de mejores niveles de interacción
social que repercutan en la calidad de vida
de niñas y niños. Sin embargo, existen difi-
cultades en cuanto al desarrollo de habili-
dades sociales presentes en las personas
diagnosticadas con Trastorno del Espectro
Autista (TEA) en consecuencia la bibliogra-
fía especializada postula que la evolución
de estas habilidades repercute directamen-
te en las esferas cognitiva, afectiva y social
lo que demanda la implicación de la familia,
escuela y comunidad para hacer frente al
autismo (Andrade Bermeo, 2023).
La familia constituye la célula fundamental
de la sociedad es donde se aprenden los
valores morales y éticos. En esta institu-
ción se promueve la educación y se asu-
men modelos de comportamientos sociales
que se adquieren a través del proceso de
socialización del individuo. En este escena-
rio, debe prevalecer la armonía, confianza,
seguridad, respeto, afectos, protección y el
apoyo necesario ante las diversas proble-
máticas al que está sometido el sujeto en
su contexto social (Zambrano-Mendoza &
Lescay-Blanco, 2022).
El Trastorno del Espectro Autista (TEA), es un
trastorno del neurodesarrollo; según datos
recolectados a nivel mundial se calcula que
en promedio 1 de cada 160 niños (0,625%)
tiene este trastorno, afectando algún grado
de su calidad de vida, la convivencia fami-
liar, el desarrollo social y económico, por lo
tanto, el impacto de este trastorno va mu-
cho más allá de este porcentaje (Huayaney,
2021). Referente a los síntomas del TEA, es-
tos se ubican dentro de tres categorías am-
BRIONES BERMELLO, D. O., CADENA CASTILLO, Y. E., ENCALADA MORALES, A. S., LEÓN ZAMBRANO, D. A., &
ESCOBAR YUPANGUI, V. A.
plias (el DSM-5 conjunta las primeras dos):
comunicación, socialización, conducta mo-
triz. Desde la infancia temprana, el pacien-
te tiene una comunicación e interacciones
sociales deterioradas, y muestra conductas
e intereses estereotipados. En los niños y
niñas con este trastorno, su capacidad para
comunicarse varía y su uso del lenguaje de-
pende de su desarrollo intelectual y social.
Algunos niños y niñas con este trastorno no
pueden comunicarse verbalmente o con el
lenguaje, y algunos pueden tener habilida-
des lingüísticas muy limitadas (Diaz Getial &
Osorio Hincapie, 2022).
Los niños con autismo ignoran a los demás
o parecen insensibles a sus necesidades,
sentimientos o pensamientos. No mantienen
el contacto visual normal ni usan gestos en
situaciones sociales. Les resulta difícil com-
partir, cooperar o turnarse. Les gusta jugar
solos y no les interesan los juegos de simu-
lación. En los niños con autismo, se han ob-
servado cambios en los hitos del desarrollo
motor (a que edad gatea, a qué edad dan
sus primeros pasos), disminución del tono
muscular (tono muscular deficiente), rigidez
muscular, acinesia (falta o pérdida de movi-
miento), lentitud de los movimientos volun-
tarios asociados con una disminución de los
movimientos automáticos como la amplitud
de los brazos al caminar, cambio de con-
trol de la postura alterada y marcha anormal
(Diaz Getial & Osorio Hincapie, 2022).
Metodología
La presente investigación se enmarca den-
tro de una metodología de tipo bibliográfica
documental. Ya que es un proceso sistema-
tizado de recolección, selección, evalua-
ción y análisis de la información, que se ha
obtenido mediante medios electrónicos en
diferentes repositorios y buscadores tales
como Google Académico, Science Direct,
Pubmed, entre otros, empleando para ellos
los diferentes operadores booleanos y que
servirán de fuente documental, para el tema
antes planteado.