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RECIMAUC VOL. 8 Nº 1 (2024)
discapacidad a través de un cambio es-
tructural del modelo educativo, que se
adhiere al modelo de inclusión cuya fun-
damentación es el modelo social. Esto
implica la superación de una serie de
barreras en materia de acceso y per-
manencia El objetivo planteado es iden-
tificar los estándares que debe cumplir
toda institución de educación superior
en esta materia con respecto a todos los
miembros de la comunidad académica:
docentes, estudiantes y trabajadores.
La mayoría de los países de Latinoamérica
y el Caribe han incorporado conceptos de
educación inclusiva después del 2000, se
destacan Costa Rica y Cuba, quienes a me-
diados de siglo establecían estos compro-
misos, en 1956 y 1961, respectivamente.
Estos dos países también presentan algu-
nos de los mejores niveles de acceso edu-
cativo en la región, aunque no es claro si el
marco jurídico ha guiado sus acciones o si
el componente legal es solo el subproducto
de otros importantes factores que también
han modificado sus programas y propues-
tas educativas. El efecto per se de modifi-
caciones en el marco jurídico permanece
poco claro, siendo la modificación de pro-
gramas y presupuesto el principal mecanis-
mo por el que cambios jurídicos podrían in-
cidir en el nivel de presencia, participación
y éxito (UNESCO, 2021).
Por su parte, Payá, (2010) citado por Vega
Gozáles, (2021) manifiesta que, en el con-
texto latinoamericano, muchos países de
la región no han asumido totalmente la res-
ponsabilidad de los cambios que supone
tener una educación inclusiva de calidad,
y la intervención política se ha centrado bá-
sicamente en dar un soporte teórico que
permita su paulatina implementación en el
futuro, razón por la cual existen marcadas
brechas entre las propuestas y la realidad.
El éxito de la educación inclusiva depende,
así, en gran medida, del papel de los do-
centes, quienes deben asumir el compro-
miso de las modificaciones estipuladas en
las propuestas teóricas, más como un acto
de civismo que como un trabajo en sí. Sin
embargo, es importante la participación de
actores sociales y la misma comunidad,
los cuales se han mantenido al margen del
proceso educativo y no se sienten parte de
este, característica de la sociedad latinoa-
mericana que también se busca transfor-
mar con la educación inclusiva.
Delgado, Vivas, Carrión, & Reyes, (2022)
realizaron una investigación (revisión) para
identificar y analizar las trayectorias em-
prendidas por los países de América Lati-
na, para atender a poblaciones que tradi-
cionalmente han sido excluidas del servicio
educativo, donde concluyeron, entre otros
aspectos, la evidencia de que los países de
América Latina como parte de sus trayecto-
rias en educación inclusiva, han desarrollo
una variedad de planes, programas, pro-
yectos, líneas de acción, estrategias, meto-
dologías, entre otras, dados en el marco de
una educación inclusiva. No obstante, con-
siderando las dimensiones de presencia y
participación, así como éxito, se observa
que, la mayoría de países busca desarro-
llar programas vinculados con la presencia
y participación, mientras que se refleja me-
nores intervenciones que garanticen el éxito
de los estudiantes, descrito en función de
la culminación de los estudios. Los logros
de los aprendizajes según las condiciones
que presenten los estudiantes, y las opor-
tunidades de participar en situaciones de
equidad de éstos, demandan muchos aná-
lisis, pues hoy en día las sociedades requie-
ren personas que sean productivas, para lo
cual los sistemas educativos deben actuar
con el fin de hacer efectivos los aprendiza-
jes para la vida, lo que se puede canalizar
en esta investigación, mediante el éxito en
los diferentes niveles de estudios, relacio-
nado con su culminación. Por otra parte,
las trayectorias de los países se enfocan
especialmente a la reducción de brechas
en cuanto a la cobertura del servicio edu-
cativo, expresadas en una atención a seg-
mentos de poblaciones estudiantiles como:
niños, niñas y adolescentes, que presenten
EDUCACIÓN INCLUSIVA EN LATINOAMÉRICA