DOI: 10.26820/reciamuc/7.(2).abril.2023.1039-1048
URL: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/1195
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIAMUC
ISSN: 2588-0748
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 1039-1048
Fracturas expuestas, manejo clínico y quirúrgico
Exposed fractures, clinical and surgical management
Fracturas expostas, tratamento clínico e cirúrgico
Félix Marcelo Uyaguari Guerra
1
; Diego Steeven Condo Nevarez
2
; Karen Ivonne Díaz Córdova
3
;
Freddy Marcelo Cárdenas Oña
4
RECIBIDO: 28/07/2023 ACEPTADO: 18/08/2023 PUBLICADO: 03/10/2023
1. Médico; Médico Rural en PS-Pataquí; Otavalo, Ecuador; m.chelo10@hotmail.com; https://orcid.
org/0009-0002-9862-5393
2. Médico General;Médico Rural en Centro de Salud Palma Roja; Putumayo; Ecuador;steevendiego@gmail.
com; https://orcid.org/0009-0006-6934-8939
3. Médica; Médica Rural en Centro de Salud Pataquí; Otavalo, Ecuador;karenivonnedc@gmail.com; ht-
tps://orcid.org/0000-0001-7194-391X
4. Médico; Médico Rural en Centro de Salud Pataquí; Otavalo, Ecuador; fredc72010@hotmail.com; ht-
tps://orcid.org/0000-0002-0140-1792
CORRESPONDENCIA
Félix Marcelo Uyaguari Guerra
m.chelo10@hotmail.com
Otavalo, Ecuador
© RECIAMUC; Editorial Saberes del Conocimiento, 2023
RESUMEN
Las fracturas expuestas constituyen una de las principales emergencias médicas en el área de traumatolo-
gía. Consisten en una lesión ósea, con exposición al ambiente exterior. Una de sus principales causas son
los traumas de alto impacto. En consecuencia, son propensas a complicaciones tales como las infecciones,
amputación o inclusive muerte. En cuanto a las pautas de manejo terapéutico suelen ser cambiantes, por
lo cual, es fundamental mantenerse en constante actualización. En este sentido, el objetivo de la presente
investigación es plasmar el manejo clínico y quirúrgico de las fracturas expuestas. El enfoque metodológico
de la investigación es una revisión bibliográfico – documental, apoyado por diversas bases de datos, para
la obtención de información relevante en base al tema de estudio. La clasificación de la fractura permitirá la
elección del mejor abordaje. En la actualidad, la clasificación de Gustilo – Anderson sigue siendo la más usa-
da. El manejo clínico y quirúrgico incluyen la antibioticoterapia, la profilaxis antitetánica, el desbridamiento,
la fijación de la fractura, la analgesia, el cuidado y cierre de la herida. El reto en la actualidad del cirujano de
trauma consiste, no en el simple salvamento de la extremidad sino restaurar la función máxima. En cuanto a
la decisión de amputar, actualmente, el sistema más usado que permite la evaluación y consecuente toma de
decisión es el MESS (Mangled Extremity Severity Score).
Palabras clave: Fractura, Expuesta, Manejo, Clínico, Quirúrgico.
ABSTRACT
Open fractures constitute one of the main medical emergencies in the area of traumatology. They consist of a
bone injury, with exposure to the outside environment. One of its main causes is high-impact trauma. Conse-
quently, they are prone to complications such as infections, amputation or even death. Regarding therapeutic
management guidelines, they tend to change, which is why it is essential to remain constantly updated. In this
sense, the objective of the present investigation is to capture the clinical and surgical management of open
fractures. The methodological approach of the research is a bibliographic - documentary review, supported by
various databases, to obtain relevant information based on the topic of study. The classification of the fracture
will allow the choice of the best approach. Currently, the Gustilo-Anderson classification continues to be the
most used. Clinical and surgical management include antibiotic therapy, tetanus prophylaxis, debridement,
fracture fixation, analgesia, wound care and closure. The current challenge for the trauma surgeon is not simply
to save the limb but to restore maximum function. Regarding the decision to amputate, currently, the most used
system that allows evaluation and subsequent decision making is the MESS (Mangled Extremity Severity Score).
Keywords: Fracture, Exposed, Management, Clinical, Surgical.
RESUMO
As fracturas expostas constituem uma das principais urgências médicas na área da traumatologia. Consistem
numa lesão óssea, com exposição ao meio exterior. Uma das suas principais causas é o traumatismo de alto
impacto. Consequentemente, são propensas a complicações como infecções, amputação ou mesmo morte.
No que diz respeito às directrizes de gestão terapêutica, estas tendem a mudar, razão pela qual é essencial
manter-se constantemente atualizado. Nesse sentido, o objetivo da presente investigação é captar o manejo
clínico e cirúrgico das fraturas expostas. A abordagem metodológica da pesquisa é uma revisão bibliográfica
- documental, apoiada em várias bases de dados, para obter informações relevantes com base no tema de
estudo. A classificação da fratura permitirá a escolha da melhor abordagem. Atualmente, a classificação de
Gustilo-Anderson continua a ser a mais utilizada. O tratamento clínico e cirúrgico inclui antibioticoterapia, pro-
filaxia do tétano, desbridamento, fixação da fratura, analgesia, tratamento e encerramento da ferida. O desafio
atual para o cirurgião de trauma não é simplesmente salvar o membro, mas restaurar a sua função máxima.
Relativamente à decisão de amputar, atualmente, o sistema mais utilizado que permite a avaliação e posterior
tomada de decisão é o MESS (Mangled Extremity Severity Score).
Palavras-chave: Fratura Exposta, Gestão, Clínica, Cirúrgica.
1041
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Introducción
Las fracturas abiertas, expuestas o com-
puestas, son un tipo de lesión ósea en la
cual el hueso roto penetra la piel y queda
expuesto al ambiente externo. Entre sus
causas se encuentran los traumatismos de
alto impacto, siendo los más frecuentes los
accidentes de tránsito, una caída desde una
altura significativa o una lesión por aplasta-
miento. El cuadro clínico incluye dolor sig-
nificativo, hinchazón y sangrado y pueden
asociarse a lesiones vasculonerviosas y sín-
drome compartimental. Por lo general, estas
lesiones se presentan de forma aislada sin
otro traumatismo acompañante, sin embar-
go, la energía necesaria para que ocurra
este evento conlleva en muchas ocasiones
a que se produzcan otros traumatismos con-
comitantes, que podrían poner en peligro la
vida del paciente (Coa Rimachi, 2023).
Las fracturas expuestas ocurren con mayor
frecuencia en hombres que en mujeres. La
edad promedio es de 40 y 56 años respectiva-
mente. Se presentan con mayor frecuencia en
la tibia; esto por la situación subcutánea de la
cara anterointerna de la tibia, su prevalencia
abarca del 20% al 40% de los casos, segui-
damente el fémur con 12%, metacarpianos y
ulna (Orozco, Morales, & Serrano, 2021).
Arias Tolentino, (2022) con base en sus fun-
damentos afirma que una fractura con hue-
so expuesto, en diversas ocasiones ha sido
sinónimo de infección profunda, amputación
o inclusive muerte durante el primer mes;
la infección profunda con presencia de os-
teomielitis posterior a una fractura expuesta
es una de las complicaciones más devas-
tadoras y temidas de este tipo de fractura.
Las patologías traumáticas tienen una inci-
dencia creciente tanto en los diagnósticos
como en los ingresos hospitalarios, debido
al aumento de violencia y los accidentes de
tráfico, principales causas de estos traumas
en los adultos. Como consecuencia, hay un
aumento de los gastos de emergencia, que
suele ser más costoso que otros procedi-
mientos convencionales.
FRACTURAS EXPUESTAS, MANEJO CLÍNICO Y QUIRÚRGICO
A pesar de múltiples investigaciones, las
pautas de manejo terapéutico para las frac-
turas abiertas continúan en constante cam-
bio (Filippini, Bianchi, & Filomeno, 2022).
En este sentido, el propósito de la presente
investigación es plasmar el manejo clínico
y quirúrgico actualizado de las fracturas
expuestas.
Materiales y Métodos
La presente investigación se desarrolló en-
focado en una metodología de revisión do-
cumental bibliográfica. Para la búsqueda
de información concerniente al tema investi-
gado se utilizaron diversas bases de datos,
entre las que figuran: PubMed, Biblioteca
Virtual de la Salud (BVS), SciELO, Medigra-
phic, Dialnet y ELSEVIER, Cochrane, entre
otras. Se llevó a cabo una búsqueda alea-
toria y consecutiva, usando las expresiones
o descriptores siguientes: “fracturas ex-
puestas”, “fracturas expuestas + manejo”, y
fracturas expuestas + manejo quirúrgico”.
Los resultados encontrados fueron filtrados
según criterios de idiomas: español e inglés,
relevancia, correlación temática y fecha de
publicación de los últimos cinco años, con
excepción de dos registros de data más an-
tigua pero que se consideraron relevantes y
vigentes para la investigación.
El material bibliográfico recolectado con-
sistió en artículos científicos, en general,
guías clínicas, e-books, ensayos clínicos,
consensos, protocolos, tesis de posgrado y
doctorado, noticias científicas, boletines y/o
folletos de instituciones oficiales o privadas
de reconocida trayectoria en el ámbito cien-
tificoacadémico y demás documentos e in-
formaciones, considerados de interés y con
valor de la evidencia científica a criterio del
equipo investigador.
Resultados
Antes de iniciar con el manejo de las fractu-
ras expuestas, es fundamental determinar su
clasificación, ya que de ella depende el abor-
daje. La clasificación de Gustilo y Anderson
1042
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
(ver Tabla 1) es la más utilizada, difundida y
aceptada en la literatura médica. Esta utiliza
tres grados y divide el último en tres subtipos.
Entre más gradación de lesión abierta, ma-
yor prevalencia de infección. Las fracturas
expuestas debidas a desastres naturales,
severamente contaminadas o conminuta, se
clasifican automáticamente como fracturas
grado III, independientemente del tamaño de
la herida (Smith, Stahel, T., & Peacher, 2014).
Tabla 1. Clasificación de las fracturas abiertas según Gustilo y Anderson
Fuente: Tomado de Reconstrucción de miembro inferior en paciente con fractura ex-
puesta de fémur Gustilo IIIB por explosión de tanque de oxígeno por Jiménez, Valdivie-
zo, & Mariscal. (2021). The Ecuador Journal of Medicine.
Como se mencionó anteriormente, la clasi-
ficación de la lesión es imprescindible para
la toma de decisión acerca del tratamiento,
así como para tener un panorama sobre el
pronóstico de la extremidad. La decisión de
salvar una extremidad, continúa siendo un
dilema para el traumatólogo, esta debe to-
marse en grupo y no hacerse cargo un solo
cirujano. Se individualizará cada lesión de-
pendiendo de su gravedad, edad y estado
socioeconómico (Moreno, 2020).
Ahora bien, en cuanto a los objetivos del
manejo, estos se basan en salvar la vida del
paciente, prevenir la infección, consolidar
la fractura intentando conservar el miembro
afectado y restaurar la función de la extre-
midad. Si el miembro presenta pérdida de
un grupo muscular importante, destrucción
de la articulación y/o una lesión irreversible
de un nervio, no se considera como buen
resultado la conservación del miembro. Los
principios del tratamiento de las fracturas
expuestas son los siguientes:
1. Tratamiento del shock y examen radio-
lógico
2. Anestesia general
UYAGUARI GUERRA, F. M., CONDO NEVAREZ, D. S., DÍAZ CÓRDOVA, K. I., & CÁRDENAS OÑA, F. M.
1043
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
3. Lavado con solución salina
4. Resección de la piel necrótica y desbri-
damiento
5. Resección de los tejidos desvitalizados
6. Considerar las condiciones de la reduc-
ción de la fractura
7. Cobertura y cierre de la herida
8. Inmovilización rigurosa y elevación del
miembro afectado
9. Suero antitetánico u antibióticos de am-
plio espectro (dependiendo del lugar de
los hechos)
10. Observación diaria de la herida (Orozco,
Morales, & Serrano, 2021, pág. 10).
En el manejo inicial, la eliminación de conta-
minantes de acceso inmediato como hojas,
ropa y suciedad puede ayudar a la supre-
sión de fuente de infección. Posteriormen-
te, se irriga la zona y se procede a aplicar
un vendaje salino húmedo para ayudar a la
curación y prevención de infecciones. Lue-
go, se deberá reducir la extremidad, colo-
car una férula acolchada y documentar los
pulsos antes y después de la reducción.
La valoración de los pulsos puede indicar
daño vascular. Si se sospecha la presencia
del síndrome compartimental debe medirse
la presión en su interior, el tratamiento de
dicha complicación es la fasciotomía del
conjunto afectado (Brenes Méndez, 2020).
El tiempo requerido para la recuperación
puede variar según la gravedad de la lesión,
pero a menudo puede llevar varios meses
que un paciente se recupere por completo
de una fractura abierta. Dicho tratamiento
requiere el manejo simultáneo de las lesio-
nes esqueléticas y de los tejidos blandos
(Coa Rimachi, 2023, pág. 11).
Antibioticoterapia
La infección es la principal complicación que
lleva a la necesidad de procedimientos se-
cundarios, pseudoartrosis, falla de colgajos
e incluso amputaciones. Este hecho ha es-
timulado a los cirujanos a intentar identificar
las bacterias que causan la contaminación
de la herida. En este sentido, el tratamiento
antibiótico ha permitido reducir la tasa de in-
fección postquirúrgica, lo que lo convierte en
el estándar del tratamiento actual. Según Mu-
ñóz, Caba & Martí, (2010) referidos por Oroz-
co, Morales, & Serrano, (2021), la antibiotico-
terapia no es el principal factor para prevenir
infección y destacan que los factores rela-
cionados con la aparición de una infección
están más relacionados con el grado de la
lesión. Igualmente, refieren que la mayoría
de las infecciones en las fracturas expues-
tas son debidas a cepas de Staphilococcus
aureus, Streptococcus sp., Enterococcus y
bacilos gram negativos tales como Pseudo-
mona aeruginosa, Enterobacter o Proteus.
Los resultados tomados de la herida han de-
mostrado que la mayoría de los gérmenes
aislados tienden a ser sensibles a fármacos
bactericidas frente a los estafilococos. Las
cefalosporinas de primera generación tienen
buena penetrabilidad en hueso. En conse-
cuencia, las cefalosporinas es el tratamiento
de elección en fracturas expuestas grado I y
II cuando no existe contaminación importan-
te y se recomiendan antibióticos de mayor
espectro en fracturas grado III. (p. 12)
Por su parte, Brenes Méndez, (2020) resalta
que el momento de la primera dosis de ad-
ministración de antibióticos es una prioridad
y que la administración tardía de esta dosis
puede aumentar el riesgo de una infección.
A pesar de los avances y los adecuados
cuidados, las series continúan publicando
porcentajes de infecciones no desprecia-
bles. Varían dependiendo de la clasificación
de Gustilo y Anderson, las lesiones de tipo
III tienen un mayor riesgo de infección (9%
a 50%) en comparación con el tipo II (2%
a 10%) y el tipo I (2%) (Filippini, Bianchi, &
Filomeno, 2022).
Las fracturas grado III en las cuales se en-
cuentra importante afectación de partes
blandas, o en aquellas que se producen
FRACTURAS EXPUESTAS, MANEJO CLÍNICO Y QUIRÚRGICO
1044
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
en entornos con abundante contaminación
como estiércol o tierra, están contamina-
das generalmente por flora gram negativa
y requieren de una cobertura antibiótica
ampliada. En estos casos, la combinación
más utilizada consiste en la administración
de una cefalosporina de primera genera-
ción, junto con un aminoglucósido. En la
tabla 2 se muestra la terapia antibiótica re-
comendada de acuerdo con la clasificación
de Gustilo-Anderson, previamente descrita
(Orozco, Morales, & Serrano, 2021).
Tabla 2. Tratamiento antibiótico según clasificación de Gustilo – Anderson
Fuente: Tomado de Fracturas abiertas. (2010). Revista Española de Cirugía Ortopédi-
ca y Traumatología.
Prolaxis antitetánica
En cuanto a las consideraciones sobre la
profilaxis antitetánica, estas van a depen-
der de la condición de la herida y del tiem-
po que ha pasado desde la última vacuna.
En caso de que el paciente cuente con las
vacunas regulares, y tiene una herida lim-
pia y de poca gravedad, no es necesario
administrar la vacuna y si es que le ha sido
administrada la última dosis hace menos de
diez años. Si hubieran pasado más de cin-
co años para un paciente con herida conta-
minada, se requiere una dosis. Si al mismo
tiempo debe administrarse toxoide tetánico,
debe ser aplicada en otra zona la inmuno-
globulina. Si el paciente tuvo tétano en el
pasado, esto no indica inmunidad de modo
que el paciente, igualmente, debe ser vacu-
nado (Pastor Apaza, 2022, pág. 16).
Desbridamiento quirúrgico
En el tratamiento de fracturas abiertas, una
de las acciones más importantes y necesa-
rias a tener en cuenta, además de la antibio-
ticoterapia, es el desbridamiento quirúrgico,
el cual requiere de una amplia experticia por
parte del cirujano que lo lleva a cabo. El des-
bridamiento quirúrgico sistematizado es una
acción quirúrgica cuya finalidad es mejorar la
salud del tejido anexo a la herida en la zona
traumática. Es la escisión meticulosa de teji-
dos desvitalizados o crosados. Sigue varias
UYAGUARI GUERRA, F. M., CONDO NEVAREZ, D. S., DÍAZ CÓRDOVA, K. I., & CÁRDENAS OÑA, F. M.
1045
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
etapas que tienen como finalidad extirpar
tejido no viable en torno a la herida. Culmi-
nada la fase operatoria, el desbridamiento
y el lavado deben realizarse cada 48 horas.
El desbridamiento requiere de abundante
irrigación. Consiste en un análisis del tejido
necrosado y desvitalizado, incluido el hueso.
Este procedimiento se realiza en la sala de
operaciones en altas condiciones asépticas.
La irrigación se realiza, de acuerdo a criterios
de Gustilo-Anderson, con suero fisiológico en
las proporciones de hasta 3 litros en el caso
de tipo I; de 6 a 9 litros en las de tipo II y III
respectivamente. Las fracturas de alta ener-
gía requieren ampliación de la herida para
estudiar el estado del tejido adyacente a la
herida y las magnitudes del daño en tejido,
músculo y tendones, además de si existen
cuerpos extraños u otros factores de conta-
minación. Terminada la desbridación se pue-
de determinar con certeza el diagnóstico del
tipo y características de la fractura, así como
el procedimiento que requiere la estabiliza-
ción de ésta (Pastor Apaza, 2022, pág. 18).
Estabilización de la fractura
La estabilización ósea es esencial en el ma-
nejo de las fracturas abiertas, porque el mo-
vimiento o cizallamiento continuará alteran-
do y evitando la cicatrización definitiva de
los tejidos blandos locales, además de que
permitirá la osteogénesis (Diwan, Eberlin, &
Smith, 2018).
Fijación externa
Los fijadores externos son dispositivos utiliza-
dos en la estabilización ósea consistentes en
un tutor externo (que va por fuera de la piel)
y que se sujeta al hueso por medio de agujas
o tornillos. Entre sus ventajas se encuentran:
No entran en contacto con el foco de
fractura, por lo que hay un menor riesgo
de extender una infección localizada en
el mismo. Es por ello que su uso es inte-
resante en el manejo de fracturas abier-
tas o infectadas.
Se implantan rápidamente y de modo
poco invasivo, lo que les hace útiles en
el manejo de pacientes con traumatis-
mos múltiples y con mal estado general.
Al ser externos, permiten realizar movi-
mientos controlados sobre los segmentos
óseos, por lo que son muy utilizados para
la corrección de deformidades, ya sean
congénitas o adquiridas (Roza, 2019).
La fijación externa, con frecuencia, resulta
un método temporal y de ser posible con-
vertirla a fijación interna, por otra parte,
también se puede utilizar como tratamiento
definitivo. La ventaja se encuentra en que
requiere poco tiempo de intervención qui-
rúrgica y la pérdida de sangre es escasa,
cabe recalcar que la fijación externa tiene
alta tasa de consolidación, cercana al 95%,
aunque suele necesitar múltiples reinterven-
ciones quirúrgicas debido a que los callos
son endósticos y con poco volumen; por
ello tiene riesgo de refractura al momento
de retirar el fijado. Se utiliza en fracturas IIIB
y IIIC (Brenes Méndez, 2020).
Fijación intramedular
La fijación de fractura intramedular es una
cirugía en donde se inserta un clavo a tra-
vés del canal medular con la finalidad de
reparar la fractura y mantener el hueso esta-
ble. Los clavos intramedulares son usados
en fracturas tipo I, II y III, se utilizan clavos rí-
gidos no fresados para preservar la circula-
ción endóstica. Este tipo de enclavado tiene
un índice de consolidación cercana al 95%
y el de osteomielitis es menor a 1%, por otra
parte, un 15% de los casos requieren de in-
jerto. El fresado endomedular ha sido con-
troversial debido a que se considera como
un procedimiento riesgoso debido a la posi-
bilidad de diseminación de gérmenes y por
la destrucción de la circulación, que, en sí,
está disminuida por la lesión sin haber sido
tratada. En diversas circunstancias se pue-
de utilizar fijación externa temporal previo al
proceso de enclavado intramedular (Brenes
Méndez, 2020).
FRACTURAS EXPUESTAS, MANEJO CLÍNICO Y QUIRÚRGICO
1046
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Placas y tornillos
La estabilización de la fractura abierta con
placas y tornillos es otro medio de consoli-
dación, no obstante, debido a la alta tasa
de complicaciones como osteomielitis o fa-
lla del implante, ha disminuido su uso y se
considera que los riesgos son mayores en
comparación a otros métodos de fijación.
Se utiliza generalmente en fracturas intraar-
ticulares y metafisiarias, ya que estabiliza
una reducción precisa de la congruencia
y orientación articular (Orozco, Morales, &
Serrano, 2021).
Injerto óseo
Este otro método de fijación consiste en un
procedimiento quirúrgico que reemplaza el
hueso faltante. El injerto óseo es usado para
acelerar la consolidación en casos donde
existan zonas de defecto óseo o la conso-
lidación se encuentre enlentecida. El mo-
mento idóneo para colocar un injerto óseo
oscila entre dos y seis semanas después de
la cobertura con partes blandas, ya que se
asegura que no exista infección y que las
partes blandas se encuentren reestableci-
das. Se puede aplicar un injerto en el foco
de la fractura por debajo de un colgajo o al-
ternativamente en la zona posterolateral le-
jos del lugar de la lesión. Suele utilizarse en
fracturas tipos I y II, inclusive tipo III siem-
pre y cuando esta haya cicatrizado (Brenes
Méndez, 2020).
Analgesia
Con base en las fuentes de Cuenca et al.,
(2023) se puede decir que, el dolor intenso
en unas fracturas abiertas puede requerir
analgésicos tipos opioides, de preferencia
se utiliza los de acción bajo en combinación
con paracetamol y AINES. La NICE (Institu-
to Nacional de Salud y Excelencia clínica de
Reino Unido) en el 2016 recomendó morfina
intravenosa como analgésico de primera lí-
nea para traumatismo mayores incluidas las
fracturas abiertas, ajustando la dosis según
sea necesario en pacientes con depura-
ción renal alterada especialmente en adul-
tos mayores. Debido a las complicaciones
de los opioides como la adición, depresión
respiratoria y tasas de pseudoartrosis, debe
utilizar la dosis eficaz más baja y durante el
menor tiempo posible por 48 a 72 horas.
Cuidado y cobertura de la herida
Para Brenes Méndez, (2020) la conversión
rápida de fractura abierta a cerrada es
fundamental. El cierre tardío de la herida
puede aumentar el riesgo de infección con
microorganismos gramnegativos nosoco-
miales, como las especies de Pseudomo-
nas, Enterobacter y S. Aureus resistente a
la meticilina.
En tal sentido, la Asociación Ortopédica
Británica (BOA) y la Asociación Británica de
Cirujanos Plásticos, Reconstructivos y Esté-
ticos (BAPRAS) recomiendan la cobertura
de la herida dentro de las 72 horas de la
lesión, sin que no se demore más de 7 días,
porque un retraso se correlaciona con una
mayor tasa de infección y fracaso quirúrgi-
co. La elección dependerá de la ubicación,
tamaño del defecto, y del daño de tejido
blando (Elniel & Giannoudis, 2018).
Loh et al., (2022) referido por Cuenca et al.,
(2023) refiere que el seguimiento posterior
del colgajo debe incluir un buen examen fí-
sico observando el color y el tiempo de lle-
nado capilar, a la temperatura en compara-
ción con la piel adyacente al colgajo.
Amputación
La extremidad severamente traumatizada
hace énfasis a un miembro con afectación
de al menos tres de los cuatros sistemas; te-
jido blando, hueso, nervios y vasos. Existen
muchos sistemas de puntuación para pre-
decir el rescate de extremidades inferiores,
el sistema MESS (Mangled Extremity Seve-
rity Score) es el más utilizado en la prácti-
ca clínica. Dicho sistema toma en cuenta el
grado de lesión del esqueleto y los tejidos
blandos, la isquemia de las extremidades,
la presencia de shock, la edad del pacien-
te y el tiempo de isquemia. Una puntuación
UYAGUARI GUERRA, F. M., CONDO NEVAREZ, D. S., DÍAZ CÓRDOVA, K. I., & CÁRDENAS OÑA, F. M.
1047
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
menor a 7 indica que un intento de salva-
miento primario, una puntuación entre 7 y 9
son pacientes potencialmente rescatables
de amputaciones. Es de suma importan-
cia hacer uso simultáneo de la clasificación
de Gustilo-Anderson y la escala de MESS
dentro de los protocolos de toda fractura
expuesta, para ayudar a mejorar la descrip-
ción y pronóstico de las lesiones (Orozco,
Morales, & Serrano, 2021, pág. 13).
Conclusión
Para el manejo de las fracturas expuestas
es fundamental su clasificación. Con base
en ella se decidirá el mejor abordaje. La más
utilizada y con mayor respaldo de evidencia
científica es la de Gustilo – Anderson.
El adecuado manejo de las fracturas abier-
tas permite brindar un tratamiento eficaz,
efectivo y un mejor pronóstico. El uso de la
antibioticoterapia de manera correcta ayu-
da a favorecer el pronóstico.
En principio, este tipo de fracturas debe ser
manejado como una emergencia. La aten-
ción contempla el tratamiento antibiótico, la
profilaxis antitetánica, el desbridamiento de
la herida, la fijación de la fractura, la analge-
sia y el cierre de la herida.
En cuanto a la amputación, esta es una elec-
ción deliberada por causa del impacto funcio-
nal de las complicaciones que se presentan
una vez salvada la extremidad. Para colabo-
rar con esta toma de decisión existen siste-
mas de puntuación que ayudan a predecir el
rescate de la extremidad. En la actualidad el
sistema MESS (Mangled Extremity Severity
Score) es el más usado en la práctica clínica.
Bibliografía
Arias Tolentino, E. (2022). Fracturas expuestas en
pacientes atendidos en el hospital Carlos Lafran-
co La Hoz en el 2021 . Proyecto de investigación,
Universidad Privada San juan Bautista , Facultad
de Ciencias de la Salud Escuela. Recuperado el
25 de agosto de 2023, de https://repositorio.upsjb.
edu.pe/bitstream/handle/20.500.14308/4220/PI-
SEOT-ARIAS%20TOLENTINO%20EDWIN.pdf?se-
quence=4&isAllowed=y
Brenes Méndez, N. (2020). Manejo de fracturas
abiertas. Revista Médica Sinergia, 5(4). Recupera-
do el 26 de julio de 2022, de https://revistamedica-
sinergia.com/index.php/rms/article/view/440/802
Coa Rimachi, D. (2023). Epidemiología, clínica y ma-
nejo de fracturas abiertas de tibia en pacientes
adultos hospitalizados en un hospital de referencia
de Arequipa, período 2018-2022. Tesis de grado,
Universidad Nacional de San Agustín de arequipa
, Facultad de Medicina, Arequipa. Recuperado el
21 de agosto de 2023, de https://repositorio.unsa.
edu.pe/server/api/core/bitstreams/07240b30-
bab8-46c7-b48a-19d2afef6abc/content
Cuenca, M., Herrera, T., Álvarez, G., Carrión, A.,
Esparza, D., & Alvarado, U. (2023). Manejo de
fracturas expuestas en el departamento de emer-
gencias. Revista Ocronos, 6(2). Recuperado el 29
de agosto de 2023, de https://revistamedica.com/
manejo-fracturas-expuestas-emergencias/
Diwan, A., Eberlin, K., & Smith, R. (2018). Los prin-
cipios y la práctica de la atención de fractu-
ras abiertas. Chin J Traumatol, 21(4), 187-192.
doi:10.1016/j.cjtee.2018.01.002
Elniel, A. R., & Giannoudis, P. V. (2018). Open frac-
tures of the lower extremity: Current management
and clinical outcomes. EFORT Open Rev, 3(5),
316-325. doi:10.1302/2058-5241.3.170072
Filippini, J., Bianchi, G., & Filomeno, P. (2022). Actua-
lización en el manejo de fracturas abiertas. Preven-
ción de infección. Utilidad de cultivos de herida.
Revisión Bibliográfica . Facultad Med (Univ Repúb
Urug), 7(2), 1-12. Recuperado el 20 de agosto de
2023, de https://www.researchgate.net/publica-
tion/346940898_Actualizacion_en_el_manejo_de_
fracturas_abiertas_Prevencion_de_infeccion_Utili-
dad_de_cultivos_de_herida_Revision_Bibliografica/
link/642dba654e83cd0e2f92070f/download
Jiménez, J., Valdiviezo, A., & Mariscal, W. (2021).
Reconstrucción de miembro inferior en paciente
con fractura expuesta de fémur Gustilo IIIB por ex-
plosión de tanque de oxígeno. The Ecuador Jour-
nal of Medicine, 2(2), 55-63. Recuperado el 15 de
agosto de 2023, de https://revistafecim.org/index.
php/tejom/article/download/62/23
Moreno, F. (2020). Infección en las fracturas abiertas
con cierre primario de la herida respecto al cierre
diferido: Revisión de la literatura. Salut Sci Spiritus,
6(2), 14-20. Recuperado el 21 de agosto de 2023, de
https://www.researchgate.net/profile/Freddy-More-
no/publication/348155344_Infeccion_en_las_frac-
turas_abiertas_con_cierre_primario_de_la_he-
rida_respecto_al_cierre_diferido_Revision_de_
la_literatura/links/5ff0e14945851553a014f90e/
Infeccion-en-las-fracturas-a
FRACTURAS EXPUESTAS, MANEJO CLÍNICO Y QUIRÚRGICO
1048
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Muñoz, J., Caba, P., & Martí, D. (2010). Fracturas
abiertas. Revista Española de Cirugía Ortopédi-
ca y Traumatología, 54(6), 399-410. Recuperado
el 20 de mayo de 2023, de https://www.elsevier.
es/es-revista-revista-espanola-cirugia-ortopedi-
ca-traumatologia-129-pdf-S1888441510001372
Orozco, A., Morales, N., & Serrano, J. (2021). Frac-
turas expuestas: clasificación y abordaje. Revista
Ciencia Y Salud Integrando Conocimientos, 5(4),
7-15. doi:https:// doi.org/10.34192/cienciaysalud.
v5i4.237
Pastor Apaza, H. F. (2022). Frecuencia de complica-
ciones y manejo de las fracturas expuestas en el
Hospital de Emergencias José Casimiro Ulloa, 2019
- 2021. Proyecto de investigación de post grado ,
Universidad Ricardo Palma , Facultad de medici-
na humana, Lima. Recuperado el 28 de agosto de
2023, de https://repositorio.urp.edu.pe/bitstream/
handle/20.500.14138/5965/T030_29712318_T%20
HENRY%20FAUSTO%20PASTOR%20APAZA.pd-
f?sequence=1&isAllowed=y
Roza, P. (2019). MBA SURGICAL EMPOWERMENT .
Recuperado el 20 de agosto de 2023, de https://
www.mba.eu/blog/fijador-externo-hueso-fracturas/
Smith, W., Stahel, P., T., S., & Peacher, G. (2014).
Cirugía en traumatismos musculoesqueléticos.
En H. B. Skinner, & P. J. McMahon, Diagnóstico
y tratamiento en ortopedia (Vol. 5ta edción). Re-
cuperado el 21 de agosto de 2023, de https://ac-
cessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?boo-
kid=1596&sectionid=98175518
CITAR ESTE ARTICULO:
Uyaguari Guerra, F. M., Condo Nevarez, D. S., Díaz Córdova, K. I., & Cár-
denas Oña, F. M. (2023). Fracturas expuestas, manejo clínico y quirúrgi-
co. RECIAMUC, 7(2), 1039-1048. https://doi.org/10.26820/reciamuc/7.(2).
abril.2023.1039-1048
UYAGUARI GUERRA, F. M., CONDO NEVAREZ, D. S., DÍAZ CÓRDOVA, K. I., & CÁRDENAS OÑA, F. M.