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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Introducción
El sistema musculoesquelético o también
conocido como sistema locomotor, es el
encargado de brindar al cuerpo, soporte
y movimiento. Se constituye con el sistema
muscular y el sistema esquelético, ambos
forman las articulaciones, brindando un es-
queleto fuerte y capaz de movilizarse. En re-
ferencia al sistema esquelético tiene como
principal función, proporcionar una estruc-
tura resistente de la cual puedan proteger
los órganos vitales y a su vez, producir cé-
lulas sanguíneas. En relación con el siste-
ma muscular, tiene como función principal,
producir los movimientos, estabilizar las
articulaciones, mantener la postura y pro-
ducir calor corporal (Paucar Camilo, 2022).
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
plantea que los trastornos musculoesquelé-
ticos de origen laboral son todas aquellas
dolencias del aparato locomotor (tendones,
músculos, esqueleto óseo, ligamento, cartí-
lagos y nervios), causados o intensificados
por el trabajo. Las dolencias pueden ser
molestias leves o lesiones irreversibles e in-
capacitante (Pineda Álvarez et al., 2019).
Los desórdenes musculoesqueléticos
(DME) son una gran variedad de lesiones o
trastornos de los músculos, los nervios, los
tendones, los ligamentos y las articulacio-
nes, principalmente en el miembro superior
y la columna vertebral, la comunidad cien-
tífica ha identificado que la aparición de
los desórdenes músculo esquelético, está
asociada a la complejidad de los eventos
como, dificultad para la manipulación de
las cargas, movimientos pequeños en ci-
clos menores a dos minutos durante toda la
jornada, y posturas incómodas mantenidas
por largo tiempo en la jornada de trabajo.
En estudios mundiales, se registra que los
desórdenes músculo esquelético, DME, es-
tán en los primeros lugares de frecuencia
en las patologías de origen ocupacional,
relacionadas con índices altos de ausentis-
mo laboral y costos elevados en las aten-
ciones secundaria y terciaria (García Zam-
brano, 2019).
RODRÍGUEZ MONTALVÁN, ÁNGEL L., LLIGUISACA HIDALGO, C. A., SUASNAVAS AMAGUA, D. A., & MORA-
LES ORTIZ, D. A.
En el DME se debe diferenciar el dolor que
proviene de las articulaciones, en donde
predominan enfermedades degenerativas
e inflamatorias, y el no articular o de partes
blandas. La causa más frecuente de dolor
musculoesquelético articular es la artrosis
y luego la lumbalgia crónica. En la mayoría
se mantiene el dolor por largo tiempo. Como
causa importante de DME crónico no articu-
lar, se debe considerar afecciones de partes
blandas que la circundan, en donde pue-
den estar involucrados tendones, ligamen-
tos, bursas, cartílagos, nervios y músculos y
que representan el grueso de las afecciones
musculoesqueléticas; entre éstas encon-
tramos con frecuencia cuadros como dolor
miofascial y fibromialgia, los que deben ser
diferenciados entre sí (Velasco, 2019).
Las principales causas de dolor musculoes-
quelético son los traumatismos. Entre ellos
tenemos el dolor óseo, el cual es profundo,
penetrante y sordo, mientras que el dolor
muscular, menos intenso que el dolor óseo,
puede ser severo en casos de calambres y
espasmos musculares; el dolor en tendones
y ligamentos es descrito como “cortante” y
se incrementa al realizar el movimiento de
estos, por lo que el dolor disminuye con el
reposo; el dolor articular (artralgia), como el
ocasionado por la artritis, disminuye con el
movimiento y empeora con el reposo. Asi-
mismo, existen trastornos musculoesquelé-
ticos causados por la compresión nerviosa,
como en el caso de la compresión de nervios
periféricos en el síndrome del túnel carpia-
no, túnel cubital y túnel tarsiano. La lumbal-
gia, uno de los trastornos musculoesquelé-
ticos más frecuentes, es el dolor ubicado en
la parte baja de la espalda, que correspon-
de a la zona lumbar de la columna vertebral
con o sin compromiso de las extremidades
inferiores; el dolor puede derivarse del com-
promiso de las raíces nerviosas, músculos,
ligamentos, estructuras fasciales, vértebras
y discos intervertebrales, por lo que, contra-
rio a lo que se piensa, su causa puede ser
detectada con un adecuado examen físico.
Otro trastorno frecuente es la cervicalgia,