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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
sencia de oxígeno, esta interacción crea la
formación de radicales libres, que permiten
la destrucción de las lesiones. La terapia fo-
todinámica se usa para el tratamiento de:
“lesiones cutáneas precancerosas o
cancerosas: las queratosis actínicas no
hipertróficas no pigmentadas de la cara
y del cuero cabelludo, la enfermedad
de Bowen y el carcinoma basocelular
superficial no recidivante del tronco, de
los miembros o del cuello” (Vicentini,
Tylcz, Maire, Mordon, & Mortier, 2017).
Es una alternativa acertada a la crioterapia o a
la cirugía, como tratamiento de primera línea
para los campos de cancerización. Se inicia
con la preparación de la piel mediante raspa-
do, se aplica un precursor de la protoporfirina
IX en forma de crema. Se enjuaga (luego de
3 horas de incubación) y “el dermatólogo pro-
cede a la iluminación de las lesiones con luz
roja para una dosis total de 37 J/cm2” (Vicen-
tini, Tylcz, Maire, Mordon, & Mortier, 2017).
Se recomienda la foto-protección de la zona
transcurridas las 24 horas siguientes a la ilu-
minación y la aplicación de emolientes.
Las estrategias para mejorar la tolerabilidad
son numerosas, desde la anestesia hasta la
hipnosis, la terapia fotodinámica es una téc-
nica simple y bien afianzada en el arsenal
terapéutico dermatológico por razones de
eficacia y excelentes resultados estéticos (Vi-
centini, Tylcz, Maire, Mordon, & Mortier, 2017).
Entre sus limitaciones más importantes en
la actualidad están: el coste de los agentes
(precisa de importantes detalles como son la
concentración, tiempo de incubación y dosis
de irradiación), su producción y formulación.
“Estos parámetros están asociados al tiempo
de irradiación preciso según la potencia de
emisión de las fuentes de luz empleadas”.
(Mordon, Vélez, Alves, & Trelles, 2012)
Terapia Celular
Esta terapia se basa en las células troncales
mesenquimales, tienen propiedades inmu-
no-reguladores y efectos regeneradores. Su
uso y regulación es complejo de momento,
porque a nivel mundial se están desarro-
llando pequeñas experiencias en la cura-
ción de úlceras o quemaduras, evaluando
su efecto inmuno-regulador. Mientras que
“el efecto antinflamatorio es recomendado
para tratar patologías como psoriasis o der-
matitis atópica, detalla el especialista” (Fer-
nandez, 2021)
El uso en ensayos clínicos ya es una reali-
dad, pero para que se pueda utilizar como
indicación médica todavía queda bastante.
Muchos ensayos surgen en el entorno aca-
démico con respecto a este procedimiento,
sin embargo, para que un medicamento se
desarrolle muchas veces hace falta el apo-
yo de la industria farmacéutica.
Desarrollo de la Piel Articial
Respecto a los injertos de piel artificial, des-
de sus inicios en el 2016: “han sido tratados
5 pacientes con más del 70 por ciento de
piel quemada y sin alternativa alguna se han
beneficiado de este innovador tratamiento”
(Fernandez, 2021). Los resultados son más
que esperanzadores, transcurridos dos me-
ses del implante, son dados de alta con una
asertividad de entre en un 80 y 70 por cien-
to de la piel que se injerta reacciona bien.
Conforme pasan las semanas, mejora la
perdida transepidérmica de agua y al con-
trastar se evidencia la formación adecuada
de las capas más importantes de la piel.
El reto está en ampliar el uso de la tecnolo-
gía, comparar la efectividad de la piel artifi-
cial frente a los auto-injertos. La tarea pen-
diente apunta a que la piel artificial se podrá
extender al tratamiento “de úlceras, quema-
duras más pequeñas o cuando tengamos
que poner injertos grandes” (Fernandez,
2021). Hoy por hoy, todavía no se ha logra-
do crear en el laboratorio una piel artificial
como la humana. El tratamiento ideal son
los auto-injertos, pero los ensayos vigentes
y futuros son pasos importantes para abrirla
en nuevas indicaciones.
GORDÓN VILLAGRÁN, X. G., TROYA LÓPEZ, M. F., DELLI VILLAVICENCIO, M. R., & PUCHA PESÁNTEZ, R. E.