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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
te quimioterapia o radiación antes de los
trasplantes, lo cual deja temporalmente al
receptor del trasplante incluso más vulnera-
ble a infecciones (Clínica Mayo, 2022).
Sin duda, uno de los progresos más nota-
bles en el trasplante de células madre de
la sangre fue descubrir que tras una ade-
cuada movilización (mediante la adminis-
tración de factores de crecimiento o tras
quimioterapia intensiva) se producía una
salida transitoria pero masiva de progenito-
res hematopoyéticos desde la médula ósea
a la sangre circulante (o periférica), pudien-
do ser recolectados mediante técnicas de
citoaféresis18. Este método simplificaba el
procedimiento clásico, al evitar la anestesia
general o epidural, y permitía obtener tan-
tos o más progenitores que una aspiración
de médula ósea. Además, se observó que
con los progenitores de sangre periférica
(PSP) se lograba una recuperación hemato-
poyética e inmune más rápida que con los
de médula ósea. Es por ello que, hoy en día,
el 99% de los trasplantes de progenitores
hematopoyéticos (TPH) autólogos y casi el
80% de los TPH de donante se realizan con
PSP. (Fundación Josep Carreras, 2020)
El trasplante de células madre hematopo-
yéticas como forma de lograr la reconstitu-
ción inmunitaria en las inmunodeficiencias
primarias, fue reportado por primera vez en
1968. Hoy en día, los avances tecnológicos
como la tipificación del antígeno leucocitario
humano (HLA) en alta resolución, el uso de
células madre hematopoyéticas movilizadas
en sangre periférica o en sangre de cordón
umbilical, así como los tratamientos menos
tóxicos de acondicionamiento y de profilaxis
óptima para evitar la enfermedad de injerto
contra huésped, lo han convertido en la me-
jor alternativa de reconstitución inmunitaria
definitiva para muchos pacientes con diver-
sas inmunodeficiencias primarias, lo cual
mejora su supervivencia y calidad de vida.
El trasplante de células madre hematopoyé-
ticas en la enfermedad granulomatosa cróni-
ca es la única alternativa disponible actual-
mente para la curación de la enfermedad,
con una supervivencia que oscila entre 90 y
95 %, incluso cuando se tiene un donante no
emparentado. Para los casos en que no hay
un donante compatible, se viene evaluando
experimentalmente la terapia génica como
opción terapéutica. (Rocha et al., 2016)
Terapia genética
La terapia génica es una técnica en la que
se emplean uno o más genes para tratar,
prevenir o curar una enfermedad o trastor-
no médico. Con frecuencia, la terapia gé-
nica funciona agregando copias nuevas de
un gen que está dañado, o reemplazando
un gen defectuoso o ausente en las célu-
las de un paciente con una versión sana de
ese gen. Se ha usado terapia génica para
tratar enfermedades genéticas hereditarias
(como hemofilia y anemia de células falci-
formes) y también trastornos adquiridos
(como leucemia). (Instituto Nacional de In-
vestigación del Genoma Humano de los Es-
tados Unidos, 2023)
Este tipo de tratamiento consiste en extraer
las células madre de la persona con inmu-
nodeficiencia primaria, corregir el gen en
las células y, luego, devolver las células ma-
dre corregidas a la persona a través de una
infusión intravenosa. Con la terapia génica,
no es necesario encontrar un donante com-
patible, dado que se usan las propias cé-
lulas de la persona. En este momento, este
tratamiento se usa para tratar solo algunas
inmunodeficiencias primarias, pero hay en-
sayos clínicos en curso para muchos otros
tipos. (Clínica Mayo, 2022)
Investigadores europeos crearon terapias
innovadoras para tratar inmunodeficien-
cias primarias (IP) con las que mejorar el
pronóstico de enfermedades hasta ahora
incurables. El tratamiento de las IP suele
consistir en un trasplante de células madre
hematopoyéticas (CMH) procedentes de un
donante sano. No obstante, en caso de no
disponer de un donante compatible, el tras-
plante de células madre hematopoyéticas
está ligado a complicaciones y su empleo
es limitado. Los medicamentos de terapia
LÓPEZ MARIÑO, M. D., MORENO PONCE, L. A., GÓMEZ LEIVA, V. A., & MONTENEGRO SALAS, D. S.