DOI: 10.26820/reciamuc/7.(2).abril.2023.576-584
URL: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/1144
EDITORIAL: Saberes del Conocimiento
REVISTA: RECIAMUC
ISSN: 2588-0748
TIPO DE INVESTIGACIÓN: Artículo de revisión
CÓDIGO UNESCO: 32 Ciencias Médicas
PAGINAS: 576-584
Eje intestino-cerebro y su impacto en el estrés
Gut-brain axis and its impact on stress
O eixo intestino-cérebro e o seu impacto no stress
Marcia Beatriz Peñael Peñael
1
; Karen Michelle Novo Pinos
2
RECIBIDO: 23/04/2023 ACEPTADO: 12/05/2023 PUBLICADO: 12/06/2023
1. Magíster en Pedagogía en Ciencias de la Salud; Diploma Superior en Didáctica Universitaria en Cien-
cias de la Salud; Magíster en Gerencia en Salud para el Desarrollo Local; Especialización en Atención al
Paciente Crítico; Diploma Superior en Educación Universitaria en Ciencias de la Salud; Doctora en Cien-
cias de la Salud; Licenciada en Enfermería; Universidad de Cuenca; Cuenca, Ecuador; marcia.penafiel@
ucuenca.edu.ec; https://orcid.org/0000-0001-7387-687X
2. Especialista en Docencia Universitaria; Médica; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador; mi-
shu_novo@hotmail.com; https://orcid.org/0000-0001-7786-1595
CORRESPONDENCIA
Marcia Beatriz Peñael Peñael
marcia.penafiel@ucuenca.edu.ec
Cuenca, Ecuador
© RECIAMUC; Editorial Saberes del Conocimiento, 2023
RESUMEN
El ritmo de vida actual, en todo el mundo, es uno de los más acelerados en la historia de la humanidad, lo que conlleva al au-
mento del estrés en la población. Es un hecho demostrado en numerosos estudios que, un estado de estrés permanente o
crónico tiene un impacto significativo en la salud y en la calidad de la vida de las personas. Estudios actuales sugieren que
el estrés tiene efectos relevantes en la composición de la microbiota intestinal. Algunos de estos efectos pueden ser: alter-
aciones en la motilidad intestinal, transporte de mucosas, función de barrera intestinal y percepción visceral. En virtud de lo
anterior, el objetivo de la presente investigación es plasmar las generalidades acerca del intestino-cerebro y la relación que
tiene con el estrés. La investigación se realizó bajo una metodología de tipo documental bibliográfica, bajo la modalidad de
revisión. De la revisión se desprende que, dado que el factor psicológico juega un papel clave en las enfermedades intes-
tinales, lleva a suponer del impacto que tiene en la microbiota el estrés. Por otra parte, también existe evidencia disponible
que sugiere que la microbiota intestinal está relacionada con la conectividad cerebral y el rendimiento cognitivo y que la
manipulación del intestino y la microbiota, podría ser una vía prometedora para mejorar la cognición y el bienestar emocio-
nal en situaciones de estrés. En conclusión, se puede afirmar que, si una microbiota diversa, rica y equilibrada se asocia
a un mejor bienestar emocional en las personas, lo contrario sería, que su desequilibrio se relacione, igualmente, al estrés.
No obstante, es importante destacar que, no existe evidencia contundente y que este es un tema muy joven, con un amplio
camino que recorrer. Por el momento, los muchos indicios existentes alientan a seguir adelante en las investigaciones.
Palabras clave: Intestino, Cerebro, Microbiota, Impacto, Estrés.
ABSTRACT
The current pace of life, throughout the world, is one of the fastest in the history of humanity, which leads to increased stress
in the population. It is a fact demonstrated in numerous studies that a state of permanent or chronic stress has a significant
impact on people's health and quality of life. Current studies suggest that stress has relevant effects on the composition of
the intestinal microbiota. Some of these effects may be: alterations in intestinal motility, mucosal transport, intestinal barrier
function and visceral perception. By virtue of the above, the objective of this research is to capture the generalities about
the gut-brain and the relationship it has with stress. The research was carried out under a bibliographic documentary type
methodology, under the review modality. From the review it can be deduced that, since the psychological factor plays a key
role in intestinal diseases, it leads us to assume the impact that stress has on the microbiota. On the other hand, there is
also available evidence suggesting that gut microbiota is related to brain connectivity and cognitive performance and that
manipulation of the gut and microbiota could be a promising way to improve cognition and emotional well-being in stressful
situations. stress. In conclusion, it can be stated that if a diverse, rich and balanced microbiota is associated with better
emotional well-being in people, the opposite would be the case, that its imbalance is also related to stress. However, it is
important to highlight that there is no conclusive evidence and that this is a very young topic, with a long way to go. At the
moment, the many existing indications encourage to continue in the investigations.
Keywords: Gut, Brain, Microbiota, Impact, Stress.
RESUMO
O ritmo de vida actual, a nível mundial, é um dos mais rápidos da história da humanidade, o que conduz a um aumento
do stress na população. Numerosos estudos demonstraram que um estado de stress permanente ou crónico tem um
impacto significativo na saúde e na qualidade de vida das pessoas. Estudos actuais sugerem que o stress tem efeitos
relevantes na composição do microbiota intestinal. Alguns destes efeitos podem incluir alterações na motilidade intesti-
nal, no transporte da mucosa, na função de barreira intestinal e na percepção visceral. Tendo em conta o que precede,
o objectivo da presente investigação é captar as generalidades sobre o sistema intestino-cérebro e a sua relação com o
stress. A investigação foi efectuada através de uma metodologia bibliográfica documental, sob a forma de uma revisão. A
partir da revisão, é evidente que, como o factor psicológico desempenha um papel fundamental nas doenças intestinais,
leva a supor o impacto do stress na microbiota. Além disso, há também provas disponíveis que sugerem que o microbiota
intestinal está relacionado com a conectividade cerebral e o desempenho cognitivo e que a manipulação do intestino e
do microbiota pode ser uma via promissora para melhorar a cognição e o bem-estar emocional em situações de stress.
Em conclusão, pode afirmar-se que, se uma microbiota diversificada, rica e equilibrada está associada a um melhor bem-
-estar emocional nas pessoas, o contrário seria verdadeiro, se o seu desequilíbrio também estivesse relacionado com o
stress. No entanto, é importante notar que não existem provas conclusivas e que este é um tema muito jovem, com um
longo caminho a percorrer. Para já, os muitos indícios existentes encorajam a continuação da investigação.
Palavras-chave: Intestino, Cérebro, Microbiota, Impacto, Stress.
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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Introducción
El estrés es una enfermedad que va en pro-
gresión a nivel mundial y es un hecho pre-
ocupante porque cualquier persona puede
padecerla sin importar la edad, el género,
condición económica o raza. Sin embargo,
es necesario saber qué es lo que realmente
significa la palabra estrés. (Ávila, 2014)
Se puede definir el estrés como un estado
de preocupación o tensión mental genera-
do por una situación difícil. Todas las perso-
nas tenemos un cierto grado de estrés, ya
que se trata de una respuesta natural a las
amenazas y a otros estímulos. Es la forma
en que reaccionamos el estrés lo que mar-
ca el modo en que afecta a nuestro bienes-
tar. El estrés afecta tanto a la mente como al
cuerpo. Es positivo tener un poco, pues nos
ayuda a realizar las actividades diarias, pero
cuando el estrés pasa a ser excesivo tiene
consecuencias físicas y psíquicas. (Organi-
zación Mundial de la Salud - OMS, 2023)
Hay dos tipos principales de estrés:
Estrés agudo. Este es estrés a corto pla-
zo que desaparece rápidamente. Pue-
de sentirlo cuando presiona los frenos,
pelea con su pareja o esquía en una
pendiente. Esto le ayuda a controlar las
situaciones peligrosas. También ocurre
cuando hace algo nuevo o emocionante.
Todas las personas sienten estrés agu-
do en algún momento u otro.
Estrés crónico. Este es el estrés que
dura por un período de tiempo prolon-
gado. Usted puede tener estrés crónico
si tiene problemas de dinero, un matri-
monio infeliz o problemas en el trabajo.
Cualquier tipo de estrés que continúa
por semanas o meses es estrés crónico.
La persona puede acostumbrarse tanto
al estrés crónico que no se dé cuenta
que es un problema. Si se encuentra
maneras de controlar el estrés, este po-
dría causar problemas de salud. (Enci-
clopedia Médica ADAM, 2022)
PEÑAFIEL PEÑAFIEL, M. B., & NOVO PINOS, K. M.
Los síntomas de estrés pueden afectar el
cuerpo de una persona, sus pensamientos
e incluso sus sentimientos y comportamien-
to. En el cuerpo se puede manifestar con
dolor de cabeza, tensión o dolor muscular,
dolor de pecho, fatiga, cambio en el deseo
sexual, malestar estomacal y problemas de
sueño. En el estado de ánimo se manifiesta
con ansiedad, inquietud, falta de motivación
o enfoque, sentirse abrumado, irritabilidad
o enojo, y tristeza o depresión. En el com-
portamiento puede manifestarse a través
del consumo de comida en exceso o por
debajo de lo normal, arrebatos de ira, dro-
gadicción o alcoholismo, consumo de taba-
co, aislamiento social y práctica de ejercicio
con menos frecuencia. El estrés que no se
controla puede contribuir a muchos proble-
mas de salud, tales como: presión arterial
alta, enfermedades cardíacas, obesidad y
diabetes. (Clínica Mayo, 2019)
Por otra parte, el eje intestino-cerebro está
formado por la microbiota, el sistema ner-
vioso entérico, el sistema nervioso autóno-
mo, el sistema neuroendocrino, el sistema
neuroinmune y el sistema nervioso central.
El sistema nervioso entérico se encarga del
funcionamiento básico gastrointestinal (mo-
tilidad, secreción mucosa, flujo sanguíneo),
y el control central de las funciones del
intestino se lleva a cabo gracias al nervio
vago. Este complejo eje conforma un sis-
tema de comunicación neurohumoral bidi-
reccional conocido desde hace tiempo. En
este sentido, existe una correlación entre las
alteraciones de la microbiota y algunas en-
fermedades. En estas enfermedades existe
una disbiosis (cambios en la composición
normal de la microbiota) que genera cam-
bios en la motilidad gastrointestinal, afecta
a las secreciones y produce una hipersen-
sibilidad visceral. (Gómez, Ramón, Pérez, &
Blanco, 2019)
Estudios actuales sugieren que el estrés tie-
ne efectos significativos en la composición
de la microbiota intestinal. Algunos de es-
tos efectos pueden ser alteraciones en la
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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
EJE INTESTINO-CEREBRO Y SU IMPACTO EN EL ESTRÉS
motilidad intestinal, transporte de mucosas,
función de barrera intestinal y percepción
visceral. (Quesada Rodríguez, 2021)
En virtud de lo anterior, el objetivo de la pre-
sente investigación es plasmar las gene-
ralidades acerca del intestino-cerebro y la
relación que tiene con el estrés.
Materiales y Métodos
La presente investigación se enfocó en la
búsqueda y revisión sistemática de literatu-
ra cientificoacadémica seleccionada, dis-
ponible determinadas bases de datos, en-
tre las que figuran: PubMed, MedlinePlus,
Biblioteca Virtual de la Salud (BVS), SciE-
LO, Medigraphic, Dialnet y ELSEVIER, entre
otras. En consecuencia, la misma se clasi-
fica como de tipo documental bibliográfica,
bajo la metodología de revisión.
Se llevó a cabo una búsqueda aleatoria y
consecutiva en las mencionadas bases de
datos, usando los siguientes descriptores:
eje intestino-cerebro”, “eje intestino-cere-
bro + estrés” y “microbiota y estrés”. Los re-
gistros bibliográficos resultantes se filtraron
bajo los criterios de: idioma español e inglés,
relevancia, correlación temática y fecha de
publicación en los últimos nueve años.
El tipo de material bibliográfico consistió en
títulos de artículos científicos, ensayos, revi-
siones sistemáticas, protocolos, editoriales,
libros, boletines, folletos, tesis de grado,
posgrado y doctorado, noticias científicas,
entre otros documentos e información de in-
terés científico y académico.
El equipo investigador dio lectura crítica y
análisis a toda la evidencia científica esco-
gida, lo que resultó en un consenso para el
fundamento de las ideas y planteamientos
aquí plasmados.
Resultados
Eje intestino-cerebro
Como se explicó anteriormente, el término
“eje intestino-cerebro” hace referencia a la
comunicación bidireccional que existe entre
el intestino y el cerebro. Para este proceso
existen las siguientes vías de comunicación:
Nervio vago: Supone la principal vía de
intercambio de información entre intes-
tino y cerebro. Ciertas sustancias que
no son capaces de atravesar la barrera
hematoencefálica (BHE), para alcanzar
el sistema nervioso, estimulan neuronas
sensitivas del sistema nervioso entérico
(SNE) (ramas aferentes) que conectan
con el 2 nervio vago y envían la informa-
ción finalmente al sistema nervioso cen-
tral (SNC). Además de controlar la fre-
cuencia cardiaca, la motilidad intestinal
y la función de otros órganos, el nervio
vago puede transmitir señales inmunita-
rias periféricas al SNC y promover una
respuesta antiinflamatoria. Las hormo-
nas intestinales implicadas en el control
de la ingesta, las cuales modulan la ho-
meostasis energética, son partícipes de
esta vía. Entre ellas se incluye la grelina
como única molécula orexígena (pro-
mueve la ingesta) y al péptido-1 similar
al glucagón (GLP-1), la oxintomodulina
(OXM), el péptido tirosina-tirosina (PYY),
el polipéptido pancreático (PP) y la co-
lecistoquinina (CCK) como moléculas
anorexígenas. Algunas de ellas, como
es el caso de la grelina y la CCK también
son capaces de atravesar la BHE.
Sistema circulatorio: En esta vía se inclu-
yen neurohormonas intestinales como la
serotonina (5-HT), las catecolaminas, la
dopamina o el ácido gamma-aminobu-
tírico (GABA) así como algunas impli-
cadas en el control de la ingesta como
mencionamos anteriormente. En cuanto
al GABA, existen ciertas discrepancias
entre autores con respecto a la existen-
cia de un transportador específico en la
BHE. También en esta vía participan los
ácidos grasos de cadena corta (AGCC)
y el cortisol (partícipe del eje hipotalámi-
co-pituitario-adrenal), pero debido a la
relevancia de la microbiota en la produc-
ción de estas sustancias hablaremos de
ello más adelante.
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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Sistema inmune: Algunas células del
sistema inmune como los macrófagos,
neutrófilos y células dendríticas (CD)
(sistema inmune innato) son capaces
de producir citoquinas, las cuales inter-
vienen en la inflamación y actúan sobre
el sistema mientérico. Estas son capa-
ces de atravesar el BHE teniendo efec-
to directo sobre el SNC. En el cerebro,
las citoquinas actúan sobre la microglía
alterando su función. (Sacristán Oliveri,
2021, pág. 2)
Este sistema biofeedback transmite las se-
ñales desde el intestino al cerebro, mientras
que las neuronas del sistema nervioso autó-
nomo y factores neuroendocrinos lo hacen
del cerebro al intestino (ver figura 1). Nor-
malmente, la mayor parte de las señales que
son transmitidas del sistema digestivo al ce-
rebro no alcanzan el nivel de conciencia. Sin
embargo, la información visceral continua-
mente es procesada en regiones subcorti-
cales del cerebro, como el sistema límbico,
y en centros neuroendocrinos y del sistema
nervioso autónomo en hipotálamo y tallo ce-
rebral. En condiciones patológicas, las se-
ñales del intestino pueden alcanzar la corte-
za dando origen a la sensación de nausea,
disconfort o dolor. (Tusell Quevedo, 2015)
Figura 1. El eje intestino-cerebro
Fuente: “El eje cerebro-intestino y su relación con el estrés”. Tusell Quevedo, (2015). URL:
https://www.calinalcacer.com/es/descargar/documentacion/75-eje-cerebro-intestino.pdf
El eje intestino-cerebro y su asociación
con el estrés
Podemos entender el eje intestino cerebro
como una carretera de doble sentido. Lo
que pasa a nivel intestinal afecta a nivel
cerebral y viceversa. El estrés tanto físico
como psicológico es uno de los principales
factores que afecta a nuestra microbiota y
a la permeabilidad, produciendo una alte-
ración que facilita el paso hacia la sangre
de partes de bacterias, toxinas o alimentos
a medio digerir generando una cascada
de inflamación y llegando a alterar el fun-
cionamiento de nuestro sistema nervioso.
Es cierto que el factor psicológico juega un
papel clave en las enfermedades intestina-
les como el síndrome de intestino irritable,
enfermedad inflamatoria intestinal o reflujo
gastroesofágico. (Instituto de Microecología
- España, 2023)
PEÑAFIEL PEÑAFIEL, M. B., & NOVO PINOS, K. M.
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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
La primera pista de la estrecha relación que
existe entre mente y tripas se produjo hace
medio siglo, cuando se llevaron a cabo ex-
perimentos con ratones que demostraron
que cualquier tipo de estrés, desde hambre
a sueño, ruidos fuertes o separar a las crías
de sus madres, alteraba la composición
de la microbiota intestinal de los animales,
lo que se relacionaba con un riesgo incre-
mentado de padecer problemas de salud.
Tres estudios posteriores han añadido evi-
dencia científica a esa primera pista del eje
cerebro-intestino y han demostrado que la
microbiota intestinal desempeña un papel
fundamental en la salud mental.
El primero de esos experimentos lo lle-
varon a cabo investigadores de la Uni-
versidad de McMaster, con Premysl Ber-
cik a la cabeza: observaron que las dos
cepas de ratones (unos eran animales
tranquilos y tímidos, y los otros, nervio-
sos y agresivos) que tenían en el labo-
ratorio, a pesar de comer lo mismo, pre-
sentaban composiciones de bacterias
intestinales distintas. Decidieron, enton-
ces, realizar un trasplante de heces de
los ratones de un grupo al otro. Para su
sorpresa, vieron cómo los animales se
intercambiaban el carácter.
En esa línea, poco después, al otro lado
del Atlántico, en la Universidad de Cork
un grupo de científicos, dirigidos por
John Cryan y Ted Dinan, utilizaron la mis-
ma cepa de ratones tímidos que en el
experimento de Canadá y comprobaron
que eran capaces de cambiar el com-
portamiento de los animales adminis-
trándoles un suplemento con bacterias
beneficiosas o probióticas: los animales
eran menos ansiosos y más atrevidos,
como si estuvieran tomando dosis bajas
de antidepresivos.
Posteriormente se han realizado también
estudios con personas en esa misma
línea, con el fin de intentar discernir la
relación entre cerebro e intestino y com-
probar si es posible impactar en la sa-
lud mental a través de la microbiota. Por
ejemplo, en un experimento de la Univer-
sidad de California dieron a un grupo de
mujeres un lácteo fermentado dos veces
al día durante cuatro semanas y compro-
baron que se producían cambios positi-
vos en las regiones cerebrales encarga-
das de regular las emociones.
El estrés crónico, ya sea físico o psíquico
fruto de la ansiedad y la depresión, podría
tener efectos perjudiciales en el cuerpo y
cerebro. La exposición a las hormonas del
estrés, está relacionada con diferentes en-
fermedades, por tanto, un nivel alto de és-
tas, afecta al intestino, aumentando la per-
meabilidad intestinal, produciendo cambios
en la motilidad intestinal, generando hipe-
ractivación del sistema inmune y alteracio-
nes la conducta alimentaria. El microbioma
y la permeabilidad intestinal son claves
para modular la respuesta inflamatoria, en
la síntesis de neurotransmisores, en la moti-
lidad intestinal y en el control del peso. (Tu-
sell Quevedo, 2015)
La comunidad científica ha planteado que
la microbiota intestinal podría ejercer una
función vital a la hora de encontrar trata-
mientos para las enfermedades neurode-
generativas, metabólicas y psiquiátricas,
incluyendo las alteraciones del estado de
ánimo asociadas al estrés, como la depre-
sión y la ansiedad. Sanz referida por Moli-
na, (2023) explica que los microorganismos
del intestino y los metabolitos que se gene-
ran a partir de la digestión de los alimen-
tos (neurotransmisores o sus precursores,
ácidos grasos de cadena corta, etc.), son
parte de los estímulos biológicos y quími-
cos que intervienen en estas rutas de seña-
lización y que pueden modificar funciones
esenciales, como la respuesta endocrina al
estrés (producción de cortisol), la respuesta
inmunitaria (producción de proteínas pro- o
anti- inflamatorias) y las emociones y com-
portamiento ante una situación de estrés o
un trauma.
EJE INTESTINO-CEREBRO Y SU IMPACTO EN EL ESTRÉS
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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Según los fundamentos Bustos & Hanna,
(2022) uno de los aspectos que respalda la
relación entre el estrés, la depresión y la mi-
crobiota intestinal, son las alteraciones que
se muestran en distintos trabajos de inves-
tigación en los que parecería que la com-
posición de la microbiota difiere entre los
sujetos sanos y los pacientes diagnostica-
dos con depresión, que parecen tener una
mayor proporción de Alistipes, Bacteroides
y Enterobacterias, y una menor cantidad de
Faecalibacterium y Lachnospiras. (p. 109)
Los últimos estudios científicos establecen
una correlación entre las alteraciones de la
microbiota y el estrés, el cual está involu-
crado en diferentes patologías crónicas, au-
toinmunes y neurodegenerativas. Es decir,
se cree que el estrés altera la composición
normal de la flora intestinal (esto se llama
disbiosis) generando cambios en la motili-
dad y las secreciones gastrointestinales y
produciendo permeabilidad intestinal. Esto
afecta a las células neuroendocrinas y a las
del sistema inmune. (Pérez, 2023)
Cooke, Catchlove, & Tooley, (2022) realiza-
ron una revisión para examinar la relación
entre la microbiota intestinal humana (inclui-
dos sus moduladores) en relación con la
cognición, la función cerebral, el estrés, la
ansiedad y la depresión, donde llegaron a
las siguientes conclusiones:
Los hallazgos de esta revisión se ex-
tienden a informes publicados anterior-
mente y narrativa reciente en donde se
examinó el vínculo entre la microbiota
y el rendimiento/función del cerebro en
personas sanas, individuos estresados,
ansiosos, malhumorados o deprimi-
dos (ánimo y bienestar mental). A pe-
sar de las limitaciones en los estudios
revisados, la evidencia disponible su-
giere que la microbiota intestinal está
relacionada con la conectividad cere-
bral y el rendimiento cognitivo y que la
manipulación del intestino y la micro-
biota, podría ser una vía prometedora
para mejorar la cognición y el bienes-
tar emocional en situaciones de estrés
y no estrés en adultos sanos. La gran
mayoría de los estudios, hasta la fecha,
se han limitado a modelos animales y
en su mayoría han sido observaciona-
les en un entorno clínico, generalmen-
te, en una condición de enfermedad.
Todavía quedan muchas preguntas sin
respuesta. (p. 21, 22)
Para Stiegelbauer, (2022) el estrés crónico
afecta a ciertas regiones del cerebro de
manera que se altera el equilibrio emocio-
nal. En casos extremos, esto puede derivar
en trastornos de ansiedad y depresión. Pre-
cisamente, la depresión es una de las enfer-
medades asociadas al estrés. Diferentes re-
giones y transmisores cerebrales se alteran
en la depresión: serotonina, norepinefrina,
glutamato y probablemente una docena de
otros neurotransmisores. La melatonina in-
terviene de forma crucial en el ritmo diurno
y nocturno, un ritmo que se ve alterado en la
depresión, pero que también se ve alterado
en el estrés y el desequilibrio emocional. En
la Universidad de Innsbruck se demostró
que el estrés permanente provoca una in-
flamación intestinal a gran escala, que tiene
efectos devastadores sobre la barrera in-
testinal. Las bacterias intestinales mueren,
se altera la integridad de las “uniones estre-
chas“, y las toxinas y los alérgenos pueden
llegar al torrente sanguíneo. Se cree que
esta “inflamación silenciosa” puede ser in-
cluso la causa del Alzheimer y la demencia.
Según los fundamentos de Vergara, Ahu-
mada, & Poveda, (2022) se ha observado
que los pacientes con síndrome de intesti-
no irritable (SII) suelen tener una respuesta
aumentada al estrés, lo que ha implicado
un posible mecanismo que contribuye a la
patología del síndrome. La razón es que el
estrés podría inducir cambios en la motili-
dad, permeabilidad y secreción intestinal,
así como sensibilidad visceral que causa
la reactivación de inflamaciones entéricas
previas, y estímulos inflamatorios posterio-
res; además, puede alterar la composición
y la función de la microbiota. (p. 371)
PEÑAFIEL PEÑAFIEL, M. B., & NOVO PINOS, K. M.
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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Recomendaciones
Una dieta con baja carga glucémica, para
no elevar la insulina, ingerir los suficientes
aminoácidos y ácidos grasos de calidad,
con vegetales y frutas para una correcta
flora intestinal, si es necesario suplemen-
tar con probióticos, vitaminas, fitoterapia o
precursores de los neurotransmisores, jun-
to con hacer ejercicio y/o técnicas de re-
lajación es lo que podemos recomendar a
nuestros pacientes para que cuiden su eje
cerebro-intestinal. (Tusell Quevedo, 2015)
Otras formas de mejorar los niveles de es-
trés desde la alimentación, pueden ser:
Evitar el consumo de alimentos procesa-
dos y azúcares añadidos. Ya que desen-
cadenan una sensación de satisfacción
momentánea que luego se convierte en
cansancio, ansiedad e incluso tristeza.
Consumir grasas saludables. Ayudan a
un desarrollo correcto del cerebro y pre-
sentan una importante cantidad de an-
tioxidantes que protegen a las células.
Incluir probióticos en nuestro día a día
puede ser interesante para modular la
microbiota intestinal y con ello el eje in-
testino cerebro.
Incluir frutos secos en tu día a día.
Semillas de sésamo. Contienen tirosina
que potencia los niveles de dopamina
en el cerebro. (Instituto de Microecolo-
gía - España, 2023)
Conclusión
De la revisión se desprende que, dado que
el factor psicológico juega un papel clave
en las enfermedades intestinales, lleva a
suponer del impacto que tiene en la micro-
biota el estrés. Asimismo, la exposición a las
hormonas del estrés, está relacionada con
diferentes enfermedades, por tanto, un nivel
alto de éstas, afecta al intestino, aumentan-
do la permeabilidad intestinal, produciendo
cambios en la motilidad intestinal, generan-
do hiperactivación del sistema inmune y al-
teraciones la conducta alimentaria.
Por otra parte, también existe evidencia dis-
ponible que sugiere que la microbiota intes-
tinal está relacionada con la conectividad
cerebral y el rendimiento cognitivo y que la
manipulación del intestino y la microbiota,
podría ser una vía prometedora para mejo-
rar la cognición y el bienestar emocional en
situaciones de estrés.
En conclusión, se puede afirmar que, si
una microbiota diversa, rica y equilibrada
se asocia a un mejor bienestar emocional
en las personas, lo contrario sería, que su
desequilibrio se relacione, igualmente, al
estrés. No obstante, es importante destacar
que, no existe evidencia contundente y que
este es un tema muy joven, con un amplio
camino que recorrer. Por el momento, los
muchos indicios existentes alientan a seguir
adelante en las investigaciones.
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CITAR ESTE ARTICULO:
Peñafiel Peñafiel, M. B., & Novo Pinos, K. M. (2023). Eje intestino-ce-
rebro y su impacto en el estrés. RECIAMUC, 7(2), 576-584. https://doi.
org/10.26820/reciamuc/7.(2).abril.2023.576-584
PEÑAFIEL PEÑAFIEL, M. B., & NOVO PINOS, K. M.