148
RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
• En cambio, los trazados de MFE con ca-
tegoría 2-3 requiere monitoreo fetal con-
tinuo (Gaus et al., 2019).
Manejo de la eclampsia
Las convulsiones eclámpticas amenazan
la vida y debe considerarse como una ur-
gencia vital, estas pueden producirse antes
del parto, durante o después del mismo y
puede aparecer aun con niveles de hiper-
tensión no considerados graves. El manejo
de la eclampsia requiere el control de las
convulsiones y prevención de las ocurren-
cias con sulfato de magnesio a las mismas
dosis indicadas en la preeclampsia severa:
sulfato de magnesio 4 gramos endoveno-
sos en 20 minutos, el sulfato de magnesio
está asociada con reducciones clínicamen-
te significativas en la muerte materna. Es
accesible y su administración y control re-
sultan relativamente sencillos. Se puede ad-
ministrar por vía intramuscular, 2 gr en cada
nalga con 0.5 cc de lidocaína 2%, cuando
no se dispone de personal con experiencia
en la administración intravenosa.
Al mismo tiempo se debe realizar la correc-
ción de la hipoxemia materna y/o acidosis,
controlar la hipertensión arterial y realizar
el monitoreo de funciones vitales maternas.
Se deben solicitar exámenes auxiliares:
pruebas hepáticas, pruebas renales, perfil
de coagulación y hemoglobina; evaluar le
bienestar fetal, se debe coordinar con la
unidad de cuidados intensivos maternos y
con la unidad de cuidados intensivos neo-
natal, así como con anestesiología. Una vez
estabilizada la paciente se debe inicia el
proceso de parto, que en la mayoría de las
veces requiere una cesárea de emergencia.
En el post parto la paciente debe continuar
su hospitalización en una unidad de cuida-
dos intensivos maternos (Guevara-Ríos &
Meza-Santibañez, 2019).
Prevención
El proceso de gestación implica cambios
sustanciales en el cuerpo de la mujer, exis-
tiendo la posibilidad de que ocurran compli-
caciones durante este periodo. Uno de estos
eventos indeseados es la preeclampsia, la
que se presenta a partir de la semana 20 del
embarazo y se relaciona con la presencia de
un cuadro hipertensivo, pudiendo existir pro-
teinuria. Esta entidad se presenta entre el 5
y el 7% de las gestaciones. La forma más
severa de presentación es la eclampsia.
En Ecuador, estas complicaciones consti-
tuyen la causa del 27,53% de las muertes
maternas, situándose entre las principales
complicaciones en las embarazadas con
edades entre 20 y 34 años. El diagnóstico
oportuno de la enfermedad hipertensiva
gestacional permitirá un mejor manejo pre-
natal; durante el cual, deben considerarse
diferentes factores de riesgo: antecedentes
familiares de preeclampsia o embarazos
hipertensivos, antecedentes personales de
obesidad, hipertensión arterial, diabetes
mellitus, enfermedades autoinmunes, enfer-
medades renales, antecedentes obstétricos
de preeclampsia, entre otras. Las gestan-
tes, principalmente si presentan factores
de riesgo, deben acudir al facultativo ante
los siguientes síntomas de alarma: cefalea,
dificultades visuales atribuibles a la hiper-
tensión arterial, edema de la cara y manos
acompañado de un incremento anormal del
peso corporal, dolor en hipocondrio derecho
y epigastrio, edema a nivel de la capsula
hepática, disminución del volumen urinario
y orina espumosa (expresión de la protei-
nuria). En la fase inicial de la enfermedad
se debe indicar reposo y medidas higiéni-
co-dietéticas que favorezcan el control de la
tensión arterial (Hernández Carratalá, 2022).
Conclusión
Los trastornos hipertensivos en el embara-
zo pueden ser desencadenado por varios
factores, como la edad, obesidad, tradición
familiar hipertensa, entre otras. Sin embar-
go, la eclampsia está determinada como
una complicación de la preeclampsia, por
ello es fundamental una vigilancia continua
de parte del medico tratante, ya que esta
patología puede ser silenciosa y conlleva a
FUENTES AGUILERA, C. T., ESPINOZA TROYA, J. I., ZEA PIN, V. A., & CHOÉZ MACÍAS, J. V.