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RECIMAUC VOL. 7 Nº 1 (2023)
Introducción
La cefalea postpunción es considerada la
complicación más importante y a la vez más
frecuente ante procedimientos de anestesia
neuroaxial, su incidencia y prevalencia de-
penderán de varios factores propios de la
punción lumbar como por ejemplo la técni-
ca de punción, número de intentos de pun-
ción, la posición de la paciente, diseño de
la punta, calibre de la aguja, experiencia del
médico, y factores propios de cada pacien-
te como la edad, sexo, el índice de masa
corporal, historia previa de cefalea pos-
tpunción, entre otros. (Aldás Reveló, 2018)
La punción lumbar es una técnica que se
viene practicando desde 1891, que consis-
te en la introducción de una aguja entre dos
huesos lumbares, es decir, vértebras con la
finalidad de extraer una muestra de líquido
cefalorraquídeo para llegar al diagnóstico
de ciertas patologías, o también, con el fin
de aplicar anestésicos, hoy en día se ha
vuelto una técnica muy aplicada en la ma-
yoría de las ramas de la medicina. (Chacha
Lliguipuma, 2019)
La incidencia de esta complicación varía y
puede ocurrir hasta en 40% de los pacien-
tes, dependiendo principalmente si se realizó
para anestesia espinal o diagnóstica donde
hubo extracción de LCR. Se clasifica cefalea
posterior a punción lumbar a la “cefalea bila-
teral que se desarrolla dentro de los siguien-
tes 7 días posterior a una punción lumbar y
desaparece dentro de 14 días. La cefalea
empeora a los 15 minutos de estar en posi-
ción supina, desaparece o mejora a los 30
minutos de estar en posición “decúbito”. Por
lo general, el inicio de la cefalea es a las 24-
48h posterior al procedimiento. (Salas, 2016)
Desde el inicio del uso de la anestesia espi-
nal, la cefalea ha sido uno de los efectos in-
deseables más frecuentes. La CPPD conti-
núa siendo un serio problema para muchos
pacientes y un reto para los anestesiólogos.
La segunda clasificación internacional de
cefaleas o ICHD-2 de la Sociedad Inter-
nacional de Cefalea (IHS) las categoriza
dentro del grupo de cefaleas atribuibles a
alteraciones intracraneanas no vasculares.
Suele acompañarse de dolor cervical, acu-
fenos, alteraciones auditivas, fotofobia y/o
náuseas. El drenaje del 10% del volumen
total de líquido cefalorraquídeo (LCR) po-
dría causar un dolor bilateral ortostático en
aproximadamente un tercio de los pacien-
tes. EL dolor se localiza en la zona frontal
y occipital y empeora con el incremento de
la presión intracraneana, luego de una pun-
ción lumbar ocurren otros efectos como do-
lor lumbar, náuseas, vomito, diplopía y tinni-
tus. (Arroyo Valencia et al., 2021)
Metodología
La presente investigación contiene informa-
ción de revisión bibliográfica de tipo docu-
mental, ya que vamos a ocupar de temas
planteados a nivel teórico como es la Actua-
lización en el manejo de la cefalea post pun-
ción lumbar. La técnica para la recolección de
datos está constituida por materiales impre-
sos y electrónicos estos últimos como Google
Académico, Scielo, PubMed, entre otros.
Resultados
Los factores que contribuyen al desarrollo
de la cefalea, son:
1. El calibre de la aguja: es considerado
directamente proporcional a la cantidad
de salida de LCR, La incidencia del do-
lor de cabeza es 70% si el tamaño de
la aguja está entre 16 y 19G, 40% si el
tamaño de la aguja está entre 20 y 22G
y de 3% a 12% si el tamaño de la aguja
está entre 24 y 27G.
2. Diseño de la aguja: la incidencia de ce-
falea disminuye cuando se utiliza aguja
atraumática, porque estas agujas pro-
ducen separación en lugar de corte de
las fibras elásticas. Al retirar la aguja se
retraen las fibras con mínima lesión.
3. El número de intentos de punción lum-
bar: El número de intentos se relaciona
directamente con el tamaño del daño de
la duramadre.
RUIZ CHAVEZ, D. A., OCAÑA ARGUELLO, N. D., CHILITO OSORIO, V. A., & ALVAREZ CENTY, W. A.